Holi a todos, aquí seguimos
Narra Marinette:
Habían pasado ya tres días desde que llegué a la mansión Agreste.
No podía quejarme, mi estadía en ese lugar había sido sumamente acogedora. Tengo todo, cualquier cosa que desee es casi una orden. La comida que quiera, el programa de televisión que yo deseé, todas las revistas de moda que pueda leer, todo.
En cierta forma es agradable pero siendo realistas, sabemos a qué se debe toda esta atención.
Alguien tocó la puerta.
Alix: buenos días, Marinette –saludó en cuanto abrió la puerta
Marinette: buenos días, Alix.. –correspondí su saludo
Alix: ¿cómo amaneciste? –preguntó entrando a la habitación
Marinette: bien, gracias.. –sonreí
Ella se acercó y tomó la silla de ruedas que estaba a escasos pasos de la cama.
Alix: vamos..
Marinette: si..
Me ayudó a subir a la silla y me llevó al baño. Debo aceptar que es sumamente incómodo que alguien tenga que llevarme y ayudarme en el baño. El único lugar donde se supone debo tener privacidad, no era posible.
Cuando salimos del cuarto, nos dirigimos al comedor.
Alix: ¿qué crees que haya preparado el día de hoy el joven Agreste? –preguntó curiosa y divertida
Marinette: no tengo la menor idea.. –comenté resignada- solo espero no esté quemado o salado..
Desde el día que llegué, Agreste me preparaba todas las comidas. A pesar de tener un cocinero en la mansión, él insistía en hacer comidas "especiales" para mi persona. Era un gesto verdaderamente encantador y que en el fondo agradecía, sin embargo, no es el mejor cocinero del mundo y algunas veces la comida se le quemaba o terminaba salada.
Aun así no desmeritaría su intención de hacerme sentir mejor.
Llegamos al comedor, los señores Agreste ya se encontraban ahí.
Marinette: buenos días.. –saludé
Ambos: buenos días.. –respondieron mi saludo
Emily: ¿pasaste buena noche? –me preguntó
Marinette: claro.. –sonreí
Alix me colocó en el lugar de la mesa asignado para mi. Mi comida aún no estaba servida.
Emily: mi hijo no debe tardar.. –respondió intuyendo mis pensamientos
Marinette: eso espero.. –respondí- hoy amanecí con mucha hambre..
La puerta de la cocina se abrió y de ella salió Agreste con una bandeja en las manos.
Adrien: buenos días, Marinette –me saludó con una amplia sonrisa mientras se acercaba a mí- espero que el desayuno del día de hoy sea de tu agrado –sonrió más
Marinette: lo agradezco.. –respondí
Puso la comida frente a mí. Un platón con fruta y cereales, un par de panqueques y un vaso de jugo de naranja natural, mi favorito. Sonreí, hoy se miraba decente la comida.
Marinette: gracias, se ve delicioso –sonreí de lado
Adrien: déjame ayudarte.. –habló
Tomó los cubiertos como solía hacerlo y cortó los panqueques en pedazos más pequeños.
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El extraño que llegó a mi vida
FanficHacía solo un par de semanas que había llegado a Francia persiguiendo mi sueño de ser diseñadora de modas de la prestigiosa Audrey Bourgeois, era mi sueño desde niña involucrarme en el mundo de la moda, y todo esto, gracias a la inspiración y admira...