Cap 8: Lástima

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Seguimos con la historia...


Narra Marinette:

Han pasado dos días desde que desperté. Aun es extraño para mi abrir los ojos y verme postrada en la cama del hospital. Más aún, saber que todo aquello por lo que he luchado en mi vida, lo perdí.

Aun no puedo evitar que al cerrar los ojos, sienta como si estuviera tres meses atrás, cuando estaba en mi departamento preparando mis prendas a presentar en la entrevista con la señora Bourgeois; se siente como si no hubiera pasado el tiempo, pero debo hacerme a la idea de que eso ya quedó atrás.

Giré la cabeza hacia el lado de la ventana. Podía ver el cielo azul sin ninguna nube a la vista y un par de pajarillos sobrevolando en el área. Tan libres..

Escuché la puerta tocar. Giré el rostro al frente y luego la puerta se abrió. Alya apareció en la habitación.

Alya: buenos días, señorita –me saludó con una amplia sonrisa- vine a traerle el desayuno

Entró a la habitación con una charola en la mano. Inmediatamente se dirigió a la mesa y colocando la charola sobre ella, jaló el mueble y lo colocó a un lado de mí.

Alya: veamos –dijo mirándome- es necesario sentarte primero, así que empecemos..

Se acercó a mí y me ayudó a sentarme sobre la camilla y la acomodó. Luego posicionó el mueble frente a mí. Jaló la silla al costado y se sentó.

Alya: ¿lista? –preguntó mientras tomaba la cuchara

Solo asentí.

Mientras me brindaba el alimento me platicaba sobre las noticias recientes en la ciudad y me ponía al tanto de lo ocurrido aquellos tres meses. Escucharla hablar sobre el mundo me tranquilizaba un poco, así por lo menos olvidaba el lugar donde me encontraba.

Aunque claro, me gustaría poder interactuar con ella con algo más que movimientos de cabeza, preguntarle cosas y aclarar aquellas dudas que vienen a mi mente, pero por lo menos hasta el día de ayer, aun me costaba trabajo articular palabras. Decepcionante.

Una vez terminó el desayuno, se levantó de su sitio.

Alya: bien, eso es todo por hoy –dijo acomodando la mesa movible en su lugar- en un rato más el doctor Anciel vendrá para revisar tu cabeza y las otras extremidades, así podrá ver el estado en que te encuentras y determinar si pronto te darán de alta o no –me sonrió

También sonreí, esperaba eso con ansias.

Alya: bueno, vendré en un rato más a verte –dijo mientras tomaba la charola y se dirigía hacia la puerta

Lo intentaría, tengo que poder.

Marinette: gra..cias.. –logré pronunciar con la voz algo ronca

Ella se detuvo de inmediato.

Alya: ¿qué? ¿qué fue lo que dijiste? –preguntó dándose la vuelta- ¿pudiste hablar?

Marinette: s-si.. –respondí con el mismo tono de voz

Gracias, Dios. Por lo menos ahora puedo articular palabras sencillas. Estaba feliz.

Alya: déjame revisarte –expresó mientras dejaba la charola en su lugar- abre la boca

Y así lo hice. Sacó un abate lenguas de su mandil y revisó mi garganta. Sonrió satisfecha cuando terminó.

Alya: la inflamación ha bajado bastante –sonrió- creo que dentro de poco no tendrás ningún problema para hablar, eso es bueno

El extraño que llegó a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora