The Demonic King Chases His Wife [Parte 3] [Trad. al español]

Capítulo 557: Crisis en la relación (3)

Capítulo 557: Crisis en la relación (3)

Si esto fuera de Li Aoqiong, Beichen Ying ya habría organizado mano de obra para tender una mano siniestra en una emboscada en el camino para robarlas en secreto.

"Tomaré las que ya fueron cortadas, considérenlo el costo de mi arduo trabajo. Ustedes no tienen ninguna objeción, ¿verdad? " Su Luo los miró y dijo sonriendo.

"No, no, no, no tengo ninguna objeción". Beichen Ying, como representante, negó repetidamente con la cabeza: "Incluso si dentro de todas las piedras de origen hay materiales de desecho, tampoco tenemos ninguna objeción".

Beichen Ying sintió que Su Luo había terminado aproximadamente de cortar la mayoría de las piedras de origen con una piedra de cristal. Todas las piedras de origen restantes debían contener materiales de desecho. Ella era demasiado perezosa para moverlas, así que las dejó a un lado para ellos, ¿verdad?

Si Su Luo supiera lo que Beichen Ying estaba pensando, ciertamente lo enviaría volando con una bofetada.

Lan Xuan sintió que la agradable sorpresa llegó demasiado rápido, era algo irreal. Su pensamiento era el mismo que Beichen Ying, pero en comparación con Beichen Ying, su boca carecía aún más de un filtro. Como resultado, preguntó débilmente: "Cuñada, esto, ¿esto no es como lo que le pasó a Wang Zhongkui, al final, que no se cortó ninguna piedra?"

¿Este bastardo siquiera sabía hablar?

Antes de que Su Luo pudiera enojarse y cambiar de opinión, las cejas de Beichen Ying y Anye Ming inmediatamente se llenaron de sudor. Con uno de ellos a cada lado sosteniendo a Lan Xuan por el brazo, simplemente se lo llevaron así.

Ahora, incluso todos los sirvientes sin deberes ya se habían ido, solo Nangong Liuyun y Su Luo, los dos, permanecieron dentro de la habitación.

No quedaba otra persona para bromear y ganar tiempo para Su Luo.

Lo que hay que afrontar debía afrontarse al final.

"El asunto ya está terminado, vámonos". Su Luo tosió levemente fingiendo estar tranquila. Ella se dio la vuelta, deseando irse.

Quería fingir que no había pasado nada, pasando esta página.

Sin embargo, cuando estaba a punto de pasar junto a Nangong Liuyun, su delgada muñeca fue agarrada por él.

Su humor era fríamente rígido e intensamente fuerte. Su mirada era tan aguda como el filo de una hoja, tan aguda como si estuviera a punto de cortarla en pedazos.

"¿Todavía quieres ir?" El tono de Nangong Liuyun era fríamente rígido, sanguinario y cruel.

Un sentimiento fuerte y opresivo, una atmósfera pesada, una fuerza que no toleraba resistencias y un aire de arrogancia insuperable.

Esta fuerte atmósfera pertenecía a Su Alteza, el Príncipe Jin.

No sabía por qué, pero el fondo del corazón de Su Luo se sentía algo débil, no se atrevió a mirar a los ojos a Nangong Liuyun.

Su Luo descubrió que el sudor salía del centro de sus palmas.

"Levanta la cabeza para mirarme". Nangong Liuyun era como una bestia furiosa y enloquecida que había estado soportando en silencio. Su par de ojos la atravesaron directamente, apuñalándola hasta que su corazón latió irregularmente por un período de tiempo.

Su Luo respiró hondo.

¿No estaba haciendo un gran escándalo por un problema menor? ¿Realmente se pasó de la raya excesivamente en ese momento?

Su Luo levantó los ojos para mirarlo: "¿Por qué deberías estar tan furioso? No es como si hubiera perdido ".

Los ojos profundos de Nangong Liuyun se volvieron cada vez más oscuros, ese rastro de intención furiosa implícita hizo que toda su persona pareciera sedienta de sangre y cruel.

Y siguiendo estas palabras de Su Luo, parecía como si el huracán más fuerte se estuviera gestando en sus ojos....

Comparado con antes, cuando era todo sonrisas y frívolo, eran dos personas completamente diferentes.

Su Luo no sabía que su breve frase hizo que la furia en sus ojos fuera aún más profunda. Su corazón no pudo evitar sentirse algo inseguro.

"En última instancia, ¿con qué estás realmente enojado? No es que realmente te vaya a perder en una apuesta". Su Luo no pudo entender el origen de su ira. La hizo sentirse muy impotente.

Las cejas de Nangong Liuyun se levantaron, las llamas furiosas en sus ojos se encendieron. Apretó los dientes y, haciendo hincapié en cada sílaba, dijo lentamente: "Siempre hay riesgos con el juego, ¿cómo te atreves a decir que ganarás con certeza?"

"Yo..." Sólo ahora, Su Luo había descubierto que se olvidó de contarle sobre el asunto del pequeño dragón divino.

En consecuencia ella trató de explicárselo en un tono agradable y expresión agradable: "No podía perder, solo porque estaba segura de que no podía perder, por lo tanto..."

Nangong Liuyun ni siquiera le dio la oportunidad de explicarse, interrumpió fría y resueltamente sus palabras.