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El día de San Valentín, un bello día para varias personas... Menos para mí.
Ese día ya estaba a punto de llegar y yo solo me quedaba como completo espectador como todos los años, jamás conseguí un poco de amor por parte de alguien... ¡Incluso mi hermano tenía pareja!
Me senté en mi sillón completamente cansado y sobre todo harto de ese tedioso día que solo me daba dolores de cabeza, en verdad, a veces me preguntaba porque existía un día así, si habían personas como yo que apenas podíamos socializar y con esto solo comíamos helado y fingimos parecer graciosos en las redes sociales, pensando que los demás creerán que todo se trata de una broma, pero... Eso no es para nada verdad.
Solté un suspiro pesado. Estaba cansado, a penas tenía los veinte años, y, en verdad no sabía si aquel hilo rojo existía para indicarme el camino hacia mi persona amada.
Escuche un ruido proveniente de mi habitación a lo cual sólo gire mi cabeza hacia allí.
— Nadie vive aquí, váyase a molestar a otro lado —
Dije y así volví a acomodarme en el cómodo sofá en el que estaba ahora mismo, y en verdad me sentía sumamente cómodo a tal punto que creía que podía hundirme ante tanta comodidad que me ofrecía mi sillón, mi cama a penas y me ofrecía eso.
Solté un pequeño bostezo y estaba a punto de cerrar mis ojos, pero... Mis pies fueron jalados con fuerza, lo cual ocasionó que me cayera al suelo de manera inmediata.
Me levante mientras acariciaba mi nariz, me la había golpeado al igual que mi frente a lo que volví a ver hacia mi habitación. Frunció el ceño y así me encamine hacia ahí abriendo la puerta de una buena vez dejando ver lo molesto que estaba, no me agradaba para nada que me molestaran mientras me odiaba por existir.
Note como todo estaba en orden... O algo así, pues mi cama estaba desordenada, ¿no lo hice en la mañana?
Me acerque y así solo volví a dejarme caer en esa superficie cerrando mis ojos de inmediato, pues el cansancio de mi empleo en el cual me explotan por no tener unos buenos estudios y gastarme mi dinero en cigarrillos... No era la mejor vida que pudiera desear.
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