O2|| Primera cita/Confesión

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Hoy

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Hoy. Hoy era el día. Yo iba a confesar mis sentimientos hacia ti. Diría cuanto me gustas, cuanto me gusta tu forma de actuar, de reír, de sonreír, de ser hermoso, de saber de astronomía, de ser un chico resplandeciente, esas y más cosas que definen a Yugi Amane. Un chico de un año mayor a mi, pero de igual manera llegó a cautivarme desde el primer día en el que Yashiro-Senpai te presentó frente a mi... Todo era muy hermoso desde ese día... Hiciste que dejara mi adicción a el alcohol, pudiste hacerlo sin que te dieras una mísera cuenta de lo que me atreví a hacer por ti...

Sabía que realmente no te interesaba, pues, realmente de quien estabas enamorado era de «alguien» que dijiste la otra vez para que no me sintiera incómodo, pero, al final de cuentas... Supe que se trataba de tu propio hermano...

¿Por qué...? ¿Por qué de todos los seres te enamoraste de alguien que es idéntico a ti? ¿Acaso te amabas a ti mismo y querías a alguien que tuviera tu misma apariencia?

Y a pesar de saber tus sentimientos hacia Tsukasa... Jamás te juzgue, se suponía que no era alguien importante para decírtelo a la cara... Por ende, había dejado más que claro que no quería alguna relación tan grande contigo... Quería olvidarte en ese mismo instante y fingir que jamás te ame.

Y aunque sonará hipócrita. El día de ayer vi como le diste un beso a tu gemelo, pero este mismo te empujó y te grito que no te amaba, y que lo que hacías era algo repugnante, sin mencionar que él ya era pareja de... Hyuuga Natsuhiko.

Parecía sumamente impresionante, pero, en verdad era lo mejor que pudo haber pasado para mí.

Al fin, Tsukasa había dejado el paso libre para sanar tu pequeño corazón roto...

Detuve lo andar al escuchar unos pequeños sollozos en uno de los salones, a lo que como cualquier ser humano, me acerque y quise verificar que quien estaba adentro no estuviese dañado.

En ello, te vi. Estabas en tu escritorio llorando sin parar mientras parecía que te acaban de decir algo que no fue de tu agrado, pues ante la manera que soltabas aquellas lágrimas... Supe que algo no estaba bien.

Entre al salón y camine de a poco hasta donde estabas. Te piqué el hombro y así, tú elevaste la mirada aún con tus lágrimas, o eso fue hasta que te diste cuenta de mi presencia y las comenzaste a limpiar de forma rápida... Como si intentaras ocultar todo bajo un personaje que no existe.

Odio eso. Pero no puedo odiarte a ti.

— Amane... ¿Te encuentras bien? —

Lo sé, una pregunta estúpida para un chico como yo, que realmente sabia que responderías con completa falsedad.

— Claro que lo estoy... ¿No tienes mejores cosas que hacer, niño? —

Y allí ese apodo de nuevo. No me desagradaba, en verdad a mi me fascina que me llames con esa forma en la que solo tú eres merecedor de llamarme. Pero, como se que tú ya no me llamarías de aquella manera si demostraba que me agradaba el supuesto “insulto” dejarías de nombrarme así... Por ello, solo decía lo mismo, una y otra vez.

ᴅᴇᴍᴏɴ|| #ʜᴀɴᴀᴋᴏᴜᴡᴇᴇᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora