Copas

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Entre preguntas descubrió que casi todos tenían la misma edad, ahora entendía porque se sentía confiando.

Rara vez hacia con jóvenes de su edad, siempre habían Sido personas de la edad de su ex esposo.

-Tome sensei. Algo ligero - Habían ordenado una botella para ellos, y un cóctel para el escritor.

Se iba a negar pero acepto la bebida, era cierto no sabia tanto alcohol, por lo que ordenó otra.... Y a esas otras siguieron otras, lamentablemente no noto la diferencia entre la primera y las últimas.

-¿Está bien?- preguntó el único varón que quedaba en la mesa. Los otros estaban en la pista o se habían retirado.

-Shiii- respondió ante la pregunta y rio.

-Esta ebrio?

-Nop. Solo estoy feliz.. y algo mareado- respondió confundido.

-Muy ebrio.

-No. Akashi está ebrio.

-No, aún falta para estar ebrio.

-Ehhh es injusto- sirvió un vasos de whisky y se lo entrego -. Beba.

-No- divertido de la faceta ebria del escritor.

-Bien- se tomó de un trago la bebida y se sirvió otro.

-Deje de tomar, Usui-sensei.

-ōki...

-mmm

Miró los ojos rojos fijamente -. Akashi es muy guapo.

-Sensei también es guapo.

-¿De verdad?

-Si, un doncel bastante atractivo.

-Es la primera vez que me lo dicen...- Murmuró cerca de los labios rojos, les miro y observó los ojos rojos....

Le besó.

Un beso tímido que fue subiendo de nivel.

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Abrió los ojos lentamente, la claridad le estaba molestando. Pestañeo varias veces… estaba a boca abajo, levantó la cabeza y mira al rededor  ¿Qué hacía su ropa en el piso?

Entonces su mirada recayó en un par de zapatos desconocidos.

Fruncio el ceño y le punzo la cabeza.

¿Por qué le dolía tanto?

Quiso levantarse pero un dolor en su parte baja le hizo palidecer y fue cuando al fin se dió cuenta de que estaba desnudo.

No.

Giró lentamente al otro lado... Allí estaba el de la firma de autógrafos.

Negó rápidamente. No podia ser cierto. Cómo pudo se sentó y se miro el cuerpo, semen y sangre entre sus piernas.

No. No puede ser.

Con cuidado levanto la sábana que cubría al de ojos rojos, restos se semen y pequeñas manchas de sangre.

Mierda.

Cómo pudo se levantó, tomo su ropa y comenzó a vestirse rápidamente.

Tenía que salir de allí.

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Escucho un ruido lejano y abrió los ojos. Parpadeo algo confundido pero los recuerdos llegaron a su mente.

Los besos con sensei.

Huyeron al hotel más cercano y...

Rápidamente se sentó y busco a su acompañante, no estaba y tampoco se escuchabarn el baño -usui-sensei?

Llamo un par de veces, y nada. Miro el piso y solo estaba su ropa... Huyó.

-Estupido escritor - farfullo indignado. Se quitó la sábana y quedó helado... Usui era un doncel puro, o lo había Sido hasta la noche anterior.

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Huyó despavorido del hotel. Tomo el taxi y se dirigió al hotel que se m hospedaba. Esperaba pasar desaparecido.

Bajo rápidamente y se dirigió a su habitación, fue directo a la ducha. Lavó  su cuerpo, no podía creerlo.

¿Cómo había Sido tan descuidado? Había pasando virgen su matrimonio para entregarse por amor y no por calentura o más bien borrachera de una noche. Y lo peor, ¡Con un fan!

Realmente esperaba que el de ojos rojos lo mantuviera en silencio, sino tendría que chantajearle pero.. ¿Cómo? No sabía en qué parte de Hokkaido vivía.

Salió del baño y justamente tocaron su puerta.

-Sensei.

+¿Si?

-Cambio de planes. Salimos en media hora. Tomaremos algo rápido de desayuno.

-en 10 minutos salgo- respondió, se apresuró a vestir y empacó sus pertenencias.

No pensaría en el Akashi, pensaría única y exclusivamente en su libro.

Y efectivamente, eso sucedió. Dejando en el olvido algo muy importante.

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-¿DÓNDE ESTABAS?- Preguntó a su primo en cuanto lo encontró -Te hemos estado buscando....  ¿Que pasa?

Agregó al ver la mirada rojiza algo lloroso... O más bien desanimada.

-Tu amado escritor solo me llevo a la cama y me dejó abandonado- siseo aún furioso, y bastante avergonzado.

Kuroko Tetsuya se desmayó de la noticia.  Para cuándo despertó estaba en la habitación de su primo, tenía un compresa fría en la cabeza.

-Con calma.

-¿Calma? Te acostasté  con Usui-sensei.

-Lo sé.

-¿Qué pasó?

Seijūrō le relató a su primo de principio a fin.

-No puedo creerlo.

-Lo sé.me utilizo.

-No. Eso no- el pelirrojo arqueo la ceja -. ¡Al fin dejaste de ser virgen!  Sensei. No puedo creerlo.

-¡TETSUYA! ESTOY HABLANDO SERIAMENTE.

-Yo también. Miro que tú ex te había acorralado bastante y no cediste.

-Simplemente sucedió. Eso fue todo. Siguió sin creer que me dejara botado.

-Yo igual. Y tan serio que se miraba. Todo una ficha.

-No creo- los ojos azules le miraron -. Había manchas de sangre.

Le miro boquiabierto -¿Crees que él?

-Posiblemente. No quiero pensar en eso por ahora. Solo quiero ir a casa -. Seguía sin creer que se había acostado con el sensei. Y no quería seguir pensando en las implicaciones de las manchas de sangre.

- De hecho tía llamó, mañana hay junta familiar así que tenemos que irnos hoy. Empaca.

-Esta bien.

-Espero que tú y sensei usarán preservativos.

Aquello le dejo de piedra. No recordaba haber visto algún condón utilizado.

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