Decisiones

Un buen amigo

Miraba entre su esposo y los abogados.

-¿Que piensa, Sou-san?

-Muy bueno para usted. En virtud que cumplió con todo lo condicionado en el contrato prenupcial, no veo problema en lo que su esposo quiere darle.

-...

-Deja de darle vuelta y firma, Kōki, fue lo que siempre quisiste.

Miro a su esposo, era un hombre mayor por 10 años -. ¿No tendrá problemas con mis padres?

-todo arreglado. Apuesto te buscarán de inmediato.

-No quiero volver a verlos, no después de venderme...

Un mueca apareció en la cara del mayor -. Lo sé. Fue la única salida que encontraron.

Bufo y soltó un suspiro. Nada ganaba con atrasar todo -. Bien. Firmaré.

Tomó los papeles y firmó. Empujó los papeles al abogado-. Gracias por estos tres años... Y por respetarme.

-Te lo prometí el día que nos casamos- se levantó, sujeto la mano de su ahora ex esposo -. Espero seas felíz.

-Gracias.

Se despidieron y cada quien tomo un camino diferente.

Kōki observó el papel en sus manos.

Era libre.

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Llegó a la dirección que decía el papel -. Creo que está mal esto.

-No hay error.

-Noe-san.- era el mayordomo de su espo... Ex esposo.

-De ahora en adelante este será su hogar, Mus.... Furihata-san- se corrigió.

-Es más de lo que pensé.

-el señor  nunca lo dejaría en un lugar de dudosa procedencia. El señor  llegó apreciarlo. Fue un buen compañero para él.

-me alegra escuchar eso.

-Dentro le dejé un paquete. Le deseó lo mejor- hizo una reverencia y se fue.

Kōki Furihata miró las llaves que acababan de entregarle, luego miró la casa.  Se acercó a la puerta y abrió -. Un nuevo inicio.

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Un año después

-Furihata-san ¿Tiene el libreto?

-Lo acabo de enviar, Noe-san- respondió a la llamada.

-Entiendo. No ha llegado. le haremos la revisión y si hay cambios se lo haremos saber.

-Esta bien. Bye- colgó y miro la bandeja de enviados. Acaba de enviar su segundo libreto, el primero había sido todo un éxito.

Por un momento permaneció en silencio, pensando en todo lo que había vivido a sus cortos 24 años.

Apenas iba a cumplir 20 años cuando sus padres lo vendieron por una cuantiosa cantidad, para no perder su empresa, casandole con un hombre 10 años mayor. Aquel día lloró odiando a sus padres hasta quedarse dormido.

Musashi Susuki, su era un varón de cabello negro y ojos dorados, alto, tez clara.

Al siguiente día de la boda, cuando despertó e8l lo esperaba y le observaba fijamente.

-Este matrimonio es de papel. No te tocare, lo siento pero no me van los menores.  Terminarás tus estudios y asistiras a la universidad que quieras, a la carrera que quieras.

-yo...

-Te trataré como la joya que eres, sin embargo espero a cambio fidelidad por 3 años.

-¿Tres años?- pregunto confundido.

-Cuando cumplas 23 años te daré el divorcio.

Kōki le miro con la boca abierta.

-Solo comportate y obedece. No es nada del otro mundo.

-Entiendo.

Kōki creyó que su esposo bromeaba, no lo había hecho.  Siempre lo trató como a un frágil cristal. Siempre le dió prioridad a lo que decía y a su estado emocional. Nunca le tocó ni faltó el respeto.

De verdad le llegó a considerar un amigo, sino es que un padre..

Así que el día que cumplió 23 años, cenaron tranquilamente en su restaurante favorito, al siguiente día fueron al abogado que ya tenía todos los papeles listos.

De verdad apreciaba a Susuki-san, siempre estaría agradecido con él.

-... Espero Susuki-san este bien -Murmuró pensando en cómo le había ido a el con sus propios padres. Realmente esperaba que no le buscarán.