Por ustedes

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Se miraron el uno al otro hasta el pelinegro decidio romper el silencio.

-Supongo que ya sabes quién soy.

-Si.

-Bien. Eso facilitará las cosas.

-¿Cómo es que están divorciados? Todos sabían que usted está casado.

-Crei que preguntarás cómo es que termine casado con Kōki.

-Tambien tengo esa duda.

-¿Qué sabes realmente de Kōki?

-No mucho. En realidad estábamos conociendonos.

-Si, y terminaste rompiéndole el corazón por "otro y un bebé".

-Lo sé. Solo sabía que el hijo de Usui-sensei era mío y tenía que ser responsable.

-si hubiesen Sido otra persona, Kōki tendría el corazón roto. Le hicieron una oferta que estuvo pensando mucho, y cuando al fin se decidió lo dejaste. ¿Y si Usui-sensei fuera otra persona?

Era cierto. No iba a negarlo. Fue un milagro.

-No quería hablar de eso, sino de kōki. Cómo abras notado es un doncel sin dobles intensiones.

-Si, por eso me gustó. Nunca se fijó en mi apellido.

-Entiendo. ¿Que sabes de sus padres?

-fallecieron... o eso entendí.

-Estan vivos. Solo comentieron errores.

Seijūrō frunció el ceño, creía que los Furihata estaban muertos.

-Supongo para kōki será así... Sus padres me lo vendieron.

-¿Disculpe?

-Pague una cuantiosa cantidad de dinero por kōki- se burló de la cara del pelirojo.

-¿Qué?

-Sus padres me lo vendieron.

Apretó los puños -¿Ellos se lo vendieron?

-Si. Ellos mismos lo ofrecieron. Acepté con tal de sacarlos de sus manos. Sino hubiera Sido yo, no quiero ni imaginar con quién lo venderían.

-comprendo.

-Kōki fue muy infeliz en ese tiempo. Hice todo lo posible por mantenerlo feliz. Lo traté cuál joya.

-ya veo.

-Y espero que sea lo mismo con Akashi.

Asintió -. Lo cuidare.

-Eso espero- se levantó del sillón -. Cómo verás aún sigo y seguiré en contacto con kōki.

-Comprendo.

-Y soy el padrino del bebé. Así que seguiré por aquí.

-¿Padrino?

-Si. Nos vemos. Despidame de kōki.

Seijūrō observó al pelinegro salir y luego escucho las llaves. Frunció el ceño.

Se dirigió al pasillo por dónde se había ido al castaño, había varias puertas pero vio la luz en una de las últimas. Tocó pero no abrió, lentamente abrió la puerta. El castaño estába dormido.

Seijūrō acaricio la mejilla sonrojada y luego el vientre, suspiro aliviado al saber que iba a estar con él.

Cuando escucho la noticia del embarazo de Usui-sensei su mundo se tambaleo peor que cuando supo que Furihata estaba embarazado. No por la noticia, sabía que había esa posibilidad. Sino por lo que cambiaría.

En esas pocas semanas se enamoro perdidamente del castaño, por lo que le propuso ser pareja.

Al escuchar la noticia de Usui, tomo la decisión de ver por su hijo. Allí comprendió las palabras del castaño en l hospital. Lo comprendió.

Su corazón se partió al dejarle.

Ahora no dejaría que los separarán.

Estarían juntos.

Lucharia por ellos.

Por su familia.

-Hare lo que tenga que hacer por ustedes.

Murmuró antes de robarle un beso al castaño.

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Cierto castaño despertó en el madrugada, fue al baño y luego al regresar vio al pelirrojo dormido en la silla.

¿Por qué no le había despertado?

Lo sacudido varias veces, el pelirrojo apenas y abrió los ojos.

-mmmm

-Sube a la cama.

-Sueño.

Le pareció adorable en esos momentos. Negó y le sujeto de la mano -. Arriba.

Con dificultad guió al pelirrojo a la cama, le costó medio desvestirlo.

-Furihata-san es muy bonito.

-Si. Si. Duerme- dijo divertido.

-mmm

Kōki se acostó y se vio envuelto en un abrazo de oso.

-Akashi-san.

-mmm

-Te quiero- Murmuró avergonzado.

-mmm

Resopló al verlo dormido. Confirmado, Akashi era un dormilón.

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