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Leon no solía sonreír muy a menudo. Podría decirse que era un tipo "serio", era amable con todos pero no sociable. Y aun así, tenia muchos amigos.
Amigos que se preocupaban por ver como se estaba hundiendo cada vez mas.
Al principio no era muy visible, quiero decir ¿Un poco de ojeras era normal para un agente, no?
El mal humor ocasional de Leon era causa del estrés constante de la DSO.
Y su alcoholismo no hacia mas que aumentar desde lo de Raccoon City, el decía que era para olvidar sus traumas con la ciudad. Pero Chris y Claire no estaban convencidos del todo.
No desde que Chris lo vio llorando en silencio dentro de su oficina.
Leon era un gran amigo para ambos, aun así querían mantenerse al margen de lo que estuviera dañando a su amigo...
Pero era imposible, no con ese rostro melancólico y triste que a duras penas se mantenia despierto por el café.
- Esto tiene que parar - dijo Chris a su hermana mientras ella tomaba su mano para que evitara ir mas lejos.
- No creo que sea buena idea - Dijo la pelirroja - sabemos por quien esta así, y que no importa lo que digamos, no va a cambiar nada.
- ¿Entonces solo lo vemos destruirse a si mismo? ¿Sin hacer nada al respecto?
- ¿Quieres romperle el corazón?
- Quiero decirle la verdad.
Así Chris se acerco a Leon que estaba revisando intels de nuevas misiones que requerían de su presencia en el extranjero. Parecía aferrarse a la cafeína como si su vida dependiera de ello. Estaba tan concentrado que no noto una mano en su hombro y la sonrisa de su mejor amigo.
- ¿Chris? Lo siento ¿Llevas mucho tiempo hablando? - dijo Leon frotando su frente.
- No, no e dicho nada ¿Estas bien? - Leon suspiro...
- Si... Solo estoy algo cansado... estoy bien.
- No te ves bien - insistió - Te ves... triste.
Leon froto sus ojos y trato de sonreír, dejando sus gafas a un lado.
- ¿Triste? No... yo
- ¿Quieres salir a un lugar mas tranquilo y hablar de ello?
Al final no sabia como Chris lo había convencido.
Se sentía exhausto, sin muchas ganas de hacer nada... solo quería que lo dejaran en paz.
Y... sin embargo, estar recostado en el sillón con una ronda de cervezas y las cálidas manos de Chris acariciando y peinando su cabello se sentían demasiado bien. Se sentía reconfortante... y seguro.
Como si ambos compartieran una intimidad inquebrantable en ese momento.
- ¿Qué te esta pasando Lee?
- No es nada
Un sorbo de cerveza...
- ¿Sabes que puedes confiar en mi?
- Lo se... Pero no quiero hablar de eso.
Otra cerveza...
- ¿Por que tenemos que hablar de eso? ¿Por que te preocupo?
- ¿No soy yo quien debería hacer las preguntas?
- Yo solo quiero que sigas acariciándome el cabello.
- ¿Te gusta?
- Se siente bien
- Eres un gato
- No
No había mas cerveza
Pero ambos compartían un beso en el sillón, uno desastroso que sabia a alcohol, tristeza, melancolía y fresas. La saliva escurría por las comisuras de los labios de Leon y este se entregaba y se dejaba llevar.
Chris no sabia lo que estaba haciendo. Había tenido un crush con su mejor amigo desde hace tiempo y ahora no sabia exactamente como habían llegado a esto. El solo quería sanar el corazón del chico que tenia en su regazo.
Aunque sabia que era imposible.
Las cosas continuaron en la habitación, el ambiente no se sentía mucho mejor. Pero ambos estaban ebrios y tomar malas decisiones de las que arrepentirse era lo único que podían hacer en ese estado.
- Ada ... espera - suspiro Leon mientras Chris le quitaba la ropa.
- Por favor... no te vayas
- Te amo, no me dejes esta vez.
Las palabras del rubio vinieron con lagrimas recorriendo sus mejillas, y con un dolor en el corazón de Chris.
Había una nota en el buró a un lado de la cama. Estaba firmada con un beso carmesí y provocativo... era una despedida.
Pero había mas y mas papeles como ese guardados en un pequeño baúl en el mismo buro, todos con el mismo beso. Y eso basto para que Chris lo entendiera todo.
¿Chris se había enamorado de alguien que iba a romperle el corazón también?
¿A donde van los corazones rotos... cuando buscan consuelo de un amor no correspondido?
