Como Un Puzzle [tk]

Capítulo 16

Habían pasado exactamente 33 horas desde la noche en la que Taehyung se había enterado de toda la verdad. O más bien de gran parte, ya que faltaban piezas por encajar.

Y nuevamente estaba despertando al lado de Jungkook. Y justo se encontraban abrazados en una posición algo incómoda, pero bastante reconfortante.

Jungkook no se había despegado de Taehyung en ningún momento, desde la noche que se quedó en su apartamento, el azabache había llamado a su madre para avisarle que no iba a ir a dormir.

El día después Taehyung había estado con fiebre y un fuerte dolor de cabeza, por lo que Jungkook no se quiso separar de él, quien nuevamente le avisó a su madre que aún no iría al apartamento, para que esta no se preocupara. Ella lo entendía, después de todo sabía con quién estaba su hijo y por todo lo que estaba pasando Taehyung.

Ese día no habían hecho mucho ya que Taehyung pasó gran parte del día durmiendo mientras Jungkook cuidaba de él. Y por la noche Taehyung se había dormido casi después de que Jungkook lo obligara a tomar una sopa de pollo que él mismo había preparado. Y Taehyung se sentía con desgaste mental como para replicar todas las atenciones y regaños del menor.

Taehyung no entendía a qué se debía su repentina fiebre, pero agradece que Jungkook estuviera allí con él. Con respecto a los dolores de cabeza ya estaba acostumbrado.

Luego de que Jungkook se durmiera, algo bastante entrada la madrugada, debido a estar velando por Taehyung, este último despertó en la madrugada y de allí no volvió a conciliar el sueño, suponiendo que ya había dormido lo suficiente el día anterior.
Taehyung se percató de que ya no tenía fiebre, pues no se sentía mal. De hecho se sentía muy bien, y sus ánimos habían vuelto. Y agradece que estas dos noches no había tenido ninguna clase de pesadilla. Sin dudas la compañía del pelinegro era un aliciente, pensó.

Sin embargo, no pudo evitar pensar en todo lo que había ocurrido en su vida en los últimos días, pero, el haber estado en peligro de muerte ni siquiera fue tan impactante como lo fue enterarse de los hechos ocultos que habían rondado toda su vida. Y los hechos que seguían rondando aún.

Según por lo que le había dicho su mamá, Taehyung sabe que ella le ocultó todo aquello porque lo vio como la única opción en su intento de querer protegerlo, y es que, Sunhee nunca creyó posible que todo esto saliera a la luz, que su hijo alguna vez supiera de esta parte de su vida. No cuando las únicas personas que sabían aquello era ella y su hijo Jimin. O eso fue lo que ella creyó.

Porque incluso ahora había una pieza faltante en toda esta historia. Y esa pieza era Jungkook. Y quizá de las piezas más importantes en todo aquello, pensó Taehyung; mirando a un costado donde se hallaba pacíficamente dormido el lindo azabache que llegó como un torbellino a su vida. No tenía dudas que desde que él apareció todas las piezas de su vida se desencajaron para así ir buscando su lugar exacto. Y aunque le estaba doliendo el proceso, prefería eso a continuar viviendo en la ignorancia, en ese limbo en el que a veces se sentía. Así que siempre le agradecería eso a Jungkook. Eso y más.

Taehyung estiró su mano libre, la que no tenía aprisionada con la cabeza de Jungkook, y con sus largos dedos acarició una de las rosadas mejillas del azabache. Al moreno le dio ternura el pequeño puchero que tenía el chico entre sus brazos, dejando que la yema de sus dedos se bañara de aquella radiante piel lechosa. La sensación de tener al chico entre sus brazos era plena. Él se sentía pleno. Sonrió por el cómo se sentía muy a pesar de todo.

Sin embargo, su vida estaba en un momento muy complicado, y, aunque se permitió pensar cosas gratas y momentos cálidos con el chico, sabía que antes de ello tenía que resolver su vida, poner sus pensamientos en orden y hallar lo perdido. Porque por más que con Jungkook se conociera desde hacía años, él no era testigo de ello. Porque esos recuerdos no estaban en su mente, y hasta que no los hallara no podía ofrecerle nada a Jungkook, ni a él mismo. Incluso si nunca recuperaba aquellos recuerdos, él necesitaba que todas las piezas de su vida que estaban perdidas buscaran su lugar.