𝐌𝐀𝐃 𝐇𝐀𝐓𝐓𝐄𝐑━━━━𝖡𝖭𝖧𝖠

-O 4-

«O 4»

«Eyes»

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Mis manos sudaban como si de unas cataratas se tratasen, y las inminentes ganas de vomitar no abandonaban mi tembloroso cuerpo. Llevó mis manos a los costados de mi buzo de entrenamiento y empiezo a secarlas frenéticamente.

Hoy era la prueba por recomendación de la U.A, éstas tienden a darse semanas antes de la que es general, ya que primero le dan prioridad a los héroes, y más que nada a los que trabajan ahí.

Suerte qlera.

Y a pesar de que al parecer tengo el boleto ganador con mi kosei, nada parece estar bien conmigo; tengo tantas de vomitar, que puedo asegurar que los takoyakis que desayuné volverían a mis manos intactos, ya que ni siquiera pude digerir. Intentaba buscar tranquilidad contando del uno al diez mientras miraba por la ventana del auto, pero nada funcionaba.

¿Por que eres así?

—¿Todo bien, manzanita?. —preguntó mi rubio padre, volteando a verme.

¿Que pedo?

toDO ESTA MAL, WACHO, TODO MAAAAL.

—Si papá, todo bien.

Soy una desgraciada ;-;

—Claro que no está bien, Sashi; esa pelirroja de ahí está muerta de miedo. -alcé una ceja mi le miré con sorpresa.

—¿En serio? Yo la noto bien. —mi padre suspiró.

—Es el sentido maternal dentro de él, no te preocupes. —dije yo, haciendo que mi padre soltara un bufido, y yo riera ante su reacción.

—Bien, ya estamos por llegar a la Yueei, así que prepárate, rojita. —dijo mi rubio padre, quién era el que estaba conduciendo.

Señoras y señores, estoy más cagada que baño público.

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Mientras caminaba por los pasillos de la Yueei, me di cuenta que realmente era grande, y era muy bonito por dentro. Nunca había tenido la posibilidad de visitar a mis padres a su trabajo, por que técnicamente iba a aplicar a la Yueei, así que eso estaba prohibido.

Pero, en ese día pude maravillarme totalmente de las increíbles instalaciones que poseía la Yueei, y que realmente me gustaría estar aquí. Y fue en ese momento, que todo nerviosismo que tenía desapareció, por que me di cuenta que todo, absolutamente todo, valdría la pena si lograba aplicar, y eso simplemente renovó mi valor.

Por fin, habíamos llegado al lugar de nuestro entrenamiento, era un lugar amplio, parecía ser uno de esos campos de simulación para la práctica de rescate de civiles, o eso creía.

Awebo que Atenea si hizo su tarea ;D

Fuimos caminando hasta reunirnos con otros héroes que lograba reconocer, y como no, a la tía Midnight. Nos acercamos y pude ver que también habían otros chicos ahí, y muy raros a mi parecer.