|| Kilig___Natasha Romanoff || [FINALIZADA]

II "Café y Chocolate"

Verónica al ver que no era seguida de vuelta por haber lanzado a la espía encubierta al agua, se encerró en su cuarto para tomar una Monster mientras abría su laptop donde ingresó el pendrive.

Lo que Anthony tenía en el pecho era un núcleo de paladio en el reactor arc como las centrales de energía que creó su padre hace años y tal elemento químico tenía negativas repercusiones para su cuerpo donde lo peor era el hecho de no poder dejarlo al su vida depender de ello aunque irónicamente el mismo lo esté matando lentamente.

La castaña tuvo que ahogar un inevitable sollozo, lo que Tony ocultaba era peor de lo que había imaginado.

Su mundo se desmoronó con ello, su hermano era lo único que tenía, podía rabiar con todas sus locuras infantiles, pero lo amaba demasiado como para ello ser un asunto importante. Discutían seguido era cierto pero siempre lo arreglaban, nunca se decían un "Te quiero" pero ambos lo sabían con certeza.

Pero esto parecía ser el peor problema que pudieran enfrentar y el hecho que Tony lo quisiera enfrentar solo la dejaba al borde de la desesperación.

¿Por qué era tan terco en no dejar que lo ayuden?

Suspiró al secar sus lágrimas mientras tecleaba una posibilidad de cura con ayuda de Jarvis, pero no había resultado de nada por más que buscara y buscara.

Comenzaba a desesperarse mientras hurgaba en sus libros de química y dio con alguna solución momentánea como una curita en una gran herida, no lograría eliminar los efectos pero si aguantar los síntomas mejor que la Clorofila que andaba tomando, al menos con el dióxido de Litio calmaria sus dolores.

Le habían dado las cinco de la mañana de investigación en investigación, lo que poco le importó la hora para correr e ir con la noticia a Tony, antes de pasar a su laboratorio.

Pero no estaba en su cuarto y al preguntarle a Jarvis le dijo que se había marchado hace horas.

La estaba evitando, era obvio que lo haría, se dijo la menor con la angustia invadirla, pero seguramente mañana ya habría de encontrarlo y le daría su descubrimiento. Por lo que fue hasta su departamento donde tenía su laboratorio personal y al siempre estar en búsqueda de químicos como sus recurrentes experimentos, dar con el dióxido no fue un problema.

Los trabajó para hacer un líquido más suave en pequeñas pipetas inyectables las cuales ordenó en un maletín.

Donde le dieron las ocho de la mañana para juntar todo rápidamente e ir por algún café y pastel ya que su cuerpo desvelado le pedía cafeína como azúcar a gritos.

Volviendo a la mansión encontrando a Pepper en la entrada.

——¿De dónde vienes?——dijo la rubia en modo de saludo mientras sus cejas se juntaban al verla más de cerca——No haz dormido otra vez—exclama entredientes —dime lo que está pasando