The Mandalorian

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The Child
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《 __________ ERSO》

Yo creo que caminábamos en círculos, o debe ser que jamás explore más allá del campamento de Kuiil. Pero llevamos horas caminando a quien sabe donde

- ¿Queda muy lejos?- pregunté, hablaba con él muy poco, además de que era silencioso y un poco cortante después de descubrir al niño

- Digamos que un poco más...- respondió sin importancia, bufé en silencio, mis pies no daban más, quería descansar o que me lleve arrastrada.

- ¿Podemos...- pero no llegué a terminar, cuando Mando paró en seco y se acercó tapándome la boca, no quería discutir así que cedí, fue cuando varios hombres salieron de varios lados rodeándonos

- ¡Ve con el niño!- grito apartándome con fuerza, caí lejos de él y se dió cuenta de que fue bruto, pero eso no importaba, dos de ellos comenzaron a pelear con él mientras devolvía los golpes, uno de ellos se me acercó, rápidamente saque mi bláster y disparé dándole en el pecho

- Agáchate- Mando obedeció y disparé al último que quedaba- ¿Estás bien?- pregunté, se levantó y se acercó a mi inspeccionándome, ya que su casco no paraba de moverse

- Si... gracias- guardé mi blaster sin mirarlo- ¿Tú estás... bien?- preguntó, pero después un pequeño quejido se escuchó de su parte, se agarró su brazo izquierdo y pude ver una mancha de sangre, me acerque un poco preocupada, era un gran corte, nada grave, pero se que dolía

- Yo estoy bien, pero tú no- comenté sintiendo su mirada encima de mi, se limpio la sangre que estaba en su mano con la capa y verificó si los hombres estaban muertos, yo mientras tanto fui a ver al niño para ver si se encontraba bien- ¿Estás bien pequeño?- dije suavemente, un sonido tierno fue respondido, acerqué mi mano para que la agarre, un sentimiento de nostalgia me llegó... era idéntico al maestro Yoda, agradezco a Luke haberlo conocido

- Astoria- me llamó el Mandaloriano, tendré que acostumbrarme a que me llame así, me giré para verlo, en sus manos tenía dos rastreadores- Nos estaban siguiendo...- se notaba molesto, no respondí nada. Él quedo unos segundos en silencio después de pisar fuertemente los rastreadores, yo por mi parte estaba mirándo al bebé verde que jugaba con mi mano- Sigamos...

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La tarde cayó por Arvala-7, Mando se notaba cansado, además de la herida que tuvo que aguantar, el niño estaba tranquilo mirándolo, como queriendo saber quien era detrás de ese casco

- Astoria...- dijo moviendo su mano, me había quedado mirándolo... diablos- Te estaba diciendo que descansaremos aquí... voy a vigilar el área

- De acuerdo- se levantó en silencio y el niño se puso inquieto- Tranquilo... va a volver- y tal como había dicho, Mando regreso con una pequeña lámpara en sus manos, en mi bolso agarre una manta que tenía ya que hacía frío.

El Mandaloriano intentaba curar su herida del brazo, sentía que tenía que ayudarlo, pero sería incómodo. El niño bajo de su cápsula y miré como caminaba hacia él, extendió su mano como queriéndolo tocar...