Habían pasado tres semanas, y Eddie seguía estable, nada nuevo. Los perdedores actuaban algo preocupados al principio, pero dejaron de hacerlo, ya que eso irritaba mucho a Eddie.
Estaban en la cantera, nadando en ese río en el que había un cartel que especificaba que estaba prohibido nadar. Richie se sentó en una roca que había sobresalido un poco del agua, dejando todo su cuerpo, excepto sus pies, fuera de esta, reposando en la piedra. Eddie miró, solo por unos segundos, el cuerpo desnudo de Richie. No quería parecer un acosador. Él también nadó un rato más, pero luego la curiosidad le ganó.
-Hola, bocazas-. dijo, apoyando sus brazos en la piedra, cruzandolos.
-Hola, Eddie Spaghetti.
-No me digas así, idiota.
-Te encanta.
-¡Claro que no! Cómo sea, ¿Qué haces aquí, solo?
-No estoy solo, estoy con ustedes.
-Bueno, pero nosotros estamos nadando y jugando, tú estás aquí, aislado, en una piedra. Eso no es muy Richie imbécil Tozier, ¿O me confundo? Nunca me confundo.
-Quizás.
-¿Qué te pasa?
-Nada, Eds, solo pensaba-. Richie sonrió sinceramente.
-¿Puedes decirme en qué?
-No, te enojaras.
-¿Por qué lo haría?
-Porque tiene que ver contigo.
-¿Qué?
-Si.
-Dime, Rich. Puedes decirme lo que sea, más si es sobre mi.
-Bien... Pensaba en cuanto extraño a tu madre, Eds. Supongo que me descubriste.
-¡Beep beep, Richie! ¡Yo hablo enserio, idiota!
-Bien, bien, era solo un chiste, Eduardo.
-No me digas así o te voy a matar.
-Que dulce, Spaghetti. Cómo siempre.
-No evadas el maldito tema, Richie. Dime, vamos.
-Si..., no, no lo creo.
-Vamos, dime.
-No.
-Es muy difícil ayudarte, ¿Sabes?
-No quiero ayuda, Eds. Gracias, pero sinceramente no la necesito, solo pensaba.
-Odio cuando mientes, siento que me tratas de estúpido o algo así. Que me esté muriendo no me hace más difícil la comprensión, ¿sabes?.
-Basta con eso, Eddie, no estás muriendo.
-Ya hablamos de esto miles de veces, Richie, debes aceptarlo tarde o temprano. Y al final del día, todos nos estamos muriendo.
-¡Que optimista!-. exclamó son sarcasmo, llamando la atención de los demás.
-¿Todo en orden ahí, tórtolos?- preguntó Mike.
-S-Si, tranquilo, Mikey; y no nos digas así-. reclamó Eddie-. Ahora, dime-. dijo mirando al de lentes.
-¿Me matarás?
-Lo pensaré.
-Pensaba en... La lista. ¡Quizás, si me dejaras verla...!
-No, Rich, no funciona así, lo sabes, es privado.
-Eds.
-No, Richie, no vas a ver la maldita lista, se terminó la conversación.
-Solo quiero ayudarte, Spaghetti. Quizás hay algo en esa lista que yo pueda cumplir, o colaborar para que pase.
-No lo creo.
-¿El qué?
-Que puedas ayudar.
-Dejame intentarlo.
-¿Qué? ¿Y entregarte y contarte mis secretos? Paso.
-Todos tenemos secretos, Eds.
-No como el mío.
-¿Eres asesino serial y no sabes dónde esconder los cadáveres?
-Muy gracioso. No, evidentemente no.
-¿Violas o abusas?
-Definitivamente no.
-Entonces no es nada trágico. ¿Tienes una enfermedad terminal y puedes morir en cualquier momento? No, no creo que sea eso, ¿O si?
Eddie no pudo evitar reír, golpeando a Richie.
-Hablando enserio, no te voy a juzgar. Si conocieras mis secretos, no me gustaría que lo hicieras; ni tú ni nadie.
-No lo haría.
-Entonces, te propongo un trato.
-Aquí vamos de nuevo.
-Yo te cuento mis secretos, pero si tú me cuentas los tuyos. Y te aseguro que los míos son miles de veces peores que los tuyos.
-Estoy seguro de que no. Probablemente sea algo como una revista porno que le compraste en algún lugar y está escondida, o que robaste algo. No debe ser nada.
-Si que lo es. Es algo que nadie sabe, pero confío en ti, y supongo que arruinaría todo, pero estoy dispuesto a arriesgarme para ayudarte, supongo-. Richie se desconocía a si mismo, odiaba las mierdas cursis, pero fue como si esas palabras solo hubieran salido. Genial, ahora parece una novela romántica, pensó.
Eddie se sentía sorprendido ante lo que su amigo había dicho, mas no le quiso hacer un planteo sobre ello, prefirió dejarlo así.
-Bueno, yo... No estoy seguro, Richie. No puedo tomar ese riesgo. Lo lamento.
Luego de decir eso, Eddie entró al agua completamente, nadando hacia los perdedores. Mike, que no les había sacado ojo de encima, fue con Richie.
-¿Todo bien, Rich? Eddie se ve algo tenso. ¿Discutieron?
-No-. Richie hizo una pausa- Bueno, algo parecido, pero no, no, nada grave.
-Quizas suene raro, pero, ¿Quieres hablar de eso?
Richie se sorprendió. Siempre se imaginó una conversación de esas profundas y consejeras con Stan, o Bill, pero nunca con Mike. Aún así, lejos de sentirse incómodo, un sentimiento de comprensión apareció, se sintió apreciado.
-Bueno, quizás... Si, pero mañana. Ahora están los chicos, y se va a hacer tarde... Aún así, gracias, Mikey-. Richie sonrió, y Mike le dió un golpe amistoso en el hombro.
-Claro, cuando quieras, bocazas. Te veo mañana.
-Bien, en la casa club.
-Está bien.
Mike sonrió y le hizo una seña con la cabeza a Richie, indicándole que vayan con los otros. Richie tomó aire y fue con él.
-Al fin vuelves, boca sucia. ¿Qué hacías allá?- preguntó Stan.
-Nada raro, idiota, nada raro.
Los chicos siguieron un rato más, y luego cada quién fue a su casa. Quedaban Richie, Eddie y Ben, y en cuanto el último saludó y fue en dirección a su hogar, Eddie se acercó a Richie. Mucho. Lo tomó de la muñeca, asegurándose de que no se fuera.
-Oye, yo... Lo siento por haberte hablado mal hoy, pero esa lista tiene cosas de las cuales nadie puede enterarse, probablemente muera antes de poder cumplir la mitad de ellas.
-¿Qué?
-No me hagas repetirlo, sabes que no me gusta disculparme, deja de disfrutarlo.
-No, no es por eso, simplemente... No importa. Está bien, yo... Supongo que ya me voy. Te veo mañana-. Richie se alejó del más chico, esa cercanía lo ponía nervioso, y parecía aún más imbécil de lo que ya era.
Así que Eddie quedó ahí, solo, con su bicicleta a pocos metros suyo, mientras él pensaba en qué había dicho o hecho para, según él, asustar, así a Richard.Buenasss, tarde una banda en escribir este cap, pero bueno, here is, perdón x la tardanza ahre. Tomen agua, cuídense mucho, y denle amor. Besos
~Jo 🏳️🌈
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Five things before... || Reddie
Fiksi PenggemarEddie vivía una vida muy feliz, o al menos hasta sus 17 años, cuando los doctores le diagnosticaron una enfermedad terminal, muy rara, casi desconocida, de las cuales había muy pocas probabilidades de salvarse. Sabiendo esto, Eddie toma un papel y...