Capitulo 6

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-¿Hoy? ¿Cómo que hoy?- dijo Emma enojada al ver el auto de mudanzas de Jackson.

-Emma, quiere salir de su casa.- justifique.

-¿Por qué?

-No me dijo más.

-Eso no puede ser cierto Meg, un extraño fuckboy en nuestra casa, solo lo conocemos de un día, y ya sabemos que es un completo idiota, no sabemos más.- las dos miramos hacia el musculoso Jackson bajando sus cosas del carro de mudanzas.

-Dios Emma, solo ignóralo.

-Ni tu eres capaz.

-¿Me van a ayudar o se van a quedar ahí paradas?- dijo Jackson desde el carro de mudanzas, Emma se dio la vuelta y se escabulló en su habitación, yo camine lentamente hasta él.- Rápido niñata.- rodé los ojos y caminé hasta una de las cajas, puse otra encima y caminé hasta la casa.

Coloque las cajas en la sala y desde la ventana Emma gritó:

-¡Deja de mirarle el trasero a mi amiga!- me voltee y le tiré una mirada asesina a Jackson, él se rió y siguió con su trabajo.

-¡Dile a tu amiga que deje de mirar mi trasero!- No. Puede. Ser.

-Meg...- dijo Emma detrás de mí.- si lo estas haciendo.- me gire enojada.

-Claro que no tonta.

-Que asco.- se dio la vuelta y se volvió a escabullir en su habitación, Jackson soltó una risa ronca desde su lugar, apreté mis labios, volviéndolos en una línea delgada, camine hasta mi habitación y la cerré de un portazo, agarre mi teléfono y escribí al número de Dylan, tal vez me distraiga un poco.

Yo.

Hey, hola.

Dylan.

Hey, ¿Megan?

Yo.

Esa misma, ¿Harás algo hoy?

Dylan.

No, ¿Y tú?

Yo.

No.

Dylan.

¿Puedo ir a tu casa?

Yo.

Como quieras.

Le mande la dirección y la puerta se abrió de un portazo.

-¿Dónde es mi habitación?- dijo entrando como si fuera su habitación.

-¡Joder! ¡¿Quieres tocar la maldita puerta?!- dije enojada, me levanté de la cama, coloque mis manos en su pecho, lo empuje fuera de mi habitación y señalé una puerta.

-Gracias.- dijo mirando mis manos, las aleje de su desnudo pecho y me volví a encerrar en mi habitación.

Dylan.

Voy llegando.

Salí de mi habitación y caminé hasta la sala, me senté y miré mis redes sociales.

Jackson era realmente molesto y solo había sido un día.

Tocaron la puerta dos veces, la abrí y el chico alto, musculoso, rubio, ojos color miel, estaba allí parado.

-Hola Megan.- saludo y lo deje pasar, él reparó toda la casa y sonrió.- es acogedora.

-¿Verdad que sí?- dijo Jackson saliendo de su habitación, Dylan me miró y no supe qué decirle.- es un hogar hermoso, igual que la dueña.- rodé los ojos y me tumbé en una silla.

-¿Disculpa?- dijo Dylan.

-Vive aquí.- susurre.

-Oh...- me miró.

-Solo... ignóralo.

-Claro... pues ahora vivo aquí, y también se cumplen las reglas niñata, ahora afuera.

-Claro que no idiota.

-Volví a ser idiota.- me levanté y abrí la puerta.

-Perdón Dylan, pero no es buen momento.- Dylan se dio la vuelta y salió de mi casa.- ¡Te voy a matar!- grite y Emma salió de su habitación.- ¡¿Quién crees que eres?! ¡Si en un día me has vuelto loca, en un año voy a estar en un manicomio!

-Tranquila, yo iré a verte.- dijo arrogante.

-Juro que si en un mes no te has ido, te dejo en la calle.- dije como ultimátum y corrí hasta mi habitación.

Te odio idiota ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora