El kyubi más poderoso

Capítulo 1

-La próxima vez di la verdad ¿de acuerdo Kuroka?

-Sí, pero si lo hacía tú serías el perseguido.

-Soy el kyubi más poderoso, no tienes que preocuparte por eso, ahora, es tiempo de darte un pequeño tiempo con Shirone o Koneko como prefiere que la llamen ahora, lástima por el combate de ese niño dragón.

Soy Naruto Uzumaki, el ninja impredecible número uno, también el más poderoso, gracias a la ayuda de todos los bijuu en mi interior, sobre todo cierto kyubi que hace poco se volvió mi amigo y el poder que un anciano de cientos de años me dio, el problema era que mi actual oponente, una supuesta diosa estaba logrando meterme en un gran aprieto, ser el ninja más poderoso no significaba ser el usuario de chakra más fuerte, aun así no podía rendirme, no cuando mi amigo, un Uchiha arrogante que ha perdido el camino sigue luchando incluso cuando le faltaba un brazo y había la falta de sangre lo hacía cada vez más lento.

- (Puedo hacer algo chico, pero para eso necesito mi mitad yang)

Esas fueron las palabras de la mitad de Kurama que mi padre quiso otorgarme, pero que al final fue Obito el que me lo brindo junto con el chakra de los otros bijuu, tenía un mal presentimiento sobre esa ayuda, aun así no es como si tuviera otra opción, di todo lo pude con el solo objetivo de acercarme, dar un ligero toque y poder absorber a la otra mitad de Kurama, fue difícil, por no decir que casi imposible, sin embargo, de alguna forma logré volver a completar a mi amigo, ya ni siquiera sabía cuanto tiempo llevaba luchando, según el ahora completo Kurama, llevaba tres días peleando yo solo contra Kaguya, aguantando de alguna manera desconocida.

- (Si llevamos a cabo la idea que tengo, puede que mueras o sea yo el que deje de existir)

- (¿Qué quieres decir?) – pregunte en mi mente mientras me encargaba de evitar las estacas que salían de las manos de la diosa.

- (Prácticamente seremos un solo ser, tu vida puede que no soporte todo el poder o por el contrario, lo que podría ser considerada mi alma se una a la tuya, haciendo que tu seas el kyubi)

No era un estúpido como todos creían, simplemente era una forma de honrar a mi difunto maestro, sin embargo, de alguna forma tenía que ser capaz de sobrevivir a esta mujer, bueno, si no podía solo con poder, la estrategia era algo que ayudaba mucho, significaría que no podría salvar a las otras personas, no es como si pudiera hacerlo por mi cuenta, con Sasuke muerto, no hay nada que sea capaz de hacer, podría quitarme mi ojo izquierdo e implantarme el rinnegan de mi amigo, pero su cuerpo había sido pulverizado por una de las estacas de la diosa, así que eso sería algo imposible, no importaba cuanto lo deseara, no podía negarme a la idea de Kurama.

- (Hagamos esto, Kurama)

- (Una vez seamos uno ten en cuenta que el chakra de mis hermanos y el mío serán el tuyo, por eso el riesgo de que mueras y la razón por el cual mi alma también sería la tuya)

- (Estoy bien con eso, tengo que ganar para evitar que ella y zetsu negro hagan lo que quieran)

El chakra que me cubría cambio su forma, nueve colas aparecieron en la parte baja de mi espalda, orejas de zorro aparecieron en la parte superior de mi cabeza, sentí como mi olfato y mi visión se mejoraba, ya ni que decir de mi audición, también mi cuerpo se sentía más ligero y el poder era algo que no sabía si podría controlar, aun así, parecía tener un control innato sobre este, casi como si siempre lo hubiera tenido, como si siempre lo hubiera estado manejando, el aumento fue tal que incluso los movimientos de la diosa se hicieron lentos, tanto que me fue demasiado fácil esquivar su ataque.

De ahí en adelante no estoy muy seguro de que fue lo que ocurrió, cuando me percate de lo que estaba ocurriendo, note que el lugar había vuelto a cambiar, esta vez era diferente a cualquiera de las dimensiones a las que la diosa me hubiera llevado antes, el cielo era rojo, nos encontrábamos cayendo desde una gran altura, viendo patrones de figuras, sobre todo rombos o cuadrados dependiendo la perspectiva, una cosa de la que me percaté, fue el hecho que la mujer parecía más anciana, su cabello se caía y el poder que sentía emanando de ella era cada vez menor.