Capítulo 5

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El restaurante había sido un éxito, la gente venía de manera diaria solo para probar la comida de Kuroka, la cual se tomaba como un reto el hecho de servir a veinte personas al mismo tiempo, su agilidad para preparar tantos platos diferentes parecía incluso superar mis reflejos en combate, además, cuando se ponía en ese modo dejaba ver su forma de nekoshou, fue en cosas que deberían ser sencillas como esta que ella demostraba porque obtuvo el rango de búsqueda doble S, su flexibilidad, agilidad y destreza no eran algo que pudiera ser subestimado.

-La cocinera es bastante buena – una persona alrededor de los treinta años, de cabello castaño, de tez clara y ojos morados, el aura siendo la que consideraba la de un dios.

-Gracias, mi novia se esfuerza bastante por este negocio.

Tenía un mal presentimiento con este sujeto, había llegado dos semanas después desde la apertura del restaurante, todos los días se sentaba en la misma mesa, pedía diferentes platos con cada llegada y su mirada no se apartaba de la puerta de la cocina, donde una vez vio a Kuroka luego de que saliera con los platos de varios clientes, desde entonces me tocó ponerme a la defensiva con este tipo, sus emociones no podían ser más claras, quería llevarse a la nekoshou, hacerla suya y parte de su asqueroso harem.

- ¿Otra vez vino? – Kuroka pregunto un poco divertida luego de que entrara por unos platos.

-Sí, esta sentado en la misma mesa, estoy que destruyo esa mesa y lo dejo como un espacio vacío donde colocare lava a ver si ese desgraciado vuelve a aparecer.

-Fufufu, no tienes que hacerlo, además, soy solo tuya incluso si todavía no me tomas.

Puede que Kuroka no lo supiera, pero el hecho de que todavía no hubiera decidido ir más no era porque no quisiera, sino porque simplemente era completamente inexperto en el tema y no sabía cómo comenzar, no era el mejor, pero había comenzado a leer los libros pervertidos de ero-sennin, tal vez si Obito no hubiera atacado la noche de mi nacimiento ka-san podría haberme dado consejos antes de que terminará en este mundo.

-Aun si no he hecho nada, sabes que te quiero un montón.

-Lo sé nya, ahora sal y atiende a nuestros queridos clientes.

Al final del día las cosas fueron con normalidad, aunque no había dejado de pensar en aquello, era un poco desesperador pues sabía que estaba aguantando, se suponía que estaba en su época de procrear y el hecho de que durmamos en la misma cama hacía que su situación fuera todavía más complicada, podía oler como sus feromonas estaban desorganizadas y vueltas locas, soy inexperto en ese tipo de cosas, pero ya no es como si importe, simplemente haré lo que me viene en gana, además, verla esperar en la cama con una sonrisa calmada a pesar del descontrol de su cuerpo me hizo reafirmar mi decisión.

- ¿Por qué estás tan serio nya?

Simplemente me senté en la cama sin responder, no respondí, pues casi de inmediato me coloqué sobre ella, parecía sorprendida al principio, casi como si no hubiera esperado que hiciera esto, aun así, luego volvió a sonreír con calma mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cuello.

-No es necesario que te fuerces nya, puedo aguantar nya, tantos años sola hicieron que supiera controlarme nya.

-No me estoy forzando, quiero hacerlo, quiero volverte solo mía.

-Entonces hagámoslo nya.

Sus labios eran suaves, dulces y grandes, al principio fueron besos normales, solo el contacto de nuestras bocas, luego ambos comenzamos a jugar con nuestras lenguas, mi mano entonces agarro una de las colas de Kuroka, provocando que ella se estremeciera y soltará un ligero gemido que hizo que rompiera nuestro beso, su mirada pareció anhelante, parecía contenta, mande mi mano libre hacia su pecho, haciendo que volviera a gemir luego de que comenzara a masajearlo y presionar su pezón, hasta ahora me di cuenta del hecho de que ella no parecía llevar nada debajo de su kimono negro.

El kyubi más poderosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora