Matrimonio

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Pasaron dos días en la cabaña amándose de nuevas maneras, después de despedirse de todos partieron para los Hamptons, Eleanor tenia ahi una bella casa quien se las presto, duraron más de un mes ahi.

La pecosa estaba un poco miedosa por el  mar ya que no nadaba muy bien pero en cuanto Terry le dio la mano pudo ir más ondo, sabia que no dejaría que nada le pasaría, el no paraba de reírse de que se le notaban más las pecas por tanto sol que tomaba, claro que el adoraba las de sus hombros, había descubierto que cuando la besaba ahí ella empezaba a existarse. 

Al llegar a NY vivieron dos meses en el departamento de el, ya que se puso como loco al enterarse que su pecosa estaba embarazada necesitaban mas espacio, encontró una linda casa con un bello jardín, un estudio que le recordaba a la villa de Escocia.  Se mudaron lo mas rápido que pudieron ya que el se encontraba desesperado. El queria darle el mundo entero. 

Entre Candy y Eleanor creció un fuerte lazo, Eleanor siempre soñó con una familia grande junto a Richard pero solo tuvieron a Terry antes de separarse, siempre quizo una hija y compartir tantas cosas, sin darse cuenta las empezó hacer con Candy esas salidas de compras, cocinar juntas, tejer ropita para el bebé, esas charlas tomando el té. 

Candy también por primera vez sintió el calor de una madre, no había dicho nada pero siempre buscaba a Eleanor para cualquier consejo o simplemente su compañía. Terry y el Duque también vieron ese lazo y se sentían feliz por ellas. No era que el Duque no quisiera a Candy, simplemente que era muy serio pero siempre que podia pasaba tiempo con ellas. 

Una mañana tomando el desayuno los rebeldes, la pecosa se paro por más miel, a su regreso no vio las galletas de avena que le había hecho Eleanor, ya que desde aparecieron los antojos, esas galletas eran su adicción. 

Tomo el periódico 🗞 y lo enrollo volteo a ver a su marido quien leia un libreto, PLAF PLAF PLAF. 

- ¿Que te pasa? 

- te estoy acomodando las ideas, para que no vuelvas a comerte mis galletas. 

- jajaja, glotona. 

- eres un grosero el bebé quería mas galletas. 

- aqui están, solo las tape con la servilleta. 

- ah - solto una carcajada, ella peleando por las galletas y ahi estaban. - perdón decía mientras se llevaba una a la boca. 

- pero deberías de dejarme galletas mi mamá las hizo - quería hacerla enojar

- no me las hizo a mi 

- no lo creo yo soy su hijo y tu solo me la quieres robar. 

Ella con el embarazo andaba mas sensible, asi empezaron a salir las lágrimas sin poder contenerlas, ella también había sentido ese apego por Eleanor, pero no pensaba robarsela a Terry. Ella sollozaba. 

Al ver como se encontraba su pecosa se sintió un miserable, - no pecosa no llores, estoy jugando amor, limpiaba sus lágrimas pero seguían saliendo. 

- perdón yo se que es tu mamá no te robare su atención. 

- no amor no me molesta, me hace muy feliz verlas juntas

- entonces por que lo dijiste? 

- estaba jugando, para hacerte enojar, pero no me molesta me da gusto ver como se llevan y que pasen tanto tiempo juntas

- De verdad? 

- si amor, yo se que ella te ve como una hija la que siempre quizo tener y tu la vez como madre la que te hizo falta, no estoy celoso ni nada, me da gusto yo te amo tanto, que si tu quieres te la regalo - decía eso para hacerla reír 

Ella sonrió - te amo, la verdad disfruto mucho del tiempo que paso con ella - se acercó y le dio un beso cargado de tantas emociones. 

El sabía que ese beso no acabaría asi, terminaron haciendo en amor en la sala el sentado y ella encima a orcajadas, el la veia mas hermosa cada día con su vientre de 7 meses. 

Los meses pasaron en el parto no hubo complicaciónes, Terry se metió a la fuerza a la sala de partos y estuvo ahi sosteniendo la mano de su pecosa, fue el primero en ver a su hermoso hijo Alan  un bebe de ojos azules como los de el, con su misma nariz, boca y barba partida,  pero peloncito. 

Cuando lo cargo siente lo mismo que cuando conoció a Candy que nunca en su vida lo quiere soltar no podría vivir sin el. 

- pecosa no tiene cabello 

-déjalo esta recién nacido ya le saldrá

- mmm aposté con Albert que seria castaño 

- tonto


Los meses pasaron sus vidas se adaptaron al nuevo integrante ya que había ocasionado varias disputas, ya que su padre no lo soltaba y cuando los abuelos llegaban querían pasar tiempo con el, solo se lo prestaba para que le dieran de comer y lo cambiaran de ropa. 

Candy entró a su recamara y vio a su esposo cómodamente sentado en su sillón con su hijo acostado encima de el plácidamente dormido mientras acariciaba su cabellito castaño y lacio. 

-hay que llevarlo a su cuna. 

- déjalo aquí un ratito más

-no, quiero que me hagas el amor ahora.  Lo decia coqueta 

Acto seguido, se paro y llevo a Alan a su cuna a la habitación de alado era la única manera que soltaba a su bebé.



FIN 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MI HISTORIA ES LA PRIMERA VEZ QUE ESCRIBO, LAS INVITO A LEER MI LINDO AMOR, ES DE T Y C CLARO CON SUSANA SU ACCIDENTE PERO ALGUIEN LOS AYUDARÁ A PASAR LAS DIFICULTADES. 

Amiga te ayudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora