Amanecer parte 3 © [ Editando ]

La oferta.

NARRA MARCOS

Salí hecho un furia de casa de mi hermano, y enseguida Seth salio en mi búsqueda.

-Tio, ¿donde vas?

-Voy a buscar a Renesmee y a ese maldito antídoto.

-Ella ya no es como antes, no te va a ayudar y no dudara un  segundo en arrancarte la cabeza si te pasas un pelo con ella, y ademas, ni siquiera sabes donde esta.

-Si que lo sé.

-¿Donde?

-A las afueras de Port Angeles

NARRA RENESMEE

Me encontraba sola en la casa que habíamos conseguido ocupar, a las afueras de Port Angeles, cuando sonó la puerta, mientras iba hacia ella grité:

-Subnormales, ¿por que coño no os lleváis las llaves? -pero cuando abrí la puerta me di cuenta de que no era quien yo esperaba-. ¡Marcos! ¿Que coño haces tu aquí? ¿como me has encontrado? pasa.

Entro dentro de la casa, esquivandome en la puerta, y se fue hacía el salón para después sentarse en uno de los sofás.

-Yo también me alegro de verte- bromeó-. Vengo a proponerte algo, pero antes, ¿no te gustaría saber como va todo por Forks?

-Me la suda, pero me lo vas a contar de todos modos, así que...

-Exacto- ¿Que coño hacia este aquí? y encima me había sentido obligada a invitarle a entrar, ya que se supone que esta casa esta bacía, y ningún vecino nos puede ver-. Pues por casa todo va fatal, ¿sabes que tu amigo ha dejado medio muerto a mi hermano?- me encogí de hombros-. Veo que te da igual... bueno... pues a mi no.

-¿Y yo que tengo que ver con eso?

-Sabes quien puede ayudarnos

-En efecto, lo sé, pero... ¿que gano yo si te lo digo?

-Me perderás de vista.

-Yo no gano ni pierdo nada perdiéndote de vista, así que...

-Me voy a entregar a cambio del antídoto, se que esta buscando a lobos, aunque no se para que.

-Eres valiente, eso lo admiro, creeme, pero que te entregues sigue sin darme nada.

-Te da algo si me entregas tu- sonreí, llevaba razón, me interesaba llevarme bien con Klaus.

-Y, ¿que quieres a cambio? porque no creo que sean solo una palabras.

-Que me acompañes y te encargues tu, en persona, de que te entreguen el antídoto y de dárselo a mi hermano, y, por supuesto, que te quedes al menos dos semanas después de darle el antídoto a mi hermano en Forks para ver como evoluciona- estaba claro que estaba midiendo sus palabras.

Le mire largamente, pero al final sonreí y asentí.

Damon estro en la casa.

-Hola Damon, tengo que hacerte unas preguntas- le dige llevándomele hacia el salón.

-¿Que hace este aquí?- pregunto mirando con cara de asco a Marcos.

-A venido a pedirme ayuda.

-¿Y tu se la vas a dar?

-Me interesa.

-¿Y yo que se supone que te tengo que decir?

-Sabes donde esta Klaus- dije sin mas rodeos.

-¿Por que se supone que le tengo que traicionar?

-No es traicionar, es solo decir un lugar, y sabes que te puedo obligar.

-Lo sé, pero, ¿lo harías?

-¿Que te hace pensar que no lo haría?

-Porque me lo debes.

Sonreí.

-¿De verdad crees que aun conservo mi humanidad?

-Sé que esta ahí, pensé que me ibas a gustar mas así, pero me equivoque.

-¿Crees que no hice por ti?, ¡lo hice por mi!, porque estaba harta de sufrir, lo necesitaba, creía que de un momento a otro no iba a aguantar e iba a hacer una locura, estaba cerquisima de caer en una depresión, si no había caído ya.

-¡Tienes que aprender a encontrar un punto medio!

-¡¿Y que pasa si no quiero encontrarlo!? ¡Dime donde esta Klaus!

-No puedo.

-Si que puedes, ¿donde esta?

-Solo os puedo decir la dirección de la única persona en la que confía lo suficiente como para decirle donde esta sin tomar precauciones, esta en el bosque, iendo hacia el sur, es lo único que se.

-Gracias, vamos.