¡¡¡ESTO NO ES NORMAL, NI QUE FUESE YO ALICE!!!

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Cuando los ancianos acabaron de contar las leyendas, nos quedamos los lobos y las improntas alrededor del fuego. Todos nos mirabamos como si alguien hubiera dicho alguna cosa mal durante la charla de Billy, que no era nada importante para mi, ja que ahora los licántropos y los vampiros vivían en paz después de mi nacimiento. Aún así no habían cambiado la norma de que los lobos no podían transformase en el territorio de los vampiros, y igual al reves, los vampiros no podían cazar en el territorio de los lobos sin su permiso.

-¿Jugamos a algo?- preguntó alguien que no reconcía la voz.

-Como que?- respondí pensativa, mientras intentaba pensar a que podríamos jugar.

-¿Que os parece una botella?- contestó la misma persona.

Empecé a toser al atragantarme con la Coa-Cola que estaba bebiendo, vi como Katherin abrazaba a Quil por detrás, como Kim y Jared asintieron, esto lo conocía, ¡DE MI SUEÑO! y me volví a atragantar.

-Ness, ¿estas bien?- me preguntó Jake preocupado.

-Si, si, claro, no pasa nada, solo es que me he atragantado- dije intentando disimular mis pensamientos.

-Por mi genial- dijo Katherin, no, no, esto no es normal, no es normal me dije a mi misma, ahora Jake no aceptara, ¿no?.

-Eh... creo que yo me voy- dije mientras me levantaba.

-¿Porque Renesmee?, ¿tan mal besas?- me preguntó Katherin, la miré con mala cara.

-Desde luego no tengo tanta esperiencia como tú- le dije sin mirarla a los ojos para así poder evitar mejor que se metiera en mi cabeza para encontrar el motivo, lo malo es que ya lo estaba haciendo.

-¡¿Que me estas llamando?!- me dijo mientras chillaba como una loca hacia mi.

-Yo no te estoy llamando nada, solo digo lo que pienso, ya que estas poniendo tanto afán en descubrirlo. Sabiendo que tengo un padre lector de mentes, ya deberías saber que no es fácil descubrir mis secretos metiéndose en mi cabeza, tengo práctica- dije levantándome, ella se levantó a la vez que yo y ambas a una velocidad poco humana nos aprochimamos furiosamente, cogiendonos cada una del cuello, nos faltaba sacar los colmillos para que supieran los espectadores lo furiosas que estábamos.

-Chicas, chicas, tranquilas- dijo Sam, que se habia quedado apartado junto a Emily.

-¡¡CALLATE Y NO TE METAS EN DONDE NO TE LLAMAN!!- dijimos las dos a la vez, el se calló y no volvió a hablar en toda la noche, al menos no con nosotras.

-¿Que tendrás que esconder para que no quieras que entre?- Jake y Embry se levantaron rápidamente con intención de proteger cada uno a su impronta.

-Eso no es asunto tuyo, ¡PUTA!- le dije furiosa.

Ella se rió como una vieja desquiciada.

-¡UY! eso casi duele, zorra.- me contesta mientras coloca su mano más apretada a mi cuello, y unos segundos después yo hago lo mismo en su cuello.

-Pues que bien lo disimulas, también tienes práctica en eso, ¿verdad?, en "disimular"- lo último lo dije en un tono irónico, muy irónico, mientras empezaba a salir una sonrisa en mi cara.

-¿Por qué lo dices?- dijo ella ¿temerosa?

-¿Que nos escondes, Katherin?- le pregunte mientras sonreía más.

-¿Por qué hos escondería yo algo?- dijo ella con cara inocente, si definitivamente "disimulaba" muy bien.

-No se, dimelo tú.- le dije para contraatacar.

-No tengo nada que decirte.- me dijo mientras sus ojos me miraban con rabia.

Le sonrei, sabiendo que estaba cayendo en mi trampa de PUTAS.

-Ya se sabrá, creeme- y con eso di media vuelta y me fui.

Jake me siguió de cerca, en silencio, simplemente me observaba desde atrás, con cara preocupada. Cuando llegamos a su casa por fin decidió hablar.

-¿Que a pasado?- me pregunto enfadado.

-¿A cual de las cosas te refieres?- le miré como si no me importara nada lo que me estaba preguntando.

-A todas.- me respondió.

-Muy bien, he decidido irme porque no piendo besarme con la manada- mentí -, me he puesto así con Katherin porque estaba usando sus poderes de vampira contra mi- el intento hablar pero no le dejé- y tercero, ella nos oculta algo, Jake, cuando le he dicho lo de disimular ha retrocedido y ha moderado su tono de voz, eso quiere decir que tiene miedo porque cree que se algo que no debería saber.

-¿Y lo sabes?- me pregunto extendiendo los
brazos.

-No, si no te lo hubiera dicho.- le respondí bajando mi vista avergonzada.

-¿Quieres volver a casa?-me preguntó alzando mi cara para que le mirara a los ojos.

-No, aun no.- lo dije mientras contemplaba sus hermsos labios.

No me había dado cuenta que mientras hablaba conmigo se había estado acercando cada vez más hasta que estuvo tan cerca de mi cara que nuestras respiraciones se entrelazaban, me asusté y casi me caigo, pero me cogió y me abrazó con fuerza, acercó su cara a la mía y yo al la de él, hasta apenas quedarnos a uno o dos centimetros de su maldita sexy y provocativa boca.

-Siento haberte asustado- me dijó, todavía cerca de mis labios.

-N-no pasa nada- dije hiperventilando mientras él hacia  el intento de acortar la distancia que separaba nuestros labios, pero yo le rechace por segunda vez en el día, y no porque no quisiera probar sus labios, que lo deseaba, sino por como reaccionaria mi padre al respecto. Vi como se apartaba, apenado y triste.

- Jake, yo ...- intenté explicarle el porque no podía besarlo pero mi voz se fue apagando.

-Olvidalo, no pasa nada.- me dijo con un tono de voz triste.

-Jake, entiendeme, no puedo ocultarle a mi padre cosas todo el tiempo ...- le dije mientras pasaba mis dedos como si fuera un cepillo en mi pelo.

-¿Porque se lo tendrías que ocultar?- me preguntó sorprendido.

-Porque no quiero que cumpla su amenaza de las 3 patas ... ya sabes de que hablo.- le expliqué frustrada por no poder besar esos carnosos labios.

-Si, lo sé.- me dijo mientras miraba mis labios otra vez.

Pero todavía tenía en los ojos esa pena.

-Jake ..., por favor, no me mires así, me duele verte sufrir- le dije volviendo a acercarme a él.

-¿Es ese el único motivo por el que no quieres besarme?

-Si, que otro motivo podría haber?- le dije cogiendo su cara entre mis manos, él me miro a los ojos.

-No tengo miedo a tu padre.- me dijo seguro, pero sabía que en su interior había una lucha que núnca acabaría si no le decía mi opinión.

-Ni yo.- le dije acercando mis labios a los suyos y uniéndolos, fue un beso muy torpe, en parte por mi inesperiencia y en parete por su sorpresa, pero a mi me encanto, me acercó mas contra si y me beso con pasión, había pasado de ser un beso inocente... bueno, todo lo inocente que puede ser un morreo... a ser un beso ansioso y desesperado.

Amanecer parte 3 ©  [ Editando ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora