trente-six.

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trente-six.

el rubio dejó que el agua caliente que salía de la regadera quemara su espalda por unos minutos, mientras encontraba las fuerzas para moverse y continuar con su baño.

hizo un esfuerzo inhumano para sacar de su mente lo sucedido, y por un momento pensó que había funcionado.

tuvo que apoyar sus manos en la pared de la ducha para evitar caer y fijó su mirada en las marcas de sus muñecas, volviendo a sentirlo todo: el pánico, el dolor, el vacío, la respiración de su padre en su espalda, su peso sobre él, la fuerza con la que le tomó las muñecas.

y se rompió de nuevo.

soltó un sollozo fuerte cuando sus piernas fallaron y lo tiraron al suelo, a la vez que su puños se estrellaban una y otra vez contra la pared.

"te odio." un golpe. "¿por qué?" otro. "¿por qué? ¿por qué?" uno más. "¿por qué?" sus manos dejaron de golpear la pared para ir hacia su cabello húmedo y halarlo. "¿por qué?" continuó llorando bajo el agua de la ducha, sintiéndose más miserable que nunca y deseando nunca haber nacido.



bruised. mgc+lrhWhere stories live. Discover now