Extra 1

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Corría todo lo que sus patas podían, su pecho quemaba, pero era una quemazón exquisita; rosando lo masoquista. Pudo oler a sus compañeros, el bosque, cada pequeño animal que los rodeaba y corrían, alejándose de ellos, de sus pasos fuertes, su aura, sus lobos.

Desde que cumplió la mayoría de edad sus sentidos se habían afinado, era lo normal pero aun no se acostumbraba al percibir incluso pequeños aromas provenientes del pueblo; según YiXing, el que su sentido del olfato y orientación se agudizaran aún más que el de los otros, indicaban que sería un gran rastreador y parecía no equivocarse.

Gruño cuando sintió a Chanyeol llegar tras él, sintió un pequeño empujón y una mordida cercana a su costado izquierdo, era una advertencia, se estaba alejando demasiado y lo sabía, pero quería alcanzar los límites, de su cuerpo, del bosque.

Su naturaleza.

Quería saber hasta dónde podía llegar antes de desplomarse en el suelo y pedir entre gimoteos a su compañero; gruño ante el pensamiento y admitía que el dolor de sus patas no sea únicamente por la carrera que tenían aquella tarde. Un nuevo mordisco lo trajo de vuelta a la realidad, esta vez pudo sentir la presencia de Chanyeol mucho más grande, a pesar de todo aun era "un cachorro", su lobo reconoció al primer rastreador y, aun que un poco inconforme, bajo su ritmo hasta detenerse permitiendo que estaba vez Chanyeol vaya a la cabecera y dirija sus pasos.

Miro por ultima vez los límites del territorio.

Estaba tan cerca

- JongIn -la voz gruesa de su amigo lo saco de sus pensamientos, dirigió su mirada al hombre alto que tenía frente a si -Otro día será, vamos ahora.

Bufo en su forma de lobo y se gano un gruñido del pelinegro, bueno ya no era un cachorro en toda la regla así que decidió empujarlo un poco con su hocico. Esta vez el alto sonrió negando con la cabeza, vio cómo empezó su cambio, redirigieron su carrera.

De nuevo, la sensación de la tierra húmeda bajo sus pies lo reconforto, sintió el viento del bosque acariciar sus costados y las raíces extenderse al ritmo de sus lobos; cerro sus ojos y permitió el cambio en sus iris, la leve picazón aun era molesta pero esta vez pudo con ella, así que lejano a la sensación guio aquel brillo amarillento a través de los troncos hasta llegar al corazón de su amigo.

Abrió los ojos, sus iris doradas le mostraban el camino que tomaba Chanyeol, hacia donde ir, donde llegar. Su corazón empezó a latir más rápido que antes y conocia la sensación, sabia que no era por la carrera. El éxtasis de saber que con algunos pasos podría alcanzar e incluso adelantar a su mayor le nublo el juicio y aumento el ritmo de su carrera.

Escucho claramente el gruñido de advertencia, pero lo ignoro; como lo llevaba haciendo toda la tarde; rebaso a Chanyeol rápidamente y siguió el camino que el lobo había trazado para él, tan pronto como lo supero sintió nuevamente una mordida en su costado, pero esta vez no fue amable.

Termino en el suelo, con una sangre cerca de sus costillas y el peso de un gran lobo negro encima de él, no era tonto y mucho menos aprovechado de su situación, gimió mostrando rápidamente su cuello y vientre, se doblego ante el lobo más fuerte.

Chanyeol lo sostuvo un poco más del cuello hasta que lo considero totalmente sumiso, gruño bajo y ronco como ultima advertencia y lo entendía, había desobedecido varias ordenes en lo que llevaba su entrenamiento, Chanyeol empezaba a perder la paciencia con él.

Y vaya que le tenía paciencia

Además, había un numero contado de faltas de respeto que su lobo tolerara, había pasado el límite, nuevamente, así que tenía bien merecido el someterlo ante su autoridad, después de todo Chanyeol fue designado como su guía, debía seguir lo que le ordene.

Love An AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora