Volviste a pedir una limonada.
Y regresaste a tu camisa ordinaria.
¿Ayer era un día especial para ti?
A estas alturas nunca supe si tenías novia, ¿lo tienes?
Si ese es el caso, mi madre tenía razón. Me enamoro de las personas equivocadas y en el momento equivocado.
Parece que nunca podré gritarte todo mi amor, Simón.
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Una limonada y dos corazones ©
Short StoryEspero que nuestras miradas se encuentren algún día, y que la limonada nos haga compañía. Historia corta Finalizada 18/2/21