VISITA 3

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Pase y siéntese por favor Señor y permítame disculparme por la demora de citarlo para la otra sesión. Debo confesarle que me dio un poco de conmoción contarle lo sucedido porque es la primera vez que lo expreso con total confianza, con detenimiento y con detalles. Las anteriores entrevistas que me he permitido dar las hago muy rápidas como para que no me pregunten demasiadas cosas, pero con usted es diferente... si, ya puede sonreír, le estoy haciendo un cumplido. Su esposa debe sentirse afortunada por tener a un hombre tan generoso.

 He necesitado tomarme un poco de tiempo antes de continuar para repasarlos detalles, quiero que usted lo sepa todo paso por paso, y como me sentí. Estaparte es especial en realidad todo lo que le cuente será una parte de mí. Estahistoria es prácticamente mi vida... por eso recordar el pasado suele traermerecuerdos gratos o tristes. A partir de ahora ya no haré interrupciones en elrelato, si tiene alguna pregunta la revisaremos al final. Empecemos.

El cielo empezaba a despejarse de las nubes, el sol ya comenzaba a salir de su escondite, formando hermosas sombras bajo los árboles. Si asomabas tu cabeza por una ventana podrías notar el hermoso canto de los pájaros y el viento soplar contra tu cara o simplemente, escuchar la linda melodía del despertador.

—Ojala algún día dejaras de sonar eh— Dije mirando el reloj y con pereza. Otra vez tenía que seguir la rutina de todos los días.

Me senté en la cama aun con los ojos somnolientos mientras agarraba un peine y me lo pasaba por el cabello. Mire a mi alrededor en busca de mi laptop sin embargo esta vez no era para diversión... tenía que terminar un trabajo escolar.

Prendí la laptop y escribí el último párrafo de la tarea de investigación. La noche pasada no pude terminarlo ya que el sueño me arrastro a la cama cuando solo me faltaba terminar el ensayo, menos mal había programado mi computador para que se apagase solo. Guarde la laptop en mi maleta escolar junto con todos los accesorios que hoy necesitaría.

Al terminar me dediqué a arreglarme para ir a la escuela. Después de un cálido baño, me puse el uniforme escolar. En Colombia hasta que tú no entras a la universidad no puedes ir con la ropa que desees mientras tanto en mi colegio debes usar una falda verde a cuadros que te llegaba hasta más arriba de la rodilla y una camiseta blanca con botones. Me deje dos botones superiores de la camisa sin abotonar ya que esto lo hacía más sexy a mí parecer. Puse mis zapatos negros y me peiné una coleta alta con una flor artificial en el cabello. La verdad me gustaba demasiado peinarme así. Acomode un poco los crespos para que no quedaran algo locos y por ultimo me maquillé, una fina capa de labial sabor a fresa.

Al llegar a la cocina me detuve a mirar a mi mama. Tan linda como la luna, solo con unas cuantas arrugas significativas de la edad. Su cabello era parecido al mío solo que un poco más lacio. Su vestido color naranja que le llegaba hasta las rodillas la hacía parecer una princesa. Se encontraba preparando el desayuno así que decidí acercarme por atrás y abrazarla.

—Buenos días, mamá— Susurre dándole un beso en su cabello... olía delicioso.

Sonrió y volteo a mirarme. Ya sé porque papá se había enamorado de ella, sus ojos expresaban tranquilidad y amor.

— ¿Qué quieres de desayuno, Kat?— pregunto con esa voz que no quisiera jamás dejar de oír.

—Quisiera por fin comerme uno de esos deliciosos desayunos que preparas sin tener que irme—La mire y note su tristeza.

—Ya casi sales a vacaciones, Kat, solo ten un poco de paciencia y te preparare lo que desees.

Esboce una sonrisa

—Claro que si mamá, mañana ya es mi último día aunque sean unas cortas vacaciones, para luego regresar a la carcel—cogí una pequeña rebanada de pan mientras le daba un beso a mi mama en la mejilla— Estaré lo más pronto posible para cuidar a Justin y llevarlo a jugar futbol con sus amigos. No tienes que preocuparte por nada, ya sabes cómo soy de cumplida.

No debes contarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora