VISITA 15

278 39 5
                                    

*SE QUE HE ESTADO PERDIDA ESTOS DÍAS, OTRA VEZ ME DISCULPO. MUCHOS DEBERES Y COSAS QUE ME HAN IMPEDIDO SENTARME A ESCRIBIR, PERO AQUÍ HAY OTRA PARTE DE ESTA FABULOSA HISTORIA, ESPERO QUE LES GUSTE* *voto+comentario*

Esa también es una buena pregunta ¿Por qué esa noche estaba usando vestido y sobre todo, tacones? Ya sé que al principio de la historia comente que mi forma de vestir era bastante peculiar, converses, pantalones holgados, camisetas, etc. No es que fuera de esas chicas que visten extraño, solo era lo que me gustaba, claro que los colores como rosa, morado, incluso amarillo, me fascinaban, pero eso no significaba que no tuviera para emergencia tacones altos, blusas descotadas y faldas cortas. Habían momentos en los que necesitaría vestir "Formalmente" y aquella noche era uno de esos ¿No cree?

Julio 15

Repartir bocadillos y bebidas no era mi especialidad, desde hace bastante rato estaba propensa a derramar algo sobre mi vestido, debo decir que era malísima con el equilibrio.

La mamá de Layla se encontraba muy agradecida con la fiesta que su hija con ayuda de James y yo, le preparamos. Es una grata persona, se lo merecía.

James no se separaba de Layla y por momentos, cualquiera podía llegar a pensar que son pareja, claramente no los conocen como yo lo hago y sé que se llevan muy bien. James solo me saludó y me dio un halago por mi vestido, no ha querido cruzar mirada conmigo en toda la noche.

Mi hermano y mi mamá, estaban entonados con la música y sus risas me daban la sensación de que todo iba bien.

Todos parecían estar felices y eso me alegraba, era una fiesta sana (Hasta con vegetales) y solo podía decir, ¡Logramos lo que queríamos!

No era muy amante a las fiestas, es más preferiría en ese momento estar hablando con Noah... En realidad mi noche fue perfecta no gracias a la fiesta, sino a él, recordar su voz me enviaba otro corrientazo por mi cuerpo y muchas sonrisas que no podía disimular. Desearía haberlo escuchado más tiempo, quería devolverle la llamada, pero sé que no lo haría. Soy muy cobarde en estos casos.

Cansada de repartir, me senté en la butaca de la cocina con un vaso de soda, con cada sorbo, recordaba su llamada, sus fotos, sus mensajes. Nunca llegue a pensar que me enamoraría de esa manera.

Busque en mi celular algunas fotos que tenía guardadas de él y empecé a fantasear como siempre lo hacía ¿Cómo sería un abrazo de su parte o incluso un beso de sus labios? Suspirar ya no me aliviaba.

—Kathia... — Escuche una voz atrás de mi — ¿Qué haces aquí?

Mirando por última vez la foto y regresando a mi cruel realidad, bloquee el celular y me di la vuelta en el asiento, encontrando a un James mirándome confusamente.

—James— Dije asintiendo hacia él.

Se acercó, tomando un vaso y llenándolo de soda. Lo mire analizando bien sus movimientos, hace rato no estábamos solos.

— ¿Estas cansada?—Preguntó, tomando un sorbo.

—¿Debería?—Deslice mi mirada a sus ojos, las cosas entre nosotros no estaban bien y lo peor, es que no sé en qué momento pasaron a ser así.

—Solo preguntaba, Kathia — Devolviéndome la mirada con desafío, termine de tomar mi soda y decidida a salir de la cocina, James me agarró por el brazo haciendo que quedáramos frente a frente.

—Lo siento si no me he comportado como antes, no sé qué me pasa—¿James se está disculpando?

—No importa, siempre me has tratado así. No veo la diferencia ahora—Respondí, encogiéndome de hombros.

No debes contarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora