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Entre todas las cosas que podrían pasar, lo que menos se pensó que pasaría era estar en la casa de un par de extraños, donde tendría que vivir por un tiempo y así tener que acostumbrarse a... pues... tener relaciones sexuales.

Tenía que empezar a acostumbrarse a decir esa palabra también, ya era su trabajo lo quiera o no, en especial si quería tener un techo bajo el cual dormir y comida para sobrevivir.

Se sentía nervioso, con Pond frente a él, es que el profesional no iba a permitir una perdida de tiempo, la idea era que los tres durmieran en la misma cama, cosa que Ae comenzó a debatir pero que Pond ignoró, así como solía hacer, él siempre parecía tener la última palabra, su temperamento dominante se lo permitía y a Ae no le quedaba más que asentir, total, amaba a ese hombre y estaba seguro de que le amaban de vuelta, y el amor no permite hacerle cosas que le dañaran, ¿cierto?

Ae no negaría que le daba celos, más cuando entró a la habitación y los vio tan juntos, pero lo que más le extrañó es que por alguna razón no lograba descifrar hacia quien iban dirigidos, Pond le acariciaba las mejillas a Pete, esas mejillas tan suaves que había tenido el placer de tocar, ¿era acaso eso lo que quería? ¿y su novio?

Pues su novio lo vio llegar y le invitó a unirse, en otra situación simplemente hubiera dicho que no y se marcharía, sería algo raro e incómodo, él era solo un maquillador no un actor, pero algo le decía que fuera, quizá las ganas de tocar más al chico y averiguar si esa sensación al tocarlo aún estaría si la sentiría al tocar otros centímetros de su piel.

Pete pegó un pequeño brinco cuando sintió que alguien estaba a sus espaldas, y sus mejillas florecieron aún más al pensar en la única otra persona que podría ser, sentía las manos enlazadas que le recorrían en cuerpo y que comenzaban a pasar por debajo de su camisa. Quería disfrutarlo pero no, no estaba listo todavía, y con las pocas fuerzas de voluntad que le quedaban se deshizo de los dedos juguetones en su espalda y abdomen, corriendo a encerrarse en la primera puerta con cerrojo que encontrara en la casa.

Ae quedó ahí, como recién despertado de un sueño, con una vergonzosa erección en su pantalón que su novio no tardó en notar.

--Cuidado, no se te vaya a ocurrir cambiarme por el pequeño twink-- le dijo, riendo de lo que parecía haber sido una broma mientras daba un pequeño apretón al pene de Ae, mandando un profundo escalofrío por su espalda.

--Quizá lo haga-- dijo sorprendiéndose a si mismo de lo seguro y serio que estuvo al dar esa respuesta, casi automática.

Terminó besando intensamente a su novio, debía de liberarse, hace tiempo que no sentía algo tan profundo, tan placentero que el solo pensamiento de lo inalcanzado le llevaba cerca del límite.

Esa noche gritó como nunca antes, gozó como si... como si estuviera con él, pensó, "oh Dios, ¿qué me está pasando?" y así siguió hasta que la máquina imparable que era su novio decidió dar por terminada la sesión, ignorando por completo que en la habitación siguiente escuchaba atentamente todo lo que pasaba el muchacho de las mejillas de seda.






dos años... tiempo perfecto para actualizar, perdón si es un total desastre pero tuve que leer todo de nuevo y buscar como continuar, espero poder ser más constante, a todo esto, aun hay gente que lo lee? aksjd    






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⏰ Última actualización: Feb 25, 2023 ⏰

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