Capítulo V

17 4 0
                                    

Capítulo V

No puedo creer lo que me ha dicho, inquieta camino por el lugar analizando tantas cosas en tan poco tiempo. ¿Cómo es posible que uno de los vampiros de la primera generación haya sobrevivido? ¿Acaso mis padres y los demás nos mintieron al decir que sí lograron su cometido?¿Habrán otros vampiros con poderes? ¿Seremos esclavos de los malditos vampiros otra vez? Detengo mi andar en seco al pensar en esto. No, no podemos ser esclavos otra vez sino no estaría acá con un tratado de paz.  ¿Y si es una trampa? y me quieren a mí como rehén para que mi pueblo sea esclavo voluntariamente; no puedo hacer eso. No cuento con nadie, estoy prácticamente sola en este castillo lleno de vampiros. De repente unas manos sostienen mis brazos y una voz se escucha a lo lejos:

- Sarah, Sarah, ¿estás bien? Sarah, respóndeme por favor pareces un vampiro ¿Qué pasa?

Escuchar esa palabra, esa maldita palabra hizo que recobrara todo en mí por lo que me aparté bruscamente de Costel y corrí fuera de la cúpula sin mi abrigo para llegar a mi habitación.  Al llegar allí, tuve tantos pensamientos: preguntas, dudas, enojo, odio y desconfianza. Lo mejor que puedo hacer ahora es escapar, pero ¿hacia dónde? no conozco el lugar y recuerdo poco del país. Debo pensar las cosas bien, tengo que armar un plan porque es más que claro que como rehén no me voy a quedar y aunque pueda pelear con las armas que tengo acá no son suficientes para eliminarlos y menos a los sucesores de la primera generación. 

Mi mente trabaja en lo que debo hacer, mi huida no será en los próximos días pues se darían cuenta tanto Adela como los vampiros. Será mejor hacerlo cuando llegue una tormenta de nieve, así mis pasos se borrarán durante la tempestad y no podrán seguirme. Otra opción sería hacer caminatas diurnas para tantear el terreno y tener mejor orientación al momento de huir. Tengo que avisarle además a Meika, tiene que enterarse de que no todos los de la primera generación fueron eliminados, ¿pero cómo? ¡Buscaré la manera!

Durante los siguientes días me lo paso en mi habitación sin salir y le pido a Adela que mis alimentos sean llevados a mi aposento. Si alguien llegase a preguntarle a Adela mi indisposición a salir, ella responderá que es porque me siento sola sin mi hermana. Espero que esa sea una justificación válida para que ni Alexandru ni Costel se pasen por mi habitación. He tomado varios momentos durante el día para salir sin que nadie me vea, llevando una cuchilla pequeña en mi cinturón. Luego de varios kilómetros dejo una pequeña mancha de sangre en una piedra o árbol; me servirá para cuando los vampiros empiecen a buscarme sigan un rastro falso. Cubro mi mano herida con una venda, trato de hacer la herida en el mismo lugar para no levantar sospechas.

Ha pasado una semana y Adela me ha preguntado varias veces por mi herida en la mano, insiste en que le deje ver la herida para curarla, pero me niego; el plan va bien hasta ahora no hay tiempo para errores. En mi closet tengo una mochila con mi ropa y algunos alimentos, dentro de pocos días se acercará una tormenta de nieve y debo estar lista para huir. Costel tocó mi puerta una noche con el propósito de tratar mi herida o llevarme donde un doctor cerca del castillo, sin embargo me negué le comente sin abrir la puerta que era solo un rasguño sin importancia que pronto sanará. Creo que me creyó porque no volvió a preguntar.

El día esperado llegó, hace un sol radiante pero el frío sigue presente. Me abrigo bien y antes de salir lanzo mi mochila por el gran ventanal que da al bosque. Salgo de mi habitación y de repente se aparece Adela preguntando:

- ¿Adónde te diriges?-

- Iré a trotar al bosque unos minutos, volveré pronto - Menciono mientras sigo mi camino.

- ¿Quieres que te revise la herida ahora? - Insiste otra vez.

- ¡NO! - exclamo alterada - Mi herida va a sanar pronto. No es necesario revisarla - Sugerí y con ello seguí mi camino fuera del castillo.

¿TE ATREVES A AMARME?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora