Los malditos días pasan lentos y tortuosos. Gheata y Kassandra me han vuelto su “mascota preferida” porque según ellos necesito ser más adiestrada con los de su especie. Los odio, me han hecho objeto de burlas, bromas y entretenimiento. Trato de resistir a sus actos, trato de que mi lengua venenosa no se haga sentir, créanme de verdad que lo intento, sin embargo cuando no puedo resistir más y respondo a sus actos, los desgraciados usan sus poderes en mi. Detesto estar en desventaja y más con los los malditos chupasangres.Cuando no respondo como es debido Gheata me encierra en la celda de hielo y Kassandra por diversión, me paraliza y juega conmigo cual muñeca de plástico. Al final cuando están saciados de lo que hicieron a su antojo, me regresan a mi habitación sin fuerzas. He pensado varias veces en escapar, pero siempre aparece alguien; es como si supieran lo que haré. Y ni hablemos de los sueños que he tenido estando acá, me da terror volver a soñar, algunos de ellos rondan entre mi matrimonio con Alexandru, matar a Meika, la desaparición de mi familia o ser convertida en vampiro. Mis sueños se han vuelto tan terroríficos para mí que he tratado de mantenerme despierta por algunas horas pero al final mis ojos se cierran llevándome a esos horribles momentos y me despierto luego temblando.
Por otra parte, le he preguntado a Gheata por el supuesto trato que tenemos, en algunas ocasiones he sido tolerante a mis sarcasmos en otras no tanto, y el desgraciado busca la manera de no responderme. Estoy empezando a creer que fue una maldita trampa para mantenerme encarcelada y si fue así, yo fui más estúpida en caer en su trampa.
Los días siguen pasando, la herida en mi mano ha ido mejorando; es lo único bueno que debo admitir de ellos. Han usado alta tecnología para poder reducir el corte que me hice hace semanas a algo que ya ni me duele, si no hubiese sido por ellos mi mano no estaría o la infección se hubiera extendido a mi brazo.
Es algo extraño saber que el castillo está en decadencia, sin embargo en un plantel subterráneo del castillo se encuentra una habitación con inteligencia artificial capaz de tratar con humanos y sus enfermedades. Mientras caminaba por los pasillos era capaz de ver algunos pacientes en estados graves por enfermedades terminales luego de la guerra y luego ir recuperándose en poco tiempo. Esto es demasiado confuso.
Ya llevo varios meses en esta situación de los juegos y bromas de ambos vampiros. Me da miedo salir y sin cumplir sus caprichos soy mandada a la celda, congelan parte de mi cuerpo o me usan como juguete humano. Es demasiada tortura aun para mí. Una noche, estoy arrinconada en mi habitación cerca de la chimenea luego de que Gheata haya congelado parte de mi pierna por haberle pateado la cara después de que me tocó el culo descaradamente, puedo escuchar unos extraños ruidos a lo lejos. Quiero tener la fuerza para levantarme y ver que sucede afuera, pero no tengo la fuerza y mis ánimos son pocos, tal vez Gheata y la rubia están haciendo y deshaciendo. ¡Ugh! ¡Qué asco! Mejor no pensar en eso.
A pesar de que trato de enfocarme en los ruidos de la madera quemándose o de escuchar a los lobos aullando sigo escuchando los sonidos de afuera de mi habitación haciéndose más fuertes, y una voz que he escuchado antes llega a mis oídos:
- ¡Sarah! - escucho gritar a alguien a lo lejos.
Diablos ya mi mente está empezando a jugar conmigo, mucho había tardado luego de lo sucedido. Sacudo mi cabeza intento de pensar en otras cosas, me relajo unos segundos al no escuchar los ruidos fuera, pero la voz que antes había gritado se escucha fuerte ahora cerca de mi habitación:
- ¡SARAH! - grita Costel.
La puerta de abrió de repente mostrando a un Costel con una espada en su espalda, y su uniforme (botas negras, pantalones militares, una camiseta negra ajustada al cuerpo y varios cinturones sosteniendo armas de plata). Estoy en shock, mi cuerpo no responde a nada; solo veo como Costel se acerca despacio a mi mientras extiende su mano dando a entender que necesita mi aprobación para tocarme y saber por lo que he pasado. Duro unos minutos observando su mano, porque aun parece irreal que Costel y de seguro Alexandru estén aquí, que vinieron por mí.
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¿TE ATREVES A AMARME?
VampireMuchos tenemos heridas sin cerrar, heridas que duelen mucho y aún así volvernos fuertes para seguir adelante. Cerrar tu corazón a volver amar, y levantarte como si nada. Viviendo con un pasado en su corazón que les impide mirar al frente y dejar atr...