Capítulo VI

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Voy recuperando la conciencia, y puedo sentir que estoy acostada en algo frío y duro. La temperatura está gélida me doy cuenta por como mis dientes chocan entre sí, abro mis ojos y me doy cuenta que estoy en algo parecido a una celda, pero esta es de hielo. Me levanto como puedo de ¿una cama hecha de hielo? debo estar empezando a alucinar. Doy unos cuantos pasos hacia las gruesas barras de la celda, tomo unas cuantas respiraciones y grito:

- ¡HEEEEEEYYYYY! - ¡AYUDAAAAAAAAA! - ¡SÁQUENME DE ACÁ! -

No sucede nada, vuelvo y grito, esperando que alguien o quien esté designado a cuidar la celda aparezca. El frío se siente un poco más y no puedo seguir gritando, me siento en una pared de la celda, mi cuerpo tiembla por lo mismo, intento mantener mis manos calientes por medio de mi aliento pero este sale helado, tengo miedo que me de hipotermia.

A lo lejos escucho pasos que se acercan, giro mi rostro para ver a la persona que llega. Puedo ver que es un chico, lleva una máscara. Yo he visto esa máscara, ¿en dónde? Quiero enfocarme bien en donde lo he visto, pero mi condición me lo impide. El joven a unos centímetros de las barras se ríe y cuestiona:

- ¿Tan pronto se olvidó de mí, su majestad? - Mientras hace unos pasos extraños. Luego de unos segundos soy capaz de recordar quién es.

- Ba-a-ailé co-o-o-onti-i-i-go-o-o- Tartamudee.

- ¡Oh, claro que sí y fue muy divertido! - Expresa emocionado.

- ¿Qui-i-i-ien e-e-e-eres?- Pregunto.

- Me preguntas ¿quién soy?- En ese momento se retira la máscara del rostro y caigo en cuenta que es el mismo chico de pelo alborotado que vi de camino a la torre. - Permítame presentarme soy Gheata Vladislav - Hace una reverencia - y esta es mi morada.

- ¿P-p-p-po-orque-e-e...? - Trato de decir

- ¿Por qué estás aquí? - Finge con tristeza en su voz mientras se pasea por el lugar.

Se pasea por el lugar unos segundos y luego responde:

- Estás en una celda creada por mí, con mis poderes - Menciona mientras de sus manos salen copos de nieve. - Y como ya sabes eres mi invitada especial en mi preciosa celda. - Sonríe de forma picara - Esta celda mantiene tu cuerpo en una temperatura menor a los 35º Celsius, pero tranquila te mantendrá al límite sin que sufras de hipotermia -

Despacio intento pararme mis músculos duelen, luego me acerco a las barras sin tocarlas.

- Sa-a-acame p-p-or f-favo-r-r - Suplico

Gheata se detiene pensando en lo pedido y responde:

- Te sacaré de ahí, mi pequeña avecilla guerrera - En voz baja mientras extiende su mano derecha entre los barrotes para tocarme - Pero a cambio de eso tendrás que hacer algo por mí - Sonríe ampliamente mostrando sus dientes.

- D-d-e-eja-a-am-e-e s-sa-li-i-ir y t-te-en-dre-m-os u-un tra-a-a-t-to - Trato de decir.

Gheata con movimiento de sus manos hace que las barras se vuelvan delgadas, doy mis pasos cómo puedo, mis músculos están muy adoloridos por el frío. Al salir de la celda, caigo de rodillas ante él. Este se inclina un poco y sostiene con su mano mi rostro de cerca y susurra emocionado:

- "Hai să începem jocul, pasăre"

Luego de eso me lleva amablemente a una habitación del otro lado del castillo. Camino tratando de sostenerme de las paredes. Veo que las paredes están desgastadas y con grietas a consecuencia de la guerra. Cuadros destruidos y rasgados, parte del techo deshecho y rafagas de viento helado del exterior se cuelan por varios pasillos. A medida que nos dirigimos al destino trato de pensar en ¿qué querría Gheata a cambio por mi "libertad"'? No debo confiarme tampoco de él, aun siendo de un hijo de la primera generación por sus poderes no hace gran diferencia a los demás.

¿TE ATREVES A AMARME?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora