Final

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Final...

Un año sucedió que Tumnus (que ya era un Fauno de mediana edad y comenzaba a engordar) vino río abajo y les trajo noticias sobre el Ciervo Blanco, que una vez más había aparecido en los alrededores... el Ciervo Blanco que te concedía tus deseos si lo cazabas. Por eso los dos Reyes y las tres Reinas, junto a los principales miembros de sus cortes, organizaron una cacería con cuernos y jaurías en los Bosques del Oeste para seguir al Ciervo Blanco. No hacía mucho que había comenzado la cacería cuando lo divisaron. Y él los hizo correr a gran velocidad por terrenos ásperos y suaves, a través de valles anchos y angostos, hasta que los caballos de todos los cortesanos quedaron agotados y sólo ellos cinco pudieron continuar la persecución.

Los reyes y reinas entraron a la espesura de un bosque y antes de que caminaran una veintena de pasos, recordaron que lo que ellos habían visto era el farol, y antes de que avanzaran otros veinte, advirtieron que ya no caminaban entre ramas de árboles sino entre abrigos. Y unos segundos después, todos saltaron a través de la puerta del ropero al cuarto vacío, y ya no eran Reyes y Reinas con sus atavíos de caza, sino sólo Peter, Susan, Edmund, Lucy y Sarah en sus antiguas ropas. Era el mismo día y la misma hora en que ellos entraron al ropero para esconderse. La señora Macready y los visitantes hablaban todavía en el pasillo; pero afortunadamente nunca entraron en el cuarto vacío y los niños no fueron sorprendidos.

Este hubiera sido el verdadero final de la historia si no fuera porque ellos sintieron que tenían la obligación de explicar al Profesor por qué faltaban cinco abrigos en el ropero. El profesor, que era un hombre extraordinario, no exclamó "no sean tontos "o "no cuenten mentiras", sino que creyó la historia completa.

-No -les dijo-, no creo que sirva de nada tratar de volver a través de la puerta del ropero para traer los abrigos. Ustedes no entrarán nuevamente a Narnia por ese camino. Y si lo hicieran, los abrigos ahora ya no sirven de mucho. ¿Eh? ¿Qué dicen? Sí, por supuesto que volverán a Narnia algún día. Una vez Rey en Narnia, eres Rey para siempre. Pero no pueden usar la misma ruta otra vez. Realmente no traten, de ninguna manera, de llegar hasta allá. Eso sucederá cuando menos lo piensen. Y no hablen demasiado sobre esto, ni siquiera entre ustedes. No se lo mencionen a nadie más, a menos que descubran que se trata de alguien que ha tenido aventuras similares. ¿Qué dicen? ¿Que cómo lo sabrán? ¡Oh! Ustedes lo sabrán con certeza. Las extrañas cosas que ellos dicen -incluso sus apariencias- revelarán el secreto. Mantengan los ojos abiertos. ¡Dios mío!, ¿qué les enseñan en esos colegios?

Cuando todos se dirigían a sus respectivas habitaciones, un brazo jalo a Sarah de su muñeca hacia un cuarto. Era Peter...

-¿Seguimos casados no?- Le pregunto con emoción en su voz y Sarah sintió un nudo en su garganta. Estaba pensando divorciarse de él cuándo regresaran de la cacería...

-Supongo que somos demasiado jóvenes aquí, solo en Narnia seguiremos casados, no menciones el tema de aquí para adelante por favor...- Le susurro y le sorprendió el uso de sus palabras. Peter solo asintió y cuando la pequeña Sarah iba a salir del cuarto, algo sorprendente y extraño sucedió...

Peter la beso...

Fue un beso dulce y poco duradero. Un beso inocente.

Un beso de niños...

Cuando se separaron, la niña salió corriendo despavorida para toparse con Edmund, que la tomo de sus hombros...

-¿Estas bien?- Susurro con su rostro demasiado pegado al rostro de ella. Invadiendo completamente su espacio personal...

-Si...-Y trato de alejarse un poco pero el fundió sus dedos en sus hombros apretándola.

-¿Sigues enojada conmigo o ya me perdonaste?- Susurro contra su cara y Sarah pudo sentir el calor de su aliento...

-No estamos en Narnia Edmund... tú ya sabes la respuesta- Le dijo intentando alejarse y sinceramente seguía enojada con él. Además estaba demasiada aturdida con lo que paso con Peter...

-Está bien...-Dijo con tristeza el niño y la soltó. De repente, la pequeña Sarah vio como Edmund se acercaba peligrosamente (Más de lo que estaba) a su cara, a un punto fijo de su cara. A sus labios...

¿Qué todos habían tenido la misma idea al mismo tiempo?

Y cuando sus labios estaban a solo dos centímetros, ella salió corriendo (igual que con Peter) , con lágrimas en los ojos y se encerró en su habitación...

A llorar de nuevo...

Como lo había hecho el día anterior...

Todo la tenía aturdida y demasiado confundida...

Narnia, Peter...Edmund.

Tenía que aclarar su mente, sus pensamientos, sus emociones. Pero lo haría el día siguiente, porque ese día estaba demasiado exhausta.

Y sin más (Con las lágrimas todavía en sus ojos y una gran confusión atormentándole) cayó dormida...

Y este es el final de esta historia, pero no de Narnia o no, ni de Sarah...porque ustedes sabrán que:

"El fin de esta historia y el principio de todas las demás"

Fin...

Las Crónicas De Narnia: El León, la Bruja, El Ropero y la NiñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora