Capítulo SieteLas Puertas Cabalísticas

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El Cabalista trabaja de manera diferente. No es su intención que la mente se eleve en las alas de la metafísica hacia el aire rarificado de la realidad abstracta; formula un símbolo concreto que el ojo puede ver, y deja que así se represente la realidad abstracta que ninguna mente humana no entrenada puede aprehender.
Dion Fortune, The Mystical Qabalah.
El símbolo concreto que menciona Dion Fortune es el Árbol de la Vida. Desde principios de siglo, esta figura simbólica ha sido la piedra fundamental del ocultismo occidental. Fue desarrollada a partir de un conjunto de doctrinas místicas hebreas que, durante siglos, sedujeron a mentes más brillantes que la suya o la mía.
Como sistema mágico-filosófico que es, la Cábala es vasta, compleja y, gracias a los esfuerzos de los ocultistas modernos, está continuamente en evolución. Un hombre podría pasarse la vida entera dedicado a su estudio; muchos lo han hecho. En su aplicación práctica, parte de su amplio alcance incluye al Plano Astral.
Para llegar al Plano Astral, un cabalista utilizará los Triunfos del Tarot, pero de un modo especial. Su disciplina le asegura que, una vez que los trasponga, se hallará en terreno familiar. El sabrá, antes de iniciar cada viaje, cuan lejos desea llegar. Y también sabrá cuándo ha llegado. Sus visiones son objeto de un control estricto y cada una de ellas tiene un propósito específico.
Para comprender esto es necesario aprehender ciertos principios básicos. Presentarlos en detalle me demandaría más tiempo y energía de los que dispongo. Sin embargo, el siguiente bosquejo nos llevará, al menos, hasta las Puertas.
Por favor, analice la figura 6.
Se trata de un esquema del Árbol de la Vida tal como se lo emplea en las fraternidades esotéricas modernas. Está formado por diez esferas, o Sephiroth, con veintidós Senderos que las interrelacionan.
Como dice Dion Fortune, éste es un símbolo concreto que representa realidades abstractas, es decir, estados y fuerzas y sus relaciones mutuas. Constituye un esquema del Cosmos... y de la mente del Hombre.
Los cabalistas aceptan el axioma hermético "Arriba tal como Abajo". La estructura fundamental del Universo, en consecuencia, se vuelve idéntica a la estructura fundamental del alma. Las fuerzas que juegan a través de los vastos dominios del espacio interestelar son análogas a las fuerzas que juegan dentro de la psique6.
A través de los años, varias asociaciones han sido ligadas a los Sephiroth. Por ejemplo, Kether. la esfera suprema del Ser puro y primordial, está asociada con la Luz, la Unidad, el Parabrahma y el Sahamsara Chakra. Malkuth, al otro extremo de la escala, está asociado con la materia, el planeta Tierra, la inercia y los Elementos.
Todo estudiante que comienza a dar sus primeros pasos en la Cábala aprende las asociaciones principales y generalmente tiene a mano listas de las asociaciones menores. Pero si su interés va más allá de lo académico, entonces no se detiene aquí, sino que agrega sus asociaciones personales. No existe nada, conocido o desconocido, que no pueda ser encasillado dentro de una u otra de las diez esferas. Este encasillamiento personal da vida al Árbol y brinda al estudiante, cuando menos, cierta idea de la realidad que se encuentra más allá del esquema.
Dado que el Árbol es arquetípico, las fuerzas de los Sephiroth pre-existen en las profundidades de la psique. Las meditaciones esmeradas, llevadas a cabo frecuentemente durante muchos años, forjan vínculos asociativos de imágenes e ideas que con el tiempo pueden llegar a este nivel fundamental. Más tarde, pulsando el control adecuado, el estudiante puede establecer contacto con la fuerza de cualquier Sephira. Es decir, obtiene su poder.

 Es decir, obtiene su poder

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