La Luz Astral fue verificada en el pasado, y puede serlo en el futuro, mediante experiencias visionarias directas.
Israel Regardie, The Tree of Life.
Durante los primeros meses de 1969 conduje una serie de experimentos con las Puertas Elementales hacia el Plano Astral. Fue una curiosa situación la que me llevó a realizar estos experimentos.
Mi esposa y yo alquilamos un ala de una mansión de estilo georgiano en Irlanda. El resto de la propiedad en la que hay dos monumentos de considerable interés histórico, se extiende a varios centenares de hectáreas.
De estos monumentos, el primero es una iglesia medieval en ruinas, que se halla en un pequeño bosque cercano a la casa principal. Los registros dicen que esta iglesia de estilo normando data de 1210, y que su cementerio fue utilizado hasta fines del siglo XIX.
El segundo monumento, que se encuentra aproximadamente a un kilómetro de la casa y que está situado en el terreno más elevado de la propiedad, es un monolito prehistórico rodeado por un túmulo muy bien conservado.
Los expertos establecieron que el monumento data de la Edad de Bronce. El terraplén es casi perfectamente circular, con una tolerancia de alrededor de 30 cm, mientras que el monolito de granito, que tiene más de seis metros de altura y pesa aproximadamente doce toneladas, está situado en el centro matemático exacto.
El terraplén se interrumpe dos veces en sitios que señalan rústicamente el este y el oeste. Junto a la apertura del oeste se encuentra un espino; el tradicional Espino de las Hadas de Irlanda.
Dentro del cerco que encierra el terraplén, la tierra forma
una loma hacia el centro, algo semejante a un plato invertido. Por debajo del monolito, hay un sepulcro de piedra de unos dos metros y medio de largo y aproximadamente un metro veinte centímetros de profundidad.
En el año 1912 se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas en el sitio. Se desenterraron evidencias de restos humanos en el sepulcro y de una capa de carbón que se extendía en un radio de unos quince metros a partir de la piedra central. No se encontraron evidencias de que el terraplén hubiera sido - ni siquiera temporalmente - habitado en ningún momento.
Aunque a este tipo de construcciones se les aplique el término de "fortificación", parece poco probable que el lugar haya tenido significación militar alguna. También se pensó que pudo haber sido concebido originalmente como un monumento recordatorio a algún jefe tribal. Pero los huesos hallados en el sepulcro eran los de una mujer, así que la explicación más probable es que el monumento estuviera destinado a un uso religioso.
Como ocurre frecuentemente con los monumentos pre- cristianos, el lugar se convirtió en foco de la superstición local. Si, por ejemplo, uno da tres vueltas en torno de la piedra, puede solicitar un deseo, que se cumplirá. O, por ejemplo, si se trata de una joven soltera, puede pinchar un alfiler en la corteza del árbol, con lo cual conseguirá esposo.
En las historias del lugar, una mujer - inevitablemente señalada como bruja - fue muerta en el monumento por la Gente Menudo en el rath3. Ella fue al lugar a juntar leña, y cortó algunas ramas del espino. El árbol reaccionó en forma asesina, de modo que fue hallada muerta en el lugar a la mañana siguiente.
En la actualidad, estas antiguas supersticiones, en su mayor parte, también han muerto. Pero ni la arqueología ni el folclore pueden explicar la atmósfera extraña que rodea al monumento. Mi esposa, que es médium, no puede permanecer más de cinco minutos dentro del cerco del terraplén porque se pone nerviosa y se siente incómoda. Pasados unos minutos, debe abandonar el lugar.
Tanto el ganado vacuno como el ovino, que a menudo pastorean en los campos circundantes, tienden a evitar el lugar, aunque no del todo. La explicación corriente lo atribuye al pasto amargo, pero esto no explica la inquietud que los gatos demuestran al sentirse cerca del monumento.
El aura del lugar no permanece en forma consistente. Algunas veces no existe ningún tipo de atmósfera y mis propias observaciones indican un aumento de las fuerzas alrededor de los Festivales Solares: los equinoccios y los solsticios.
Nada de esto sugiere que el monumento exude mal alguno. Si bien al alcanzar su nivel máximo son poderosas, las fuerzas parecen elementales. Estas fuerzas existen en muchos lugares antiguos. Pueden no ser tangibles, pero son reales, y las personas sensibles reaccionan ante ellas.
Durante la semana de Navidad de 1968, mi esposa y yo recibimos la visita de unos amigos de Irlanda del Norte. Una noche la conversación versó sobre el ocultismo. Alguien sugirió un viaje de todo el grupo al Plano Astral, y yo acepté.
La técnica empleada fue la del Sendero Cabalístico, que describiré más adelante dado que no tiene relevancia en este momento. El viaje trascurrió con tranquilidad e inmediatamente después, dos de los invitados decidieron realizar un paseo a la luz de la luna, en dirección al monumento.
El día de Año Nuevo, una joven pareja holandesa, Nick y Bea Van Vliet, llegaron de visita a la propiedad. Dado que los paseos a los monumentos son casi obligatorios, pronto nos encontramos frente al monolito.
El interés de los Van Vliet no era puramente histórico. Como muchos de sus compatriotas, se sentían atraídos por lo místico. Ambos percibieron claramente la atmósfera del lugar, que en ese momento era muy potente.
Fui bombardeado con preguntas acerca del lugar; y casi en defensa propia, sugerí realizar una prueba de psicometría. La psicometría es una curiosidad espiritista, que implica recoger las "vibraciones" de los objetos. Por este medio, una persona sensible puede describir asociaciones pasadas con el objeto.
Nick Van Vliet se ofreció a probar la psicometría con el monolito de granito. Traspasó el cerco metálico protector y se mantuvo de pie abrazado al monolito con la frente presionada contra éste. En pocos momentos, comenzó a describir las imágenes mentales que le surgían.
Si bien no me dejo llevar demasiado por las teorías sobre las vibraciones misteriosas, me dice la experiencia que la psicometría puede funcionar, algunas veces con un resultado espectacular. El grado de éxito de este caso fue realmente extraordinario, aunque no en el modo que esperábamos.
En lugar de recoger recuerdos prehistóricos. Nick Van Vliet comenzó a describir visiones campestres. Al principio, yo no podía descubrir por qué las escenas me resultaban tan conocidas. Luego me di cuenta de que estaba describiendo los detalles del viaje astral que mis invitados y yo habíamos realizado en Navidad.
Estábamos ante una situación pavorosa. Y lo fue cada vez más. Bea Van Vliet, de pie junto a mí en el lado externo del cerco metálico me susurró al oído otros detalles del viaje. Ella sentía que su esposo le enviaba mensajes telepáticos.
Van Vliet era un visualizador profesional ordenado. Su esposa, además de su sensibilidad telepática también mostraba un talento natural en ese sentido. En vista de la asombrosa experiencia, les pedí que me ayudaran con una serie de pruebas. Ellos aceptaron, y la primera prueba tuvo lugar poco tiempo después.
La experiencia inicial fue catastrófica. Adoptamos el método cabalístico, y el matrimonio Van Vliet reaccionó enfermándose violentamente. Dos intentos posteriores utilizando la misma técnica produjeron resultados igualmente desafortunados.
A su favor debo decir que ninguno de los dos permitió que este desgraciado comienzo enfriara su entusiasmo. Un poco más tarde, por la noche, ambos estaban listos para intentar las Puertas Elementales.
Existen cinco Puertas Elementales básicas que llevan hacia el Plano Astral. Fueron desarrolladas - o descubiertas - en Oriente y traídas luego a Occidente por el Amanecer Dorado junto con una colección complementaria de doctrinas. En los escritos ocultistas se las conoce como los Tattvas o los Símbolos Tattva.
En la terminología hindú original, estos símbolos se denominan Akasa, Vayu, Tejas, Apas y Prithivi. Cada uno está asociado con un elemento alquímico y se equiparan (en este orden) con el Éter o Espíritu, el Aire, el Fuego, el Agua y la Tierra. Determiné utilizar los términos occidentales por ser más fáciles de recordar.
Si nos remitimos ahora a la figura 4, los símbolos aparecen en forma de bosquejo.
El primer paso hacia el empleo de las Puertas es confeccionar un juego de naipes incorporando estos símbolos. El tamaño adecuado será de veinte a veinticinco centímetros cuadrados de un cartón blanco. Se dibuja un símbolo en cada naipe, y se deja el fondo en blanco.
Una vez hecho esto, los símbolos deben colorearse de la siguiente manera:
Éter: negro o índigo Aire: Azul Fuego: rojo Agua: Plata
Tierra: Amarillo
Es importante que los colores sean fuertes y brillantes; por lo que las acuarelas son de escaso valor para este trabajo. Las pinturas para carteles son un poco mejores, pero no demasiado. Los naipes más útiles se realizan con pintura al óleo, o bien se los confecciona con papel glacé o papel de colores, recortado y pegado. Si fuese posible, conviene cubrir los naipes con una película trasparente para aumentar los efectos y proteger la superficie.
Al elegir los tonos adecuados, la fuerza del color y su brillantez también constituyen pautas esenciales. Un rojo bermellón brillante resultará efectivo para el Triángulo de Fuego. Para el Círculo de Aire, servirá un azul-cielo fuerte. El negro y el plateado no pueden presentar dificultades. Para el Cuadrado de Tierra debe elegirse preferentemente un color amarillo claro y brillante, antes que los tonos mostaza.
ESTÁS LEYENDO
BRUJERIA
SpiritueelAquí te voy a enseñar brujería ejemplo: astral,brujería de cocina,cartomancia,cristales,herbologia,historia,libros para empezar,magia de glamour,magia sexual,mitología celta,mitología griega,mitología mexicana,sexual magic, siglos y runas,WICCA