Bell Cranel. El conejo de la fertilidad [Cancelada]

Un viaje a la mazmorra. Parte 2.

Aquí el nuevo capitulo del conejo de la fertilidad, ya había dicho que lo tendría para mañana, pero creo que me pase demasiado, por lo que lo deje hasta aqui y esto es lo que les traigo. El plan original era que estuvieran las 8 chicas que fueron a bañarse, pero solo pude poner a la mitad, y aun así este capitulo quedo bastante largo por lo que solo estarán la mitad de la chicas. Bueno, espero que sea entretenido y no demasiado extenso. 

Ya había atardecido, serian ya alrededor de las 2, y la ciudad de Orario se encontraba cada vez más llena de visitantes de otros lugares, de muchos que querían ver el espectáculo de fuegos artificiales, de otros que solo querían unas vacaciones en la ciudad de los aventureros, pero sobre todo, de algunas chicas que habían llegado para hacerle una visita a cierto chico de cabello blanco, que en esos momentos, se encontraba en la mazmorra. Bell no era consciente de lo que le esperaba una vez que fuera de regreso a la superficie, ni tampoco lo que le esperaba estando en la mazmorra, ya que había algunas, que querían verlo de nuevo, y otras que por pura coincidencia, se encontrarían con él.

Bell estaba corriendo por el piso 18, preocupado por sus amigas ya que había pasado demasiado tiempo y ellas no regresaban. Pero mientras todo eso pasaba, en la ciudad de Rivira, Sinon y las demás estaban teniendo demasiados problemas, debido a un pelea que fue provocada por un grupo de idiotas, y que se fue extendiendo hasta que toda la ciudad se había convertido en un campo de batalla, pero que ahora estaba en calma, ya que todos habían sido golpeados, sin diferenciar culpable de inocente – parece que esto no acabo muy bien – dijo Sinon, mientras pasaba junto a todos los aventureros que se encontraban tirados en el suelo, cubiertos de sangre y de moretones por todo su cuerpo.

- ¿No creen que se pasaron un poco? – le dijo cuando estuvo en frente de un grupo de chicas, que al escuchar eso, se lanzaron sobre ella y le dijeron.

- ¡¿De que estas hablando?! Estos idiotas querían sobre pasarse con nosotras solo porque estamos en la mazmorra y por la fiesta que se acerca, son unos cerdos que solo piensan en coger – Sinon tragó un poco de saliva y pensó.

- Creo que eso me recuerda a alguien – y la imagen de Bell llegó a su mente.

- ¡Yo no solo pienso en coger maldita sea! – le gritó Bell desde quien sabe dónde – estoy obligado hacer esta historia, no es que me queje, de hecho me gusta, más si no se me pega el Sida, pero no confundas las cosas, no son tan degenerado como los que leen esto – finalizó el conejo.

- Eso fue raro ¿Cómo nos escucho estando tan lejos? – deben ser cosas mágicas que pasan, pero bueno, sigue con la historia – bueno – Sinon aclaro su garganta – nada de eso, solo decía que puede que fuera algo excesivo, ya que si llegaba Airmid a tiempo, seguro ellos estarían muertos, solo digo, me parece perfecto que se dieran a respetar, pero no de esta manera, tan salvaje.

Varias de las chicas se molestaron un poco, y a pesar de que comprendían un poco lo que Sinon queria decirles, también sabían que esos idiotas no entendían de otra manera que no fuera a los golpes, e incluso así puede que sigan fastidiando dentro de poco. Sinon y las demás vieron como algunas se iban de la ciudad, otras iban a una posaba, pero ninguna se quedó, mientras que ellas, solo decidieron ir a buscar a Airmid y a Lunoire. Y de regreso con el conejo con el pene de acero – ya deja de estarme jodiendo, quisiera verte en mi lugar - ¿En serio puedo? No sabes cuanto espere por eso, y ni loco desperdiciaría una oportunidad así – era una broma pedazo de estúpido - ¿Qué?...