Bell Cranel. El conejo de la fertilidad [Cancelada]

El día antes de Navidad. Parte 2

¡Si! Lo terminé a tiempo, pero ahora tengo que hacer el siguiente, me lleva la verga, no vuelvo hacer promesas con tan poco tiempo, ahora parece que estoy haciendo tarea, meses para trabajar pero comienzo cuando solo falta un día. Bueno ya que, ustedes vienen para que el conejo sea partido por la mitad verdad, pues ahi esta.

Ya eran alrededor de las 3 de la tarde, y a esas alturas Bell ya pensaba que nada más podía pasarle. Mikoto estaba dormida, Bell salió de la cama con cuidado y fue a buscar algo de comer, parecía que ya no le importaba que lo vieran desnudo si alguien entraba a la mansión, que el conejo caminaba como si fuera de lo más natural. Al llegar a la cocina escuchó unos ruidos extraños que no le importaron demasiado al principio.

- ¿Al menos puede dejarme comer algo? - dijo poco antes de que una bolsa tapara su cara - ya deberían saber que no necesito verlas para saber que son ustedes, Samira y Lena - se detuvo un momento - ¿Dónde está Aisha? Ella es la que normalmente me carga como costal de patatas - ellas seguían sin responder y lo dejaron caer al suelo poco después que se escuchó una puerta abriéndose - tengo un par de cosas que decir, en primer lugar exijo una etiqueta que diga frágil, van a dañar la mercancía y luego no van a querer pagarla, y en segundo ¿Para que me cubrieron la cara para traerme al cuarto de Aisha?

- Vaya parece que conoces muy bien este lugar - dijo Lena con una leve risa.

- Lena, ya sabes lo que pasa cuando me juntas con una amazona, no debería sorprenderte considerando que es de Aisha de quien hablamos - esto solo hizo que ellas volvieran a reírse - ahora quiero adivinar por qué me trajeron. Veamos, estoy desnudo, hay amazonas cerca, puedo sentir un olor similar al de ese afrodisíaco que Hermes me dio aquella vez - Bell movía sus manos como si estuviera uniendo punto - ya lo tengo, ustedes quieren hablar de sus sentimientos - esta vez fue una fuerte carcajada.

- Siempre me haces reír mucho cariño, no puedo creer que esté enamorada de un idiota como tú, pero eres lindo, fuerte e incluso aunque suene extraño viniendo se una amazona, me gusta que seas tan cariñoso con nosotras.

- Es parte de mi encanto, me sale solo - le quitaron la bolsa de la cabeza y la vio acostada en la cama con un traje nuevo, más parecido al de una bailarina - si crees que ese va excitarme, permítame decirle señorita, que lo ha logrado - no pudo evitar avergonzarse un poco por manera tan casual de hablar en esa situación - pero es básicamente lo mismo, te he visto caminar desnuda por la casa, tuve a 20 de ustedes encima a la vez y todavía no comprendo como es que sigo vivo ¿En serio crees que necesitas eso para que yo quiera meterme a la cama contigo?

- Se que no, si quisiera solo podría robarte igual que lo hicimos ahora y llevarte donde quisiéramos, pero esto es un regalo anticipado de mi parte y creo que la envoltura es muy buena - Bell solo miraba el cuerpo de Aisha, tenía razón al decir que ese traje le quedaba hermoso.