~Mi Primer Amor~ (Killugon♡)

~Una travesura y Una cita~

POV Gon

No sé como describir lo que siento en este momento, simplemente es hermoso… y se que solo llevamos dos semanas siendo novios, pero… han sido las dos semanas más hermosas de mi vida. Aunque… me apena tener que ocultarlo por Mito san, a pesar de que Killua me dijo que él estaba bien con eso, pude ver en sus ojos algo de pena… y no es para menos, a mí tampoco me gusta ocultar nuestra relación… de hecho, me encantaría gritarlo a los cuatro vientos, pero se que Mito san será un obstáculo. Rayos… no puedo olvidar la cara de pena que puso Killua… (Fin de la narración.)

Hace 2 semanas atrás.

Ambos chicos seguían durmiendo plácidamente después de todas las caricias que se dieron, hasta que de la nada tocaron la puerta del dormitorio del albino.

–Killua sama, el desayuno ya está servido para ambos. —Tanto el moreno como el albino dieron un saltito, ya que se asustaron por escuchar la puerta y sobre todo, porque Gotoh había abierto la puerta y los estaba mirando. –Va-vamos en un momento Gotoh.

–Gon sama, olvide preguntarle si era alérgico a algún alimento, ¿lo es? –Eto… n-no soy alérgico a nada, no se preocupe. –Me alegro mucho que sea así Gon sama, ya que en el caso de Killua sama, él es alérgico a las almendras y tuvo varios accidentes por está alergia. —El moreno miro con algo de pena al albino al saber sobre esos accidentes, y este se sonrojo por la carita que le puso el moreno. –G-Gon… no debes preocuparte, eso ya pasó hace mucho tiempo… —Miró a Gotoh. –Gotoh, ya te dije que mientras no estén mis padres, no me digas “sama”, no es necesario. Y si es por Gon… no debes preocuparte, ya que él y yo somos n-. –¡Mejores amigos! —Grito de la nada el moreno. –... Sí, eso… –Esta bien Killua… ahora me retiro, ustedes bajen a desayunar. —Dijo Gotoh, saliendo de la habitación.

El ambiente se puso tenso para ambos cuando se quedaron nuevamente solos, ninguno decía una sola palabra, hasta que el moreno habló por la angustia que sentía.

–Killua… no es lo que piensas… déjame explicarte por favor. –Es que… no lo entiendo, ayer nosotros nos confesamos… y nos besamos… ¿Qué somos entonces…? —Pregunto afligido el albino. –Killua… nosotros somos novios… es solo que… —Trago saliva. –Mi tía es homofóbica… y me da miedo que se entere de alguna forma y nos separe… —Respondió el moreno con los ojos ya húmedos. –Y sé que Gotoh no diría nada, porque ni debe saber de la existencia de mi tía, pero me aterra que se entere de alguna forma… yo he esperado esto por tanto tiempo… y ahora que lo tengo no quiero perderlo. —El albino al ver como estaba el moreno, lo abrazo por detrás para contenerlo. –Tranquilo Gon… no me perderás… y si para eso es necesario ocultar nuestra relación, pues entonces lo haremos, porque no estuve detrás de ti por tres años para que después nos separen… no lo permitiré. —En eso el moreno giro un poco su cabeza hacia atrás para acercar su rostro con el del albino, y así poder besarse. Fue un beso simple, pero muy reconfortante para ambos. –Perdón… y gracias Killua… –No debes pedirme disculpa, ni agradecerme Gon. Para mí es más importante estar contigo feliz, que decirlo y arriesgarme a perderte, pero no te negare que me encantaría gritarlo, para que el mundo supiera que ya tienes alguien a tu lado. –A mí también me encantaría no tener que ocultarlo Killua… y me da entre pena y rabia no poder decirlo por mi tía… pero necesito que te quede claro que de verdad te amo… y si en algún momento mi tía se entera, no te dejare… –Lo sé Gon… yo también te amo, por ti siento cosas que nunca antes había sentido ni experimentado. Y si llegara a pasar lo que tú dices… no me daré por vencido. —Diciendo esto último, ambos tocaron sus manos y poco a poco cruzaron sus dedos.

Volviendo al presente.

El moreno como era ya de costumbre, se fue a la escuela con él albino. En ese recorrido, a veces aprovechaban de tomarse las manos, pero solo si estaban completamente solos. Lo mejor era la tarde, ya que ambos se iban a comer helado o simplemente a conversar, pero a lugares más alejados, así podían interactuar como novios que son. Y a la vuelta, casi nunca había gente en el recorrido que tomaban, por lo que aprovechaban de tomar sus manos, abrazarse e incluso besarse en algunos callejones.