~Mi Primer Amor~ (Killugon♡)

~Más problemas...~

POV Killua

Que día más alocado el de hoy… primero se me confiesa una chica, después le cuento a Gon que soy gay… bueno eso sí que no lo esperaba… y luego le pido su número de contacto… aunque ahora sé que tengo más posibilidades con él, de hecho… ¿no será que ya le gustó? Mmmh acabo de sonar engreído… pero es que Gon pasa sonrojado conmigo, aunque con el frío que hace no es de extrañarse, pero… ¿y si de verdad yo soy la causa de esos sonrojos…? Aggh! Ya quiero verlo de nuevo, y mañana es sábado… tendré que esperar hasta el lunes para poder verlo nuevamente, a no ser… que le hable y lo invite a salir… ¡No, no y no! Debo ir más lento o lo espantaré…

Dentro de tres semanas aproximadamente habrá un matsuri, el que le da el comienzo a la primavera, que en mi caso es uno de mis favoritos, los cerezos se ven hermosos… y planeó invitar a Gon a ese matsuri, para confesarle lo que siento, porque… ya llevo tanto tiempo enamorado de él, que si no lo hago ese día no lo haré nunca… ya no puedo seguir aplazando esto, ya han pasado tres años… y menos ahora que ya sé que si puedo tener una oportunidad, y en caso de que me rechacé… no sé que haré en ese caso la verdad…

Bueno… en el caso de que me rechacé, al menos me gustaría permanecer a su lado, o tratar de conquistarlo… lo que sea con tal de ver su hermosa y dulce sonrisa, porque una de las cosas que me hizo enamorar de él fue su sonrisa…

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer…. Cuando yo tenía 14 años, me transfirieron a esta escuela, porque tuve que mudarme con mi familia a Kioto y antes estaba en Tokyo. Fue difícil para mí dejar toda mi infancia allá e irme de un día a otro a Kioto sin conocer a nadie, sin tener a mis amigos… que bueno hoy en día ya perdimos el contacto, o más bien yo lo finalice al darme cuenta de que hablaban mal de mi a mis espaldas, eran unos hipócritas… Pero todo mejoró para mí el día en el que llegue a esta escuela…

Como era de costumbre, me fui muy temprano a la escuela, pero está vez fui más temprano para aprenderme el camino a mi nueva escuela. El camino fue un poco enredado, porque tenía muchas calles… en ese momento había tomado el camino más largo sin saberlo, pero logre llegar a tiempo a la escuela.

Solo que antes de llegar, cuando aún me faltaban como 2 o 3 cuadras vi como un chico de estatura mediana, de cabello oscuro y tanto extraño… estaba jugando con un perrito callejero. Me causo gracia ver los gestos que hacía, para jugar con el cachorrito, pero cuando escuche su risa, tan suave… tan dulce y a la vez simple, hizo que mi corazón latiera sin control. Pude ver de perfil su sonrisa… que sin entender el porque, ya me encantaba. Y de la nada él se dio vuelta, y como si fuera un criminal, me escondí detrás de un poste, para no ser visto por aquel chico.
Aún recuerdo como puse mi mano derecha encima de mi corazón y como este latía como loco.

Cuando ya era hora de entrar a los salones, fui estando ya un poco más tranquilo, me presente, pero lo que nunca espere fue ver al mismo chico sentado en uno de los bancos de mí mismo salón. Trate de actuar neutral, pero por dentro me sentía tan avergonzado por haberlo espiado antes de entrar al salón.

Puede que suene tonto, pero me enamoré de él a primera vista… y lo sé porque ese día no podía dormir, porque solo podía pensar en sus ojos color miel, en su dulce risa que me hacía sentir paz, en su simple pero llamativa sonrisa… no podía creer que estuviera en el mismo salón que él, era como si fuera el… ¿destino? Sea lo que sea, estoy agradecido de que se haya cruzado en mi camino.

Lo único malo, es que cada vez que lográbamos iniciar una conversación nos interrumpían, y volvíamos al principio… era como un ciclo sin fin, hasta hace poco… cuando nuevamente nos cruzamos en el mismo lugar en donde lo vi por primera vez… fue algo tan inesperado, pero gracias a que se le cayó su gorro pudimos por primera vez hablar un poco mejor, sin ser interrumpidos, bueno excepto por mí mismo… soy un idiota, pero podría decir que cada vez estamos más cercanos, es genial poder hablarle sin ninguna excusa, o bueno la mayoría de las veces… haa… ya quiero que sea lunes para verlo… (Fin de su narración)