Capítulo 34

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Mi turno inicia hoy a las 7 de la mañana, he dormido solo 3 horas estoy agotada física y emocionalmente, la visita ayer en la noche de la mitad de la familia de Maya, fue todo un caos, desde el momento en el que tocaron a la puerta, todo se convirtió en una espiral de problemas, a tal punto que mi novia tuvo un ataque de pánico y explotó en una crisis nerviosa, logre que se controlara hasta 3 horas después de que su familia se marchó.

El verla tan frágil y con tanto temor, fue una de las experiencias más triste que he pasado en mi vida, el no saber que más hacer para consolarla me tenía con los nervios de punta, su llanto era desgarrador, podía erizar la piel de cualquiera que la escuchara, los vecinos la escucharon llorar y llamaron varias veces para ver lo que sucedía, estaban preocupados, todo eso me sobrepasaba, cuando logro controlarse, era tanto el agotamiento que se quedó dormida, así que aproveché para hablar con Lyana, se que es muy temprano pero esa chica debe estar ya en pie.

-¿Hola?-

-Lyana, soy yo Carina-

-¿Por qué me llama la hermana cuerda de la familia?- la escucho sonreír al otro lado de la línea- ¿ya te echaste a perder también?-

-No, te llamo por Maya Bishop, a tenido una crisis nerviosa-

-A las 6 salgo para su casa, ¿estás con ella?-

-Si-

-Perfecto, no la dejes sola hasta que llegue-

-¿No sería mejor que la veas en tu consulta luego?-

-La única forma que esa muralla tuviera una crisis nerviosa, es porque a sucedido algo con su padre y por lo que sé, eso sería terrible para ella, esto es una emergencia así que no te muevas de donde ella está-

-Está bien-

Tendré que retrasar mi consulta una hora, además que tendré que decirle a Maya que tengo conocimiento de sus terapias con Petrich, se que se va a molestar mucho pero esto es algo importante que solo una profesional debe manejar, de ante mano se que una crisis nerviosa, puede llegar a ser mortal para la persona que la padece, en pocas horas la crisis puede convertirse en depresión y si le sumas antecedentes suicidas es un situación de riesgo.

Comienzo a recordar a mi madre y su proceso final, si mi padre no hubiera sido tan soberbio y hubiera admitido que no podía ayudarla con su situación, posiblemente estaría todavía con nosotros y lo único que siempre me he prometido es, no cometer los mismos errores que mi padre, se que tal vez no tengo los mismos problemas que Maya con Lane, pero todos los seres humanos, aunque lo neguemos siempre reprochamos alguna cosa, aunque sea mínima a nuestros padres.

Duermo un poco, me despierto y mientras espero a Lyana, me ducho, le preparo el desayuno a Maya y me preparo para mi nuevo reto, que es controlar el enojo que posiblemente, mi novia, tenga cuando vea a su doctora en el apartamento, desayuno rápido, tomo la decisión de levantar a Maya para que esté preparada cuando llegue Petrich, me recuesto en la cama donde está aún dormida, se ven unos pequeños círculos violetas que rodean sus ojos, sus párpados están hinchados y rojos de tanto llorar, se nota a leguas, el estrago de la noche anterior sobre su físico, paso la punta de mi dedo índice sobre el contorno de su oreja, luego dejo pequeños besos detrás de esta, ella se revuelve un poco en la cama, no puedo evitarlo y la abrazo mientras beso su cuello con cariño.

-Bambina, sveglia (Levántate)-susurró en su oído.

Ella da un suspiro largo al escucharme, cuando su cuerpo comienza tomar conciencia de la situación, siento la contracción completa de todos sus músculos y cómo trata de alejarse de mi abrazo, entiendo su reacción de miedo y su urgencia por alejarse del contacto físico, sus ojos comienzan a aclararse, se ve desorientada, pero luego de un par de minutos, recuerda que está conmigo.

Poco probable (Maya y Carina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora