Poco probable (Maya y Carina)

Capítulo 6

Me asomó por la ventana, me saluda con la mano y una sonrisa, le hago señas de que entre, abre la puerta y se sienta en el asiento del copiloto, hace frío ya es más de la media noche, así que prendo la calefacción, veo que se abre la chaqueta y lleva otra camisa de botones blanca, que deja ver su escote y eso me hace tragar saliva, me obligó a mirarla a los ojos y sonreírle.

-¿Lista?-

-Si, ¿puedo poner mi portafolio en la parte trasera?- asiento con la cabeza y tomo su portafolio para colocarlo atrás.

-¿Qué tal te termino de ir con las señoras embarazadas?- pregunto mientras salgo a la carretera principal.

-Perfecto, hoy tuve 2 partos, pero todo tranquilo- me dice de forma alegre- ¿conoces el barrio Chino?-

-Si, ¿esa es la dirección?-

-¿No me digas que no te gusta la comida China?-

-No, digo si, es solo que pensé que me llevarías a un restaurante italiano- aclaró un poco confundida.

-No, acá no existe ningún restaurante Italiano que sea decente, el secreto es hacer pasta fresca todos los días y en los Estado Unidenses todo lo congelan-

-¿Tu sabes hacer pasta?-

-Claro que si, mi nona me enseño, la próxima vez cocinaré para ti- me sonríe - es aquí-

Parqueo frente a un pequeño restaurante, bajamos del auto, ella se cubre con su abrigo corre una brisa bastante fría, luego me toma con su mano derecha y entrelaza sus dedos con los de mi mano izquierda, nos dirige hacia la entrada, al parecer que está cerrado el local, pero sin más abre la puerta y entramos.

-Hola Lee- veo que sale una chica bastante joven de la parte de atrás del lugar.

-Hola Doc, ¿vas a cenar?-

-Si y dile a tu madre, que traigo una cita- le dice mientras me dirige a una esquina del local.

-Mamá se pondrá muy feliz pero papá va a enfurecer- la chica se ríe.

La chica regresa a la parte de atrás, nos sentamos y la miro con cara de pregunta, ella se ríe y se encoge de hombros, luego sale un hombre alto y delgado con cara de pocos amigos.

-¿Sabes cuál es el trato?- le dice mientras la apunta con el dedo.

-Por eso la traje- No entiendo nada pero todo esto me está poniendo algo nerviosa y si al final eso de ser doctora, es una tapadera para alguna asesina serial, mi cabeza comienza a entrar en pánico- puedes mostrarle la mano derecha, si no lo haces no nos va a alimentar- me dice en forma de susurro y eso me saca de mi trance paranoico.

La miro y me guiña el ojo mientras me toma la mano y se la extiende al hombre, él la toma de forma suave pero con firmeza, la mira detenidamente, luego le hace una seña con la mano a Carina, ella le da la mano derecha también y el hombre la examina al igual que la mía, para luego alternar la mirada entre cada palma.

Luego de unos minutos nos suelta y me mira con cara de duda y se retira por donde entro sin decir nada.

- ¿Qué fue todo eso?- pregunto un poco inquieta y confundida.

-Conozco a los Cheng hace años, trabaje para él como mesera mientras estaba en secundaria y parte de la universidad, según su familia sabe leer la mano y pues él fue el que me dijo que sería médico, antes de siquiera yo saberlo- me dice mientras se pone de pie y saca de un mueble una jarra y un par de vasos.

-¿No me digas que eres supersticiosa?- la miro con los ojos achicados- una mujer de ciencia y además supersticiosa, eres alguna clase de chamán- le digo mientras río.