⭐ Naruto OS y Escenarios ⭐

✨ Especial ✨

Al principio no te molesto...pero luego de una semana ya te empezaba a irritar el hecho de que aquel niño te siguiera a todas partes, principalmente porque no podías hablar con tranquilidad sin que el mocoso escuchará tus conversaciones, así que decidiste que era hora de confrontarlo...

✨ Naruto ✨

-Por qué me sigues?- preguntaste a sus espaldas por lo que el chico se asustó y se alejo de ti en un salto

-Co-como?- tartamudeo, era claro que ibas a saber que te seguía, eras de las mejores ANBU de la aldea o mejor dicho, la mejor.

-y bien? Piensas decirme o tendré que torturarte?- el chico tragó saliva, no ibas a torturarlo en realidad

-Mi sensei me dijo...que tu eres una Uzumaki- Iruka... su voz sonaba apagada, lo miraste sería.

-Y entonces?- te sentaste a la altura del niño que conocías como Naruto.

-somos familia?- su pregunta te tomo por sorpresa, conocías su historia y era triste, casi tan triste como la tuya...

-No, solo somos del mismo clan- el chico asintió y unas lágrimas bajaron por sus mejillas, calculabas que tenía unos 5 años en ese entonces o tal vez más

-Lamento molestarla Señorita- empezó a caminar y suspiraste, seguro te arrepentirás de ésto luego

-pero no necesitas compartir lazos de sangre con alguien para considerarlo tu familia- el pequeño rubio se giró a verte con pequeñas lágrimas en los ojos- puedo ser tu tía si quieres- guiñaste un ojo y le sonreíste, el niño corrió hacía ti y te envolvió en sus brazos mientras lloraba de felicidad- Hay que ir por Ramen

-me encanta el Ramen, deberás!- te miro y sonrío, desde aquel día el pequeño Uzumaki rubio y la ANBU rojo de la aldea de la hoja no volvieron a sentirse solos...nunca más.

✨ Sasuke ✨

Te encontrabas en el desierto barrio Uchiha, eras una sobreviviente del clan gracias a que aquella noche no estabas presente en la aldea, un pequeño Chakra se sintió a tus espaldas, escuchaste los pasos del pequeño azabache y suspiraste, el niño se sentó a tu lado en aquella banca y te miró

-qué quieres?- cerraste los ojos, el mocoso llevaba siguiéndote varios días

-quiero aprender de ti- dijo firme y abriste uno de tus ojos para verlo

-No entreno niños- cerraste tu ojo nuevamente- busca otro Sensei mocoso

-Eres la única Usuario del Sharingan que conozco!- dijo alterado, suspiraste y lo miraste con el ceño fruncido.

-Hatake Kakashi, te di el nombre haz el resto y déjame tranquila- te levantaste de la banca dispuesta a irte pero su manito sujeto la tuya, lo miraste con el ceño más fruncido pero tu expresión se suavizó al ver sus lágrimas y el dolor en sus ojos.

-Por favor...- su voz se quebró, te sentiste una basura por ser tan hostil con un niño de 8 que había pasado por tanto.

-Bien...ahora suéltame- el niño en vez de acatar tu orden te abrazo mientras lloraba más en tu vientre, tocaste su cabello y lo apretaste un poco más a tu cuerpo, también necesitabas un abrazo.

-juro ser el mejor aprendiz que tengas en la vida- dijo mientras secaba sus lágrimas pero para cuando volvió a abrir los ojos tu ya no estabas- lo juro...

✨ Gaara✨

Te encontrabas de guardia en la entrada de la aldea, la noche era fría  y ese mocoso seguramente se resfriara si seguía viéndote desde las sombras.

-Sal de ahí y vete a dormir- tu negra arena con residuos de metal cargo al chico hasta ti y lo miraste severa, los ojos del niño estaban lleno de terror al ser descubierto- o te resfriaras

El niño te miró sorprendido por tus últimas palabras, parecías preocupada aunque él no estaba del todo seguro.

-mi arena no reacciona ante ti- dijo casi en un susurro, lo bajaste y suspiraste, no estabas segura de decirle.

-Cuando tu mamá estaba embarazada yo me encargue de cuidarla, al parecer esos días quedaron en los recuerdos de tu arena y por eso no te protege de mí- te agachaste a su altura- ahora ve a dormir- el pelirrojo comenzó a llorar, no sabías si habías dicho algo malo.

- No puedo dormir, él no me deja- lloriqueo y entendiste todo, antes del nacimiento del niño el Kazekage te envío lejos de Suna, estabas en contra de sellar al Shukaku dentro de Gaara por lo que te apartaron.

-Cuando estabas en la panza de tu madre solía acariciar su cabello así- tu mano viajó hasta la cabellera del niño y éste cerro los ojos al contacto, viste como intentaba abrirlos con dificultad y sonreíste, tu arena lo rodeó y lo arropo como si de una cama se tratara, el pequeño cayó inconsciente por el sueño y por primera vez pudo dormir seguro junto a esa mujer.

✨ Neji ✨

La actual prodigio del clan Hyuga se encontraba caminando por las afueras de la aldea, un reporte de un intruso llego a sus oídos y el tercero decidió enviar a su Kunoichi más letal a investigar. Sabía del niño que estaba tras ella pero no le dio importancia al reconocer que era Neji, quien parecía ser el próximo prodigio de la rama secundaria.

La joven vio los hilos en el piso y se alarmó, freno de golpe y suspiró.

-elegiste un mal día para seguirme- dijo en voz alta, el pequeño se alarmó y retrocedió- quédate quieto Neji- el castaño hizo caso y la chica soltó otro suspiro- Bien, hay hilos por aquí, tal vez hayan trampas por todas partes así que quédate quieto, iré por ti- el cuerpo de la castaña se movió con cautela hasta el árbol en el que el pequeño Hyuga se escondió, al verse a los ojos el niño se sonrojo.

-lo siento...- dijo algo avergonzado, ella sonrío y revolvió sus cabellos

-tranquilo pero recuerda siempre que somos usuarios del Byakugan, nada se nos escapa...¿Por qué me seguías durante la última semana?- el ojiperla miro a otra parte- anda dime...

-quiero aprender ese Jutsu que haces... El del líder del clan- lo miraste sorprendida, el chico iba en serio con su futuro y además te elijo como su sensei

- creí que odiabas a la rama principal- la chica se cruzó de brazos, su respuesta iba a ayudarte a decidir si debías entrenarlo o no.

-Tu eres admirable- dijo casi en un susurro- y eres diferente a ellos- completo, algo que te hizo sonreír un poco más

-Bien, entonces te enseñaré con gusto- el niño te miró sorprendido.

-pero mí tío no dejará que lo hagas- se desánimo y frunció el ceño

- Tu tío es fuerte y es el líder pero no estoy bajo sus órdenes- guiñaste un ojo, te giraste dándole la espalda- sube, hay que completar ésta misión- el niño subió a tu espalda y con una enorme sonrisa te acompaño en aquella investigación, fue así como el pequeño Hyuga y tu se hicieron amigos, casi hermanos, desde ese día.