Capítulo 3

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–¿Quién era Shii? – la voz de la chica retumba en el pasillo.

–Soy yo Sakura-chan.

–¿Naruto?, ¿Qué te trae por aquí? – la sorpresa en el rostro de la chica se hace evidente.

–Solo pasaba para ver como estabas, hace mucho que no hablamos. Pase al hospital, pero me dijeron que no tenías turno hoy y era tu día libre dattebayo. – el tono animado de Naruto no podía faltar.

–Está bien, ¿ya desayunaste Naruto?

­–Aun no, pero pensaba en invitarte Sakura-chan.

–Oh, vaya, ya no es necesario que gastes Naruto. Shii ha hecho el desayuno, te prometo que te encantara, tiene mejor habilidad culinaria que yo.

Dicho esto, se encaminaron los tres a la cocina, Shii ponía cada platillo diferente en la mesa, realmente se veía demasiado bien.

–Por cierto, Sakura...– Shii llama a la chica ganándose su atención – Te mentí con lo de quedarme un par de días, realmente tengo que encontrarme con Darui y los demás en 30 minutos en la entrada de la aldea. Pero me gusto pasar por lo menos un tiempo contigo.

– ¿Qué? Dime que estas bromeando, me hubieras dicho ayer por la noche y hubiésemos pasado mas tiempo los dos. – el reproche de Sakura no se hizo esperar.

–Lo sé, pero te veías realmente cansada y no quería mole...

–Tú nunca serias una molestia Shii. –el deje serio y la mirada tranquilizadora que le dirige logra aplacar un poco su pequeño nerviosismo de ser el blanco de la chica.

–Vale, tú ganas. La próxima vez que venga a visitarte o viceversa, nos ahogaremos en sake como la ultima vez que estuviste en Kumo ¿Te parce bien?

–¡Te emborrachaste en Kumo Sakura-chan! – el grito de Naruto fue un recordatorio de que no estaban solos.

–Oh por dios Naruto, grítalo más fuerte estoy segura de que nadie te escucho.

El regaño de Sakura hacia su compañero de equipo hizo que se sintieran de nuevo en esa época en donde las misiones para encontrar animales domésticos perdidos sobraban.

–Lo siento Sakura-chan – una sonrisa nerviosa abarco los labios del rubio.

– Como sea, te acompañare a la puerta Shii. – dice al mismo tiempo en el que levanta los platos y se dirige a su habitación.

–No es necesario Sakur...

–Dije, te acompañare a la entrada de la aldea y no acepto alguna objeción ¿entendido? – el grito retumbo en todo el departamento haciendo estremecer a ambos hombres.

–Por dios, si que eres masoquista Naruto.

–¿A qué te refieres? – pregunta el ojiazul.

–Por favor, no te hagas el loco. Ambos sabemos que aun suspiras por Sakura.

–Te equivocas, yo amo a Hinata, soy feliz con ella. – niega – Sakura-chan es mi mejor amiga, solo eso.

–Si claro, solo déjame decirte una cosa. Sé sincero contigo mismo, si sigues anteponiendo la felicidad de los demás por sobre la tuya, vas a acabar viviendo una pesadilla. Por un momento has un acto egoísta, ve por tu bien, has lo que te dice tu voz interna. Es lo más honesto que encontraras. – de las veces que ha visto a Shii nunca había visto un porte tan serio en él, podría jurar que se escuchaba preocupado.

–¿Cómo se supone que deba hacer esto, no quiero herir a nadie?

–Eres el jodido héroe del mundo no puedo creer que te intimiden un par de chicas. A decir verdad, te lo creo de Sakura, es aterradora a veces.

Eso ultimo logro sacarle una sonrisa a Naruto, pero aun tenía mucho que pensar.

–¿Quién es aterradora? – en ese momento la presencia de Sakura aparece.

–Mi madre, ¿Quién más podría ser aterradora? – contesta rápidamente Shii.

–No hables así de tu madre torpe. – le da un suave golpe en el brazo al ninja de Kumo – mándale saludos de mi parte y sí sigue sintiéndose mal de la espalda, que me escriba y yo personalmente iré hasta Kumogakure.

–Bien.

🍥🌸

En la puerta de la aldea, un grupo de seis ninjas de Kumo aguardaban pacientemente a la despedida de uno de ellos.

–Visítame cuando puedas Sakura. – dice de forma nostálgica Shii.

–Claro, cuenta con ello. Ve con cuidado ¿vale? – habla Sakura dándole un abrazo.

–¿Por qué tanta desconfianza? – pregunta en tono burlón.

–Vayan con cuidado chicos – ahora Sakura se dirige a los demás ninjas haciendo sonrojar a uno que otro y al mismo tiempo entregándole un par de ungüentos para cualquier situación que surja.

Cosa que no le paso desapercibida al ninja rubio que automáticamente frunció un poco el ceño.

–Piensa muy bien en lo que te dije, cuando vuelva a verte quiero una gran variedad de Sake como recompensa, además, quiero ser uno de los primeros en recibir la invitación de boda. – el tono seguro en el que habla logra poner inquieto al Uzumaki.

–Te escuchas muy confiado y ni siquiera estas seguro de que es lo que voy a hacer. – refuta.

–No hace falta saber lo obvio. Como mi ultima ayuda hacia ti te diré que... – se acerca un poco más al oído del ninja de Konoha – No eres el único que se siente de esa manera Naruto.

Lo dicho por Shii logro descolocarlo por completo, ¿acaso ella...?

–Muy bien, mi trabajo ha terminado, pero Naruto... – habla– Esta en tus manos para que de verdad funcione. Espero que te esfuerces en la manera en que me vas a agradecer.

Y dicho esto, todos los ninjas de Kumogakure partieron de Konoha. 

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