Todos tenemos esa historia de amor que nunca sucedió. La cual deseaste durante meses, y puede que incluso años, pero por algún motivo u otro, nunca llegó a ocurrir.
En esta novela yo escribo la que me gustaría haber tenido a mí, la que cada noche s...
Como os iba contando, los méritos que llevaba aquel primer mensaje mandado pertenecían al maravilloso buen gusto musical que había visto que tenía aquella chica mediante sus historias, y a Marta, por hacer de intermediaria.
Pero si alguien también se merecía sus grandes méritos, esa era Emma.
Emma era una de las personas más importantes para mí, de mis mejores amigas.
Le había conocido por instagram en un grupo de fanes de Lil Peep.
Por el grupo solo hablabamos nosotras cuando los demás estaban liados con los exámenes, se podía demostrar que nos la sudaba a ambas un poco el instituto y los estudios.
Empezamos a hablar por privado y a conocer otros gustos que teníamos en común, al igual que nuestras maneras de pensar.
Emma era bisexual y de vez en cuando me tiraba la caña de broma, y lo sigue haciendo aunque sepa que soy hetero.
Por las risas, o como decía ella, porque nunca era tarde para abrirme los ojos y sacarme del armario en el que ni yo misma sabía que estaba.
Y que si algún día dudaba de estarlo, ella era mi chica para comprobarlo, me repetía constantemente, cosa que a mí me hacía reír y asentir para que se callara.
Aparte de tener esa ofortunada propuesta que muchas desearían, porque Emma era una chica preciosa con un aire atrevido en su pelo corto y teñido una mitad de rojo y otra de negra (los mismos colores que mi pelo, razón por la que a veces nos llamaban hermanas) y sus grandes ojos siempre acompañados con un eyeliner alucinante, que todos podían admirar y desear pasar un buen rato con ella;
También Emma me había ayudado mucho, la gente en parte tenía razón, para mí ella era como una hermana mayor.
Se preocupaba por si había comido, por si estaba bien... Y lo mismo hacía yo con ella.
Eramos el claro ejemplo de que nos conocimos cuando más nos necesitábamos.
Porque nos empezamos a hablar en verano, pero cuando este pasó, junto al calor, y vino el frío y las épocas de navidades... A ambas se nos vino todo abajo.
Pasamos malos momentos cada una por su motivo, pero nos teníamos la una a la otra, yo cuidaba de ella y ella de mí.
Recuerdo quedarme a dormir en su casa casi toda las vacaciones de Navidad, y lo que simplemente hacíamos era estar juntas.
Podíamos ver pelis, podíamos desahogarnos con la otra y llorar juntas, o estar en silencio acariciandonos el pelo para calmarnos.
Cualquier plan era perfecto si estábamos juntas, porque nos hacía desconectar sobretodo de nuestros pensamientos dañinos, que era lo que necesitábamos.
Ambas conseguimos superar esa etapa, gracias a nuestro esfuerzo y a terapia psicológica, y desde entonces estamos bien con nosotras mismas y seguimos la una para la otra.
Sigo quedándome en su casa a dormir muchas semanas para aprovechar el tiempo que no nos hemos visto.
Emma también vivía algo lejos de mí, cerca de Marta.
Así que era otra con la que tenía que hacer unos cuantos kilómetros en mi moto para visitarla.
Pero no me importaba en absoluto. También tenía a mi maravilloso grupo de amigas cerca mía, del mismo instituto y clase, así que el viaje hacia ellas no me parecía pesado.
Y con Emma, puedo dar un tercer ejemplo de lo que te une la música con alguien, un tercer agradecimiento.
Pero como os contaba, la que me impulsó al enviar ese mensaje, fue la atrevida de Emma.
- ¿Quién es? - Me preguntó asomándose a mi móvil. Había repetido el ver la historia de ella.
Me había llamado la atención la canción que había puesto, y también lo guapa que era, para que mentirnos.
Me quedé escuchando Old yellow bricks repetirse mientras observaba aquella historia.
- Una amiga de Marta - Respondo quitándole importancia - Es que ha puesto una canción de Arctic Monkeys, además me mola su rollo - expliqué sonriendo.
- Háblale - Propuso sin más, con una sonrisa divertida y ojos brillantes.
Un brillo que indicaba emoción, que su mirada decía: Se viene algo bueno.
- Venga ya, como le voy a hablar así de la nada - Le dije riendo y alzando la cabeza para mirarla, estaba apoyada en su pecho.
- No es de la nada, es amiga de tu amiga, ya tenéis algo en común aparte de la música y el estilo.
- Pero se pensará que quiero tema con ella o algo - repuse.
- Ah, ¿es bi? - Preguntó alzando una ceja, podía notar como se aguantaba su sonrisilla pícara.
- Supongo, tiene la bandera lgbt+ en su biografía.
- Pues si que te has estado fijando en ella eh, stalkeadora- Me picó riendo.
- ¡Ay solo porque me gusta su estilo! - Me quejo y noto como mis mejillas se calientan. - Marta siempre me ha dicho que nos llevaríamos bien.
- Pues venga tontaa, ¿a qué esperas? Nadie ha dicho nada de ligar, solo es hacer una nueva amiga - Dijo sonriendome pícara.
Su sonrisa y mirada decía todo lo contrario a "nueva amiga'.
Más bien gritaba: "AQUÍ ES EL MOMENTO PARA SACAR A MI CHICA DEL ARMARIOOO"
- Bueno vale - acepté porque a una idea loca siempre acababa accediendo, y fue ahí... Donde surgió el primer mensaje.
Emma tenía una gran sonrisa en la cara y cogió mi móvil para analizar bien a la chica, como si supiese perfectamente todo lo que pasaría a partir de ese momento.
Como si su consciente estuviese completamente seguro de lo que decía, y las palabras: "Aquí va a empezar algo bueno" no tuviesen ninguna parte contradictoria.
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(Story de Noah)
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La próxima actualización será el... ¡Domingo! ¡Este domingo!
Sinceramente se me ha hecho muy largo y pesado la espera de toda una semana, así que bastante al contrario, he decidido subir cuatro capítulos a la semana.
Los días de publicación serán: Lunes, Miércoles, Viernes y Domingo.
Espero veros a todos en los comentarios y en las notificaciones de votos ♡
