La historia que nunca tuvimos

15. Primeros besos

P.V Noah

Estaba ocurriendo, estaba dando mi primer beso.

Aunque Ashley no fuese consciente de ello, (o tal vez sí si se me daba terriblemente mal) por la mentira que le solté desde el primer momento diciendo que si había tenido algo con una de baloncesto.

Pero, sin embargo, no se separó escandalizada, y yo claramente tampoco lo hice.

Era la primera vez que me besaban, no tenía nadie con quién comparar, solo con las únicas expectativas que mi mente se había imaginado por libros y películas...

Y sin duda las superó, es más, se puso a la altura del cielo.

Maldita "hetero"...

(¿podía seguir llamándola así? Me parece a mí que no, pero me gustaba)

Con su maravillosa sonrisa que no se le quitaba del rostro nunca, con sus ojazos con los que me observaba haciendome sentir realmente preciosa como me decía y...

Esa boca, esos labios que al fin había tenido el honor de probar.

Nos acabamos separando del beso pero nos quedamos a centímetros de los labios de la otra, ambas nos miramos, como recapacitando lo que acaba de pasar.

Nunca tuve la respuesta a: ¿Qué decir después de besarte con alguien?

Así que opto por soltar la primera tontería que se me viene a la cabeza.

- Así que hetero eh - Comento con una sonrisa de suficiencia.

Ella me sorprende, y suelta una carcajada de su bonita y agradable risa.

- Y tú enfadada conmigo, ¿no? - Me la devuelve y una sonrisa se me escapa de los labios.

Marta tenía razón, estar enfadada con quién estabas pillada era difícil, difícil de cojones.

¿Cómo lo iba a estar yo con Ashley?
Si desde su primer mensaje mi corazón ya pedía que la perdonara e hiciese lo que fuese para estar cerca suya.

Y al final eso había salido bien, había acabado bastante cerca, muy cerca, más de lo que me esperaba...

- Pues ahora la pregunta definitiva - Digo sabiendo que me metía en la boca del lobo... - ¿Por qué mierdas hiciste lo del domingo? - Le pregunto mirándole a los ojos, tragando saliva.

Llevaba toda la semana preguntándomelo, y después de esto, estaba más confundida aún y necesitaba respuestas.

Ella me acaricia la mejilla suavemente, intento no derretirme ante su tacto ni rendirme por la sensación agradable que me genera por todo el cuerpo.

- Supongo que... Tonterías de una "hetero" confundida - Responde con una sonrisilla - Lo siento, de verdad que me arrepiento - Me asegura mirándome a los ojos.

Lo que solo me hace querer besarla de nuevo.

- No hagas de nuevo lo del sábado y repite lo de antes... Y estarás perdonada - comento en voz baja sobre sus labios, sin poder evitar poner una sonrisa pícara.

Ella muestra la suya brillante.

- ¿El qué? ¿Esto? - Me da un suave beso que hace que las habladas mariposas, las cuales nunca había sentido y siempre había tenido curiosidad por ellas, vuelvan a mi estómago.

Me separo y asiento, indicándole que estaba perdonada.

Ella sonrie ampliamente y pasa un brazos por mis hombros, acercandome más a ella y siguiendo viendo el anime que me había enseñado.