10. Comodín

3.4K 237 57
                                    

P.V Ashley

- ¿Cómo que vienes a nuestro partido de mañana? ¡Eso es genial! - Exclamaba Marta, se había escapado unos minutos de su cena familiar.

Bueno más bien se había encerrado en el baño.

- Noah me invitó como tú nunca has hecho - Bromeo.

- ¡Zorra no digas eso! Estabas más que invitada a cualquiera y lo sabías perfectamente.

Yo rio y asiento.

- Lo se lo se, si más bien me he autoinvitado yo un poco...

- Bueno, ¿te pregunto a ti que tal la cita que has tenido al final o a Noah? - Me pregunta con tono pícaro.

- A Noah. Porque para mí solo ha sido una quedada en la que me has dejado plantada - Digo con tono divertida y le cuelgo para dejar el tema.

Bastante confundida estaba yo para encima darle vueltas a las cosas y hacerlo real.

¿Os acordáis cuando dije: "No pasa nada, solo será un plan de tres, todo será genial si Noah se viene con nosotras"?

Pues me equivocaba. Me equivocaba al completo.

En ese momento, no era consciente de que, como decía Marta, iba a acabar en una especia de cita.

Y que, como decía yo, aunque me hubiese dejado plantada mi amiga, había sido una de las mejores tardes de mi vida.

Nos habíamos picado, habíamos reído, y... Me había hecho hacer cosas nuevas.

Como el ligar con una chica, vale sí, lo admito, lo hice.

Y también sentir nuevas sensaciones como... Ni siquiera sabía explicarlo.

Pero era un sentimiento bueno, como adrenalina. Sentirte en lo más alto de una montaña rusa que está apunto de bajar rápido y fuerte.

Y tal y como era yo, que me encantaban los riesgos, también disfrutaba eso.

Había vuelto hace unas horas y ya quería volver a las calles por las que mil veces he andado con Marta, sí, pero andarlas con Noah extrañamente... Había sido una experiencia distinta.

Como si se trataran de otras calles.

Y sobretodo, quería volver a ella.

Me estaba volviendo loca.

Y por mucho que me gustara la sensación, no quería hacerlo, así que solo me quedaba evitarlo.

Y por eso mismo recurrí a mi mayor comodín, a la que siempre me conseguía distraer de todas las ralladas y llevarme a su mundo de colorines y arcoiris.

Llamé a Lucy.

- ¿Si? - Pregunta al contestar al momento.

- Heeey, ¿qué tal My happyflower? - Le pregunto sonriente llamándola por su apodo.

Así era ella para mí y yo era su darkgirl.

- Pues bien, estaba aquí leyendo After - Dice soltando una risita inocente.

Que no os engañe, en el fondo fondisimo, con sus estanterías llenas de ese tipo de libros, es una pervertida.

Nah, en verdad no, pero me hacía gracia pensar que sí.

- ¿Y tú? ¿Qué pasa? - Me pregunta.

- Pues... ¿A qué mañana te vienes conmigo a ver un partido de baloncesto?

 ¿A qué mañana te vienes conmigo a ver un partido de baloncesto?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La historia que nunca tuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora