P.V Noah
Después de pasar la mañana entre risas desayunando en la mansión de Michelle... La verdad Ashley tenía muy buenas amigas, eran unas chicas divertidas y se notaba que cada una tenía su personalidad distinta, pero que contratastaban perfectamente.
Pues como decía, cuando ayudamos a Michelle a ordenar su casa porque sus padres llegaban esa misma tarde, Ashley me llevó en su moto hacia mi casa. A Marta la recogió su padre porque le volvía a tocar pasar el día con él.
Me abracé fuertemente a ella, sintiendo la brisa contra mi cara.
Me encantaba esta sensación.
Y mi mente no pudo evitar que los recuerdos de la noche anterior viniesen a mí...
Ashley susurrandome al oído mientras el calor nos apoderaba,
Ashley tocando donde nunca antes alguien había tocado y había hecho sentir tan bien, Ashley haciéndome sentir que tocaba las estrellas...Toda mi mente era: ella.
Y mi corazón lo acompañaba con fuertes latidos, al igual que las mariposas de mi estómago revoloteando.
Tan fuerte era el sentimiento, que cuando se paró frente a mi portal, no quise que acabara.
Quería seguir con ella, por lo menos un poco más, ya que no nos podríamos ver hasta el fin de semana siguiente...
- Quédate - Le pido cuando ella se acerca a mis labios para despedirse con un beso.
Suelta una de sus bonitas risas.
- No te quieres separar de mí eh - sonrie ampliamente y me acaricia la mejilla - Noah tengo que volver a casa.
- No - Niego rápido, me quedo mirando sus ojos y trago saliva - Quiero decir, no tienes porqué, te puedes quedar a dormir, a mi padre no le importará porque no viene hasta tarde y apenas se dará cuenta, así que si quieres...
Aparto la mirada con las emociones en la garganta, esperando su respuesta.
- Está bien, haré unas llamadas y me quedaré a dormir contigo - Afirma y yo me lanzo a sus brazos.
De verdad que esta chica me hacía realmente feliz.
Después de que Ashley llamara a su amiga... ¿Emma?
Joder, ¿cuántas amigas tenía esta chica? me tendría que aprender el nombre de todas junto a una foto para que no se me olvidasen cuando me contara algo de ellas.
Bueno, a su amiga Emma para que la cubriera con que se quedaba a dormir en su casa, llamó a su madre para contarle esa mentira.
"Me quedo a dormir en casa de una amiga, mamá" recuerdo su voz de niña buena y no puedo evitar reír.
Ella me mira al colgar, sabe de que me estoy riendo y no puedo evitar reír más.
- Cállate - Se queja y empieza a hacerme cosquillas mientras entramos dentro del portal.
ESTÁS LEYENDO
La historia que nunca tuvimos
RomanceTodos tenemos esa historia de amor que nunca sucedió. La cual deseaste durante meses, y puede que incluso años, pero por algún motivo u otro, nunca llegó a ocurrir. En esta novela yo escribo la que me gustaría haber tenido a mí, la que cada noche s...