26. Baby I'm yours

3K 208 61
                                    

P.V Noah

Todo era una mierda.

Llevaba semanas sin ver a Ashley sin que fuera a través de una pantalla.

Estudiaba más que nunca básicamente porque Marta lo hacía y no podía quedar, y yo me veía obligada a quedarme encerrada en mi habitación.

Haciendo mis últimos días iguales, yendo al instituto, estudiando por horas, dibujando en mi cuaderno mientras escuchaba música para relajarme...

Y haciendo videollamadas con mi novia.

Las odiaba, se lo dije, pero a ella le amaba, y aunque no se lo admitiese, era lo único bueno de mi día, esos momentos.

Así que me enganché a esas videollamadas como si fuesen lo que para ella eran sus cigarros.

Los cuáles siempre había odiado por su olor, pero desde que le vi prenderse uno el día que me ignoraba cuando le invité a ver mi partido...

Me dio completamente igual el olor, y todos lo demás, y ahí comprendí que estaba enamorada de ella, que hasta algo que siempre había odiado y mirado con asco, era hermoso a su lado.

Y que estaba realmente jodida por ello.

Cuando empezamos a salir, Ashley me admitió que solo fumaba cuando lo necesitaba, cuando estaba en su límite de estrés y ansiedad, y que ese día lo hizo porque no sabía que era aquella sensación nueva que sentía, y mucho menos afrontarla.

Me pareció bastante mona y romanticé aún más aquella situación, cuando si lo veías desde otros ojos, solo era una chica, si, preciosa, eso nadie lo podía negar, pero fumando para evadir la ansiedad.

Y con ello, pasé a pensar en mí.

En mis problemas.

¿Y si Ashley los había romantizado al igual que yo lo había hecho con los suyos de tabaco?

La noche de Santa Diva, nos unimos más por ambas razones, porque le enseñé una parte de mí que siempre había escondido y porque hicimos el amor por primera vez.

¿Y si ella lo romantizaba porque había confiado en ella? ¿Porque seguido habíamos hecho algo que nos hizo sentir más bien que en toda nuestra vida?

Se que todo lo que tengo en la cabeza son ralladas, atormentaciones, pero no puedo evitarlo, esta soy yo, un puto círculo vicioso y mazoquista de pensamientos que me destrozan.

Y era consciente de que el círculo empezaba por: Mis padres.

Mi madre había intentando hablar con mi padre para mudarme con ella, pero después de horas hablando, las cuales esperé en mi habitación nerviosa, decidieron que no.

Esa fue su decisión, sin tener en cuenta lo que opinaba yo, como siempre.

Volvieron a poner la excusa de que aquí tenía mis estudios, que cuando los terminara si podría irme con ella.

Lo que no sabían es que me estaba cansando de todo, y si me daban la oportunidad de irme, huiria, sin más.

Llevándome a Ashley conmigo, por supuesto, pero dejaría todo atrás, empezaría de cero.

Y sobretodo, me concentraría en olvidar todo lo que jodió mi padre, lo que arruinó desde que mi madre y yo volvimos de uno de los mejores findes de semanas de nuestra vida, y él lo estropeó al completo porque le pillamos en la cama con otra mujer.

Estropeó aquel fin de semana y toda nuestra vida de lo que parecía y creí que era una familia feliz.

Y mi madre podía perdonarle, podía llegar a estar de acuerdo con él y pararse a escucharle, pero yo no.

La historia que nunca tuvimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora