Harry lo vio ese sábado por la mañana.
Harry tiene una rutina; una bastante decente, que le sirvió bien durante los diecisiete años de vida que tiene. Nunca ha sido del tipo de persona que duerme hasta tarde, siempre fue el primero en levantarse por la mañana, mucho antes de que su mamá pudiera prepararle el desayuno y él pudiera ir a la escuela. Harry, de seis años, pasaba las mañanas arrojando el balón consigo mismo, nada más que pájaros, aire brumoso y él mismo.
Él ha madurado desde entonces, un poco. Las sesiones de fútbol en solitario se han convertido en trotes al amanecer, pero las aves se han quedado igual y el aire de la mañana nunca deja de llenarlo de una sensación de soledad que es extrañamente reconfortante.
Harry estaba escuchando un casete que su madre le había dado hace años, y la única razón por la que él recuerda que ella se lo dio es porque su madre es la única persona que él conoce que realmente le gusta Abba.
(No es que a él no le guste Abba. De hecho, le gusta. Mucho).
(No si sus amigos preguntan, sin embargo)
De todos modos. Estaba escuchando a Abba, Dancing Queen sonando a través de los auriculares de su Walkman, que se estaba clavando en la piel de su muslo hasta el punto de un leve dolor, cuando escuchó la primera nota.
Harry estaba tan seguro de que se lo estaba imaginando al principio que siguió corriendo, a pesar del hecho de que apenas podía respirar más y el walkman todavía estaba hurgando sus pantalones cortos y se sentía terriblemente mal. Porque a pesar de no haberle hablado en absoluto durante los últimos tres días e ignorar el hecho de que Harry existía, juró haber escuchado a Louis Tomlinson cantando The Beach Boys.
Louis llevaba puesto uno de sus estúpidos overoles, una horrible remera naranja brillante debajo. Sus caderas se balanceaban al compás, una mano sujetaba un pincel y la otra un cubo. La pintura amarilla pálida cubría su ropa y cabello. Despreocupado, pensó Harry.
Harry no creía que Louis Tomlinson fuera capaz de otra emoción que no fuera frigidez y desinterés, por lo que verlo a la luz de la mañana bailando una de las canciones de The Beach Boys era algo digno de contemplar, en verdad.
"Wouldn't it be nice if we were older?" Louis levantó los brazos y más pintura amarilla se derramó sobre él. Harry se rió un momento, porque Louis también se estaba riendo de sí mismo. "Then we wouldn't have to wait so long!" Louis, Harry se dio cuenta en ese momento, tenía la clase de risa que hacía reír a los demás con él. El tipo de risa que hace reír a la gente, incluso cuando nada es divertido.
Bailó alrededor de las paredes del edificio, moviendo su cuerpo en todas direcciones, solo pintando de vez en cuando. Está en el puente, Harry todavía está parado bastante estúpidamente en el otro lado de la calle, con las manos a ambos lados de su cuerpo y la boca abierta.
"We could be married!" Utiliza el pincel como micrófono y echa la cabeza hacia atrás. "And then we'd be happy!" La música vuelve a sonar y vuelve a menear su cabeza, las correas de su mono colgando sobre sus hombros. El amanecer en la distancia, colores fundidos de rosa y amarillo, se mezclan entre sí. Harry deseó tener su cámara.
(Solo para tomar una foto del amanecer. No hay otra razón).
Harry negó con la cabeza, reanudó su Abba y comenzó a correr otra vez. Algo se asentó en su estómago, estúpidas mariposas royendo sus entrañas, a diferencia de las bellas y bonitas cosas descritas en las películas. Solo una sensación tonta. Eso es todo lo que era.
Así que. The Beach Boys, pensó Harry.
Continuó su trote, sentimientos estúpidos y sonrisa estúpida persistentes.
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What this world is about (L.S)
FanfictionCada gran historia tiene una introducción, un nudo y un desenlace. Esta es la introducción: esta es una historia de amor, de dos chicos que se encontraron en el lugar equivocado y en el momento equivocado. O tal vez en el lugar correcto en el moment...