El nombre Louis Tomlinson resonó en los pasillos de la escuela de Harry ese lunes.
Harry sabía tres cosas sobre Louis Tomlinson antes de siquiera haberlo visto en persona. Cortesía de su sala de estudios de la segunda hora, que la mayoría de los días consistía en Liam y Niall compitiendo para ver quién puede hacer el mejor avión de papel, y Harry y algunos muchachos del equipo jugando al fútbol de papel. Sala de estudios de estudiantes de último año en su máxima expresión. Algunos días, Harry se tropezaba en las conversaciones de las chicas, que consistían en Perrie Edwards y su extraña tendencia de saber todo sobre todos.
Uno. "Es de Inglaterra o algo así", le había dicho Perrie y se había echado el pelo rosa chicle sobre los hombros, sus uñas pintadas de menta claro. Se puso a juguetear con una de ellas. "Realmente no importa de dónde es, sino su acento". Harry recuerda a Perrie suspirando dramáticamente y extendiendo sus manos sobre su escritorio. "Es tan lindo."
Dos. "Le gustan los girasoles". Harry había puesto los ojos en blanco y le había dicho a Perrie que no inventara cosas. Cuando él le preguntó cómo podría saber eso, se encogió de hombros. "No lo sé", había dicho ella. "Le pedí que me dijera algo sobre él, y eso es lo que dijo".
Tres. "Es como," Perrie hizo una pausa y tomó aliento, cerrando los ojos. "Tan hermoso. El hombre más hermoso que he visto. Lo juro, Harry, estoy segura que ni siquiera es real".
No es real, Harry recuerda haber pensado. Ciertamente se había sentido así, esa mañana. Todos parecían haberlo visto, y todos murmuraban el nombre Louis Tomlinson, en susurros y reverencia, un secreto entre el alumnado. Asistía a clases como ellos, caminaba por los mismos pasillos, utilizaba los mismos baños y hablaba con los mismos maestros. Él era como uno de ellos, pero no lo era.
Harry lo vio por primera vez en literatura.
Es la clase que tenía antes del almuerzo, así que, naturalmente, se sentaba en su escritorio, mirando ansiosamente por la ventana y pensando en el período libre que tenía para poder sentarse afuera y hablar todo lo que quería. Lo cual no era mucho últimamente, si lo pensaba. No había mucho de qué hablar. No había mucho de nada.
Harry no recuerda completamente las primeras tres semanas de su último año, solo que fueron incondicionalmente decepcionantes en todas las formas posibles. Los días pasaban igual que siempre, y como siempre, seguía arrastrando sus pies y viendo a las mismas personas y a los mismos edificios, y no sabía por qué, porque esas cosas nunca antes le habían molestado tanto. Pero lo hicieron esas primeras semanas, la gente aburrida y los edificios aburridos y las clases aburridas y eso es todo lo que recuerda.
Él recuerda este martes, y todos los días que siguieron, con perfecta claridad.
"Styles", había dicho la maestra desde el frente de la clase. Harry volvió la cabeza y arqueó una ceja. Él estaba mascando chicle.
"Hoy tenemos un nuevo estudiante", dijo, y señaló hacia la silla vacía al lado de Harry. "Espero que lo ayude con el material que ya hemos cubierto. Sr. Tomlinson, por favor tome asiento".
Lo primero que Harry pensó fue que era mucho más pequeño de lo que esperaba. Para alguien que parecía haberse esparcido por el cuerpo estudiantil como un reguero de pólvora, su nombre murmurado incluso por los labios de personas que afirmaban no estar interesadas en el chismorreo insípido de los estudiantes de secundaria; era pequeño y extrañamente delicado, como si alguien fuera a sostenerlo en sus brazos, los huesos se le romperían.
Harry parpadeó un par de veces. Qué estaba haciendo.
Louis se sentó en su asiento y giró su lápiz. Él sabía que Harry estaba allí, pero no le importaba.
Lo segundo que notó sobre Louis Tomlinson fue su ropa. Vestía un overol blanco y una camisa a rayas debajo. Cubría sus pies en Vans, y si Harry recuerda correctamente, llevaba calcetines rosas.
"Oye", dijo Harry, y él agitó una mano, poniéndola frente a él. "Soy Harry. Styles. Harry Styles." ¿Qué estaba haciendo?
Louis se había vuelto a mirarlo para darle una expresión apagada, entrecerrando los ojos. "Louis", fue todo lo que dijo, y eso es todo lo que Harry consiguió de él.
Más tarde ese día, cuando estaba parado frente a su auto con el resto de sus amigos, recuerda haber visto pasar a una figura por delante de ellos y hacia los senderos. Llevaba una camisa a rayas. Hizo que sus amigos esperaran un momento por él, y corrió hacia los senderos que dejaban la escuela, las hojas apenas comenzaban sus tonos rojos.
"¡Louis!" Gritó. La figura no dejó de caminar, y Harry no supo por qué simplemente no se detuvo allí. "¡Louis, hey!" Corrió más hasta que pudo extender su mano para agarrar su hombro y girarlo.
Él tiene ojos azules, Harry recuerda haber pensado. Louis lo miró, el azul con una cierta tonalidad de asombro contra la lluvia gris que cubría su ciudad. Louis rodó sus ojos y continuó caminando, esta vez dejando a Harry un poco atrás.
"Yo soy, uh." Las palabras de Harry se mezclaron en su boca, sus labios se abrieron enmudecidos. El tragó. "Soy Harry. De literatura. Harry Styles".
"Lo sé", dijo Louis y caminó un poco más rápido, el agua chapoteando en sus zapatos. Si Harry hubiera mirado más de cerca ese día, habría notado el rubor rojo en las mejillas de Louis.
Harry tosió. "Me preguntaba cuándo querrías reunirte para repasar las notas." Louis no se molestó en mirarlo. "Porque la maestra". Harry rebuscó en sus palabras. Él nunca hace eso. Nunca. Sacudió la cabeza. "La maestra quería que yo..."
Louis se detuvo, abruptamente, y Harry casi tropezó con sus propios pies. Se giró hacia Harry. "No necesito tu ayuda, Harry Styles", dijo Louis y miró por encima del hombro de Harry, mordiéndose el labio. "Preferiría que me dejaras solo, en realidad".
Dio media vuelta y esta vez, Harry no se molestó en seguirlo.
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What this world is about (L.S)
FanficCada gran historia tiene una introducción, un nudo y un desenlace. Esta es la introducción: esta es una historia de amor, de dos chicos que se encontraron en el lugar equivocado y en el momento equivocado. O tal vez en el lugar correcto en el moment...