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Narrador omnisciente.

Cierto chico de sudadera azul se encontraba caminando por la calle. Tenía las manos metidas en los bolsos de su sudadera mientras que su rostro se mantenía neutra, ya había pasado un año desde que el noruego había vuelto y los había traicionado, aquel pensamiento pasó por su mente fugazmente haciendo cambiar su mirada a una de desagrado. Pensar en aquel noruego le causaba náuseas.

Suspiró tratando de calmarse enfocando su mirada en un bar, quizás algo de alcohol no le vendría mal, entró sentándose en la barra sonriendo ante el saludo del barman ya que era bastante conocido en varios bares, obvio ninguno demasiado caro. De uno de los bolsillos traseros de sus jeans sacó su billetera checando tener el dinero suficiente, para su buena suerte tenía algunos dolares que le había robado hace un corto tiempo a Edd.

-¿Lo de siempre, Tom?

-Sí, sólo que por favor, quiero el doble.

-Cómo digas, el alcohol es el mejor amigo de las personas con el corazón roto- Bromeó yendo a por algunas botellas de Smirnoff.

Aquel comentario sólo le causo aún más nauseas al imaginarse de una forma romántica con el nórdico. Recargó su cabeza en la barra soltando un ronco gruñido de frustración, realmente necesitaba beber para poder sacar aquellos recuerdos de su cabeza, ni siquiera sabía porque pensaba en eso, seguramente el murió en la explosión en aquel gigantesco robot. Por cierto, ¿Cómo mierda escondes un super robot en la casa de tus enemigos sin que se den cuenta? Claramente a su mente le gustaba torturar a Tom con preguntas en las que se quedaría con la duda y eso hubiera seguido así por un largo rato sino fuera que llegó el barman con un par de botellas. El británico sonrió y sin esperar ni un segundo empezó a beber acostumbrado.

Ya llevaba unas nueve botellas de su bebida favorita y apenas un leve rubor aparecía en sus mejillas pero sólo eso, no se sentía mareado ni nada. Estaba acostumbrado a beber esa cantidad y algunas veces inclusive más pero necesitaba un respiro por unos cortos segundos, sin darse cuenta cerró sus ojos unos segundos recordando un par de cosas que sería mejor olvidar.

FLAAAAAAAAAAAAAAASHBACK

Un pequeño niño de siete años con el cabello cómo el de una piña se encontraba tirado en el suelo, gruesas lagrimas se escapaban de sus oscuras cuencas mientras que otro grupo de niños se encontraban molestándolo quitándole su preciado peluche de oso nombrado Tommy bear lanzándolo de un lado a otro.

-¡P-por favor chicos! Dénmelo de una vez, n-no le diré a nadie.

-Pero nos estamos divirtiendo mucho, ¿No es así chicos?- Rió mientras que sus dos acompañantes asentían o hacían algún ruido de aprobación, aunque uno de ellos lo hacía de una forma tímida ya que sabía que terminarían en problema.

El pequeño Tom se levantó tomando algo de valor y sin dudarlo le dió una cachetada a Eduardo, aquel niño español que en esos momentos sostenía a Tommy bear. La habitación quedó en silencio y unos momentos después se dió cuenta que acababa de cavar su tumba. Retrocedió temeroso cubriendo su rostro esperando un golpe.

-¡E-Eduardo! Por favor perdóname... No fue mi intención, en serio lo siento.

El contrario sólo se acercó preparado para llenarlo de golpes sino fuera por cierto pequeño con cuernos en el cabello que le daba cierto aspecto "malvado" que apareció rápidamente dándole un certero golpe en el mentón al de verde haciéndolo caer, así se creó una pelea entre los tres, Eduardo, Mark un chico con el mentón partido y aquel diablillo. Jon, el chico tímido había escapado del lugar para avisar a una profesora de la pelea.

Unos minutos más tarde los tres habían sido separados a la fuerza, tenían moretones y alguno que otro rasguño con sangre pero nada grave. Tom al notar que ya todo se había calmado descubrió su rostro logrando ver a Tord frente suyo que lo miraba con una pequeña sonrisa amistosa.

-¿Estás bien? ¿No te hicieron daño?- Preguntó, apenas se le lograba entender por su acento demasiado marcado-. Soy Tord.

-S-soy Thomas, pe-pero puedes decirme Tom, gracias por salvarme de ellos.

-No fue nada, son unos idiotas... Uh, creo que ésto es tuyo, toma Tom- Sin más le entregó a Tommy bear haciendo que el menor sonriera emocionado abrazando su peluche agradeciendo varias veces.

Ambos acordaron ser mejores amigos después de eso, eran prácticamente inseparables junto a Matt y Edd, que conocieron un tiempo después pero también eran unos de sus mejores amigos.

FIN DEL FLASHBACK UgU.

Aproximadamente unas veintiún botellas vacías de Smirnoff se encontraban tiradas alrededor de Tom que por supuesto se encontraba bastante ebrio, tenía los brazos cruzados sobre la barra recargando su cabeza en ellos mirando directamente a la entrada mirando con aburrimiento la gente entrar y salir. Su atención se centró en cierto chico con peculiar peinado de cuernos y a pesar de que veía borroso y se encontraba bajo los efectos del alcohol logró reconocer quién era aquella persona.

-Hi-hijo de puta... T-te mataré- Gruñó sintiendo su sangre hervir, con torpeza y a pasos lentos se levantó de su asiento dirigiéndose al nórdico.

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20/02/2021

Miedo y odio ||×Tomtord×||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora