Tord le tiene miedo a Tom, Tom odia a Tord; Sus amigos hartos de sus actitudes los obligan a pasar tiempo juntos para arreglara sus diferencias. ¿Cómo eso podría volverse algo amoroso?
Un año después de lo sucedido en "The end"
Los personajes no me...
Los rayos del sol se infiltraban por la ventana golpeando contra el rostro de un noruego dormido o bueno, estaba dormido ya que aquella luz lo despertó pero simplemente se cubrió con las sábanas por completo, había tenido un horrible sueño.
-Puta pesadilla de mierda, sí "él" intentara matarme le pegaría un disparo en el cráneo-. Murmuró por lo bajo, nunca nombraba su nombre por simple miedo apesar de que lo negaba rotundamente. Se acomodó boca abajo con la cara en su almohada dispuesto a seguir durmiendo rogando por no volver a soñar con su enemigo.
No tardó mucho para conciliar el sueño nuevamente hasta que un delicioso aroma a tocino invadió sus fosas nasales, eso lo dejó confundido ya que vivía solo en su departamento a excepción de sus dos subordinados más fieles que sólo se hallaban unos pisos más arriba que el suyo.
-¿Paul? ¿Patryck? ¿Vinieron a hacerme el desayuno, otra vez?- Preguntó alzando su cabeza de la almohada pero con los ojos cerrados ya que no se quería encandilar con la luz del sol que golpeaba justo en sus ojos -No soy un niño para que vengan a hacerlo casi todos los días.
Se incorporó en la cama abriendo sus ojos aunque tuvo que volver a cerrarlos de forma casi instantánea ya que se había cegado por unos cortos segundos, los frotó un poco con molestia y no sólo por lo de sus ojos sinó más bien porque los chicos que nombró no habían respondido a su llamado.
Alzó su mirada tardando unos segundos en aclarar su vista dándose cuenta que no se hallaba en la habitación de su departamento, las paredes eran de un color verde claro al igual que las sabanas pero éstas eran de un tono oscuro; diferentes latas de cola adornaban el suelo haciéndolo suspirar.
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(No sé dibujar hombres mamados ni fondos ni perspectiva, ayuda.)
-Mierda todo fue real-. Rascó su mejilla claramente nervioso, miró su propio cuerpo notando que no tenía camiseta y ahora usaba unas vendas en su cuello -¿Qué tanto daño debió haberme hecho "él" para que Edd me pusiera vendas?
Decidió no llenarse la cabeza de preguntas y salir de la habitación en dirección a lo que sería la sala/cocina, era un departamento pequeño a diferencia en el que él vivía temporalmente.
-Ya despertaste bello durmiente, buenos días-. Le sonrió con dulzura aquel castaño que se hallaba cocinando huevos estrellados con tocino, en la mesa estaba el pecoso cabeceando luchando por no caer dormido -Tú teléfono no ha dejado de sonar desde las seis de la mañana, no me dejó dormir.
-¿Qué hora es?- Fue lo primero que preguntó aunque no esperó algún tipo de respuesta, agarró su celular dándose cuenta que eran las nueve; ni siquiera pasaron dos segundos cuando la pantalla empezó a llenarse de notificaciones tanto de mensajes y llamadas perdidas.
Eso sorprendió al cornudo, los mensajes y llamadas perdidas que más destacaban era del contacto «Angry bird 💢» obviamente tratándose de Paul, no pudo evitar reír pero decidió que les iba a hablar más tarde bloqueando su teléfono.
-¿Quién era, Todd?- Preguntó curioso el de pecas tomando un café para quitarse el sueño que tenía mientras miraba al recién mencionado.
-Es mi... Uh-, un amigo-. Se corrigió a sí mismo antes de llegar a decir cualquier estupidez, se encogió de hombros para concluir el tema y evitar preguntas tomando asiento junto al narcisista.
El más bajo de los presentes se apresuró a terminar el desayuno y al hacerlo sirvió tres platos sobre la mesa, dos para los que ya estaban sentados y uno para él, un cuarto plato estaba sobre la encimera cubierto con aluminio para que no sé enfriara o se llenara de moscas.
-Bueno ya nada de pláticas y pónganse a comer de una vez antes de que se les enfríe-. Tomó asiento junto ambos chicos para empezar a comer de forma tranquila.
Había momentos en el que el silencio permanecía pero no podían faltar bromas, risas y platicas entre el grupo. Quizás Matt se sentía incómodo e intimidado por la presencia de Tord pero había extrañado eso de estar juntos además de que Edd lo hacía sentir seguro y se repitía a sí mismo, "sí Edd pudo perdonarlo yo también".
En otro lado, justo dos departamentos del que se hallaban había un moreno de cuencas negras tirado en el suelo, tenía un horrible dolor de cabeza y no sólo por la resaca sinó también por el golpe que había recibido anoche aunque claro él ni enterado, pensaba que sólo había llegado ebrio y se golpeó la cabeza al caer inconsciente.
-Ugh, que asco-. Se dijo a sí mismo al hallarse de esa forma, eran como las diez y algo. Como pudo se levantó para salir de su departamento y dirigirse al de su buen amigo Edd.
Se tambaleaba por el pasillo pareciendo que el camino era eterno cuando no era así, sólo tenía que pasar por el suyo, el de Matt y listo llegaba al de Edd. Tardó unos cinco minutos para poder llegar y sin más abrió la puerta ya que sí, el dibujante era lo suficientemente "idiota" para nunca poner seguro o eso pensaba el de azul.
Lo primero que pudo visualizar al llegar fue al narcisista sentado en el sillón con una bolsa llena de palomitas, parecía sonriente y emocionado poniendo toda su atención en la novela que estaba viendo en el televisor a todo volumen aunque por pura suerte logró escuchar la llegada del moreno.
-¿Hmm? ¡Tom, ya llegaste!-. Le sonrió girando para verlo mientras se hacía a un lado para hacerle un espacio en el sillón apesar de que cabía perfectamente pues era para tres.
El cornudo que estaba yendo en dirección al sofá pues estaba en la cocina preparándose igualmente unas palomitas logró escuchar al recién mencionado haciéndolo estremecer, del susto había tirado sus palomitas llamando la atención de las otras dos personas en aquella sala, se maldijo por no haberlas sostenido lo suficientemente fuerte.
Todo era silencio, ninguno se movía y el Británico de sudadera azul afinó su mirada queriendo verificar que lo que estaba viendo era cierto, Tord se hallaba en el departamento del castaño y ahora que lo pensaba, ¿Dónde mierda estaba él?
El pelinaranja seguía comiendo de sus palomitas mirando la tensión en el ambiente, el de rojo parecía haber visto un fantasma mientras que el otro temblaba de la furia. Por fin reaccionó el Británico corriendo tras el Noruego mientras que éste huía por su vida, ambos corrían dando vueltas por todo el lugar.
Matt no tardó mucho en entrar en pánico, se levantó para poder llamar a Edd en busca de ayuda que por cierto, se hallaba duchandose.
-¡Edd! ¡Tenemos un problema!-. Abrió la puerta del baño de golpe haciendo que el dibujante se asustara por el repentino llamado.
Al asustarse se tropezó cayendo pero alcanzó a tomar la cortina de la bañera, el único problema es que ésta se zafó cayendo junto con él ahora tapando su vista. El de sudadera morada al darse cuenta de eso retrocedió un poco sintiéndose culpable, al no fijarse terminó por pisar la cola del pobre Ringo que caminaba tranquilamente por el departamento.
-¡Ringo! Lo siento yo- ¡¡¡AAHHH!!-. No pudo terminar pues el gato se le había lanzado para arañar toda su hermosa cara -¡En la cara no! ¡Ringo!
-Espera, ¡¿Qué pasó con Ringo?!-. Se había levantado el castaño sólo que enredado entre toda la cortina no pudiendo ver nada.
Matt siendo atacado por un gato, Edd atrapado, Tom y Tord corriendo como locos, yep, una mañana normal, just like old times.