Ruego a todo mundo que deje amar poco al que amar no puede más,
que haga feliz al malvado que por falta de amor, solo al mundo dolor puede traer.
Ruego al mundo que perdone al hombre y que castigue a Dios,
pues él codificó en el hombre humano, calidez en el corazón y calma en las sienes y
contrariadamente,
al malvado e inhumano hizo padecer de ceguera en alma y miseria en la vida.
Por lo tanto,
hagan voluntarios su labor compresiva, háganla aún mucho más comprensiva:
perdonen a todo aquel que ha hecho y que mucho mal hace,
perdonen a todo aquel que perdón de ningún dios no merece...
y niéguense a volver participes de su rencor muy afligido a quienes rencores afligieron en sus corazones.
Sean sensatos y castiguen a Dios,
quien concedió al hombre bueno, humanidad en su corazón
y al hombre malo, ceguera en el alma.
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Poemario de un hombre del mundo
PoetryUn montón de poemas ennumerados en orden creciente.